Perspectivas de inversión

Las 5 preguntas que mantienen ocupadas las cabezas de los inversores en 2024

Los mercados afrontan el nuevo año con múltiples incertidumbres en el plano energético, geopolítico y con dudas sobre el rumbo de la política monetaria ante un crecimiento económico que sigue sorprendiendo al alza.

Las cinco preguntas que mantendrán ocupadas las cabezas de los inversores en 2024.
Las cinco preguntas que mantendrán ocupadas las cabezas de los inversores en 2024.
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En apenas un mes, el año 2024 ya nos ha dejado unas cuantas pistas sobre lo que nos espera en el mercado. La incertidumbre se ha instalado en los mercados, en la geopolítica y en la sociedad. Las bolsas se enfrentan a un mundo pintado de todo menos de color de rosa, aunque en todos los informes de estrategia surgen caballos ganadores.

¿Quién puede hacer frente a la incertidumbre? Las bajadas de tipos de interés (cuándo y cuántas), el giro de la inflación, las oscilaciones en el mercado de bonos, la sobrevaloración de Wall Street, los zarpazos del petróleo, una geopolítica amenazante o el futuro de las elecciones en Estados Unidos son fuentes de preocupación. ¿Una montaña rusa en el mercado? Estas podrían ser las cinco preguntas clave que debería hacerse todo inversor en estos momentos.

¿Es el momento de asumir más riesgo?

Los mercados de renta variable han tenido un buen comienzo de año con el S&P 500 subiendo en el entorno del 2,5% y Europa un 1,2%. Los inversores parecen bastante relajados porque todo está yendo más o menos como se preveía y la consultora McKinsey, asegura que los inversores están dispuestos a asumir más riesgo en 2024 que en 2023.

Sin embargo, Björn Jesch, Global CIO de DWS, afirma para 'La Información' que el potencial alcista en 2024 es muy limitado argumentando que los mercados de acciones ya han incorporado una cantidad considerable de riesgos. Señala además, que observando los estrechos diferenciales entre los bonos de alto y bajo rendimiento y como el mercado ha absorbido la oferta récord de nuevos bonos corporativos tanto en Europa como en Estados Unidos, resulta difícil afirmar que los inversores no están asumiendo ya “muchos riesgos”.

Por otro lado, Pedro del Pozo, director de inversiones financieras en Mutualidad, sostiene que, aunque el escenario general -aterrizaje suave de las economías en un contexto de reducción de inflación y tipos- debería ser favorable para las bolsas, “observamos un recalentamiento importante en las bolsas de Estados Unidos y también en el Eurostoxx, no tanto en el Ibex”, apunta.

¿Bonos o acciones?

Desde DWS se aboga por un enfoque equilibrado. Argumentan que mientras los bonos ofrecen rendimientos atractivos y protección en una economía en deterioro, las acciones son preferibles si se anticipa una recuperación económica más rápida y fuerte. En este sentido, según un estudio de BlackRock, los bonos ofrecen una rentabilidad esperada del 3,5% en 2024, mientras que las acciones ofrecen una rentabilidad esperada del 10%

Por el contrario, desde Mutualidad se inclinan más hacia la renta fija, considerándola más atractiva y segura que las bolsas en las cotizaciones actuales. "No solo hablamos de rentabilidades atractivas sino también de mejoras de valoración a medio plazo, en la medida que los tipos de interés comiencen su proceso de normalización", explican.

Precio de la energía e impacto sobre la inflación

Según las previsiones para 2024 de ANZ Research, los precios del gas natural se reducirán notablemente, con una disminución prevista del 26.5%, mientras que los precios de la gasolina y el diésel también podrían experimentar una caída, rondando los 1.4 euros/litro y 1.3 euros/litro respectivamente. Mientras tanto, la previsión media para el petróleo Brent se sitúa entre los 80 y los 90 dólares por barril.

“La inflación sigue siendo una fuente de preocupación mayor, exacerbada por conflictos geopolíticos y la volatilidad en los precios de los alimentos que podrían alterar las previsiones actuales”, señala Del Pozo, que además advierte “mientras la crisis en el Mar Rojo persista, es complicado esperar una caída significativa en el precio del barril, lo que impactará en la inflación".

La posible subida de precios debido al encarecimiento de la energía, agravada por las tensiones en Oriente Medio, podría llevar a los bancos centrales a adoptar una postura más conservadora en cuanto a las tasas de interés, retrasando posibles recortes hasta avanzado 2024, lo que supondría un frenazo para la recuperación económica.

¿Qué factores económicos pueden truncar el sentimiento positivo en los mercados?

Seguimos en las secuelas de una crisis pandémica mundial aún no resuelta completamente, enfrentando problemas en la cadena de suministro a nivel global. Además, estamos ante más de una década de políticas monetarias extremadamente laxas y, más recientemente, un aumento significativo en el gasto público, elevando la deuda pública a niveles récord. Hay incertidumbre sobre los recursos de los bancos centrales y gobiernos ante una nueva crisis económica global.

Desde DWS identifican dos riesgos principales: un posible resurgimiento de las tasas de inflación y un accidente financiero en Estados Unidos. Estos representan desafíos significativos, ya que una inflación descontrolada podría erosionar el poder adquisitivo, mientras que un accidente financiero en la mayor economía del mundo tendría repercusiones globales.

Además, el panorama geopolítico presenta riesgos políticos a nivel global, con tensiones que surgen a medida que el mundo se adapta al ascenso de China y la competencia económica entre Estados Unidos, China y Europa. Las recientes elecciones en Taiwán y el riesgo de repetición de maniobras militares chinas que interrumpieron las rutas marítimas asiáticas en 2022 son aspectos a considerar, al igual que la liquidación ordenada por un tribunal de Hong Kong de la mayor inmobiliaria china, Evergrande

Cuenta atrás para las elecciones norteamericanas

Las elecciones presidenciales de Estados Unidos de 2024 se acercan, y con ellas, la incertidumbre para los mercados financieros. Desde Mutualidad se señala que “este impacto se magnifica aún más debido a la previsible polarización en la campaña electoral, con dos modelos de gestión, representados por los candidatos Biden y Trump, que difieren en gran medida en temas clave como la política internacional, las relaciones con China y Europa, la política comercial y el gasto fiscal”.

Biden representa el ala más moderada del Partido Demócrata. Su agenda se centra en la recuperación económica, la lucha contra el cambio climático y la reducción de las desigualdades. Por el contrario, Trump representa el ala más conservadora del Partido Republicano con una agenda focalizada en la reducción de impuestos, la flexibilización de las regulaciones y el fortalecimiento de la seguridad nacional.

A pesar de esta gran polaridad, DWS no anticipa movimientos significativos en el mercado, sino más bien un año marcado por una gran cantidad de titulares y discusiones políticas. Desde DWS se advierte: “es crucial que los inversores sean prudentes a la hora de tomar decisiones basadas únicamente en las expectativas del resultado electoral”.

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