Informe de Societé Generále

2024 arranca al más puro estilo 2017 en los mercados: ¿aguantará la baja volatilidad?

Ambos ejercicios comparten similitudes en términos de sólidos resultados de la renta variable y baja volatilidad, según un informe de la entidad gala, un entorno que suele favorecer a las bolsas.

La volatilidad ha vuelto a terreno normalizado en este 2023.
2024 arranca al más puro estilo 2017 en los mercados: ¿aguantará la baja volatilidad?
L. I.

Las bolsas han comenzado 2024 con fuerza y, lo que es más importante, la volatilidad de la renta variable ha seguido una tendencia a la baja a esta semana, cuando ha registrado un repunte relevante. El gran cambio que se está produciendo actualmente es la normalización de las oscilaciones de mayor calado del mercado de renta fija. Al no haber una tendencia general en los bonos, la atención se ha desplazado de la revalorización del capital al carry (coste o beneficio de mantener una inversión), lo que debería ejercer presión sobre la volatilidad de los sectores de larga duración. ¿Qué contexto de volatilidad espera a los inversores?

Un último informe de Societé Generále desvela cuáles son los puntos más importantes para medir la situación menos sólida de los mercados. Desde su punto de vista, ese giro en el foco de atención hacia el coste y beneficio de invertir podría ser el catalizador de la próxima caída de la volatilidad de la renta variable, especialmente de la “elevada volatilidad implícita media de las acciones de Wall Street”.

Aunque la política monetaria se ha endurecido sobre una base real ajustada, el hecho es que las empresas estadounidenses se aprovecharon de la política monetaria flexible en 2020-2022 y todavía se están beneficiando de ella. Mientras tanto, la inflación cíclica mantiene la caída en términos generales en un momento en que las expectativas de crecimiento se están revisando desde un aterrizaje suave hacia un no aterrizaje.

“El coste medio ponderado del cupón para la empresa estadounidense media que emite bonos sigue siendo inferior al tipo de los fondos federales, lo que implica que es necesario que se emita más deuda a estos elevados niveles para una mayor transmisión de la política monetaria”, apuntan los expertos de la entidad gala. Tal y como analizan, eso ya está ocurriendo, dado el apretado calendario de emisiones corporativas hasta la fecha, aunque se trataría de un proceso lento y constante más que de un gran acontecimiento de reducción del riesgo. “Además, la disponibilidad de crédito privado ha contribuido a ello”, añaden.

El banco francés ahonda en el análisis al señalar que la evolución de la volatilidad de la renta variable está en general negativamente correlacionada con los beneficios prospectivos. La caída de la incertidumbre sobre los beneficios también iría de la mano, en líneas generales, con la caída de la volatilidad de la bolsa. “La incertidumbre sobre los beneficios es elevada en los sectores de alta duración, y una caída de la volatilidad de los tipos podría conducir a una mayor normalización en este importante rincón del mercado de renta variable”, aseguran desde SG.

Además, los datos de la Oficina de Asuntos Económicos (BEA) estarían sugiriendo que la reducción de la remuneración de los asalariados y del coste de los intereses han sido los dos factores principales del aumento de los márgenes de beneficio de las empresas estadounidenses desde el Covid. En este sentido, el pago de los intereses sigue la trayectoria de los tipos de interés reales con retraso, y este coste debería empezar a aumentar, lo que llevaría a una menor rentabilidad en los márgenes. Desde una perspectiva macroeconómica, es importante señalar que la curva de tipos real de Estados Unidos sólo se ha invertido desde noviembre.

 Por lo tanto, la tesis de Societé Generále no ha cambiado en lo esencial: prevé algunos trimestres más de baja volatilidad de la bolsa antes de que se produzca un repunte del ciclo en la misma, debido a causas naturales, es decir, tipos reales más altos y una curva de tipos reales más plana. “Mientras tanto, el flujo del mercado de opciones podría provocar un rebasamiento de los parámetros de volatilidad a la baja, pero, como veremos en las próximas páginas, no hay motivos inmediatos de alarma”, aseguran.

Una fiesta parecida a 2017

Estos expertos sugieren que lo que se observa en los mercados puede ser muy similar al año 2017 en términos de explosión alcista y volatilidad. “Los años 2017 y 2024 comparten similitudes en términos de sólidos resultados de la renta variable y baja volatilidad…”, se cuestionan. Muchos inversores se han sorprendido por la fuerte caída de los parámetros de volatilidad implícita en los últimos meses y temen que terminen produciéndose presiones técnicas como en el año 2017.

“Por lo pronto, el presente ejercicio va por delante de 2017 en términos de rentabilidad hasta la fecha, pero si la renta variable no se toma un respiro pronto, 2024 podría empezar a parecerse más a 1995 que a 2017. En cualquier caso, la historia sugiere que los entornos de baja volatilidad hacen que los mercados de renta variable suban gradualmente, y es aconsejable contar con coberturas alcistas en tales circunstancias”, advierten.

La correlación media por pares entre los sectores del S&P 500 también es bastante baja este año, pero no ha caído a los niveles de mediados y finales de 2017 y esto se debería principalmente al aumento de la correlación entre los sectores de tecnología y servicios de comunicaciones.

Societé Generále también expone que 2017 fue más extremo que 2024 en términos de volatilidad intradía. “El rango medio real del S&P 500 y el número de días consecutivos sin registrar un rango intradía del 2,5% fue más acusado en aquel año… Por ejemplo, la bolsa europea está experimentando una excepcional falta de volatilidad”, analizan.

Así, en términos de volatilidad observada en lo que va de año, 2017 fue significativamente inferior a 2024. “Si la correlación de la volatilidad persiste durante el resto de este año, los 10 años más próximos a 2024 podrían ser una guía útil para estimar dónde puede terminar la volatilidad a finales de este año… Sería necesario que se produjeran algunos acontecimientos imprevistos para que la volatilidad superara el 20%”, concluye.

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