Peter Marber (Aperture Investors) 

“Los bancos pueden beneficiarse de la mejora de actividad en los emergentes”

Si la retirada de la Fed es gradual en 2022 y estos mercados alcanzan altas tasas de vacunación, pueden tener suficiente impulso económico para volver a las tasas de crecimiento previas a la crisis.

Peter Marber, director de Mercados Emergentes de Generali Investments
Peter Marber es director de Mercados Emergentes de Aperture Investors, socio de la plataforma multiboutique de Generali Investments
Generali Investments

Los mercados emergentes pueden erigirse como unos de los ganadores en el ciclo que se va a comenzar tras la pandemia. Peter Marber, director de Mercados Emergentes de Aperture Investors, socio de la plataforma multiboutique de Generali Investments, explica cuál es la previsión de estas regiones y cómo construir cartera.

PREGUNTA.- ¿Pueden ser los mercados emergentes los ganadores de un entorno post Covid?

RESPUESTA.- Sí, pero es difícil generalizar. Hay que definir el concepto de Mercados Emergentes (ME). En los índices de inversión, la categoría de ME incluye países ricos como Corea del Sur y Qatar, junto con algunos de los países más pobres del planeta. Comprende importadores y exportadores de materias primas, fabricantes industriales y sociedades de alta tecnología. Es lamentable que muchos inversores piensen que los mercados emergentes son un solo tipo de país, pero su alcance es amplio e incluye más de 100 países. Olvidamos que cuando los precios de las materias primas suben, por ejemplo, ayuda a los países exportadores, pero también perjudica a los importadores. Así que, sin duda, veremos muchos ganadores y también perdedores.

P.- ¿Cómo pueden afectar a los emergentes la posible retirada paulatina de los estímulos monetarios en Estados Unidos?

R.- Afortunadamente, no parece que la política monetaria estadounidense vaya a cambiar mucho en 2021, por lo que los ME tienen algo de tiempo. Si la retirada de la Reserva Federal de Estados Unidos es gradual en 2022 y los mercados emergentes alcanzan altas tasas de vacunación, estos pueden tener suficiente impulso económico para volver a las tasas de crecimiento anteriores a la crisis. Hay que tener en cuenta que muchos mercados emergentes están más ligados a China (el mayor mercado emergente), y que el gigante asiático ha estado relajando su política monetaria. Por lo tanto, en comparación con el período del Taper Tantrum de 2013, es posible que esta vez no veamos el mismo impacto negativo. 

También hay que recordar que, en aquel entonces, muchos países emergentes tenían déficits por cuenta corriente del 4-5% del PIB, pero hoy la mayoría está en equilibrio. Además, el flujo de capital externo hacia los ME en los últimos años ha sido mucho menor que en los años anteriores al Tantrum de 2013. Y los tipos de cambio reales no están ni de lejos tan sobrevalorados como entonces. Por último, con algunas excepciones como Turquía, la mayoría de las necesidades de financiación externa de los mercados emergentes como proporción de las reservas de divisas también han disminuido sustancialmente en los últimos 8 años. Están en mucha mejor forma para manejar la situación.

P.- Otro foco principal está en el mercado de divisas. Un endurecimiento monetario podría fortalecer al dólar, perjudicando a las divisas emergentes. ¿Es un escenario que ven posible?

R.- Sí, un dólar fuerte no suele ser bueno para los países emergentes. Un entorno con un dólar fuerte suele significar un descenso del valor de las divisas de dichos mercados. Esto suele provocar en ellos una inflación que requiere tipos de interés más elevados, lo que frena el crecimiento económico local. El mundo ha estado en un ciclo de fortaleza del dólar durante algunos años y muchos inversores de los países emergentes esperaban que esto cambiara en 2021. 

Pero el proceso de vacunación en los emergentes ha sido muy lento y las nuevas variantes de COVID se están extendiendo. Por lo tanto, la reapertura en muchos ME ha sido más lenta de lo que los inversores podrían haber esperado a principios de 2021. Pero cabe esperar que cuando estas economías se reabran por completo y vuelvan a participar en la escena mundial, las divisas emergentes se fortalezcan, los tipos de interés bajen y se inicie un nuevo ciclo de crecimiento.

P.- ¿Cómo hay que construir una cartera para manejar ese riesgo divisa que puede ir produciéndose?

R.- Invertir en bonos y acciones emergentes conlleva un riesgo de divisas, lo que debería ser una de las principales preocupaciones de los inversores extranjeros. Sólo deberían invertir en esas clases de activos si se sienten cómodos asumiendo esa volatilidad cambiaria. Curiosamente, en 2021, los países cuyas monedas están estrechamente alineadas con el dólar estadounidense, como muchos de Oriente Medio, han visto cómo sus mercados bursátiles superaban en gran medida (en términos de dólares estadounidenses) a los de otros países emergentes cuyas monedas se han depreciado.

Un área en la que los inversores pueden evitar el riesgo cambiario es la de los bonos emergentes en divisa fuerte, como el dólar estadounidense y el euro. Estos instrumentos, que se han pasado por alto, tienen las ventajas de un mayor rendimiento y de la ausencia de volatilidad de las divisas.

P.- Las materias primas han desarrollado un ciclo alcista y, de hecho, muchos expertos señalan que aún queda camino por recorrer. Muchos de los países emergentes son productores de este tipo de productos (petróleo, gas, cobre, soja, metales industriales etc.). ¿Le queda recorrido al alza a las materias primas? ¿Cuáles son los países más destacados?

R.- Las materias primas son importantes para muchas economías emergentes y hemos visto que los mercados bursátiles del Golfo, por ejemplo, han superado a la mayoría de los emergentes en 2021. Pero, como he mencionado antes, hay tantos países emergentes importadores de materias primas como exportadores. Así, mientras que algunos países se han beneficiado, otros han experimentado una mayor inflación.

P.- ¿Qué compañías pueden beneficiarse de este entorno más inflacionario en el mundo?

R.- Los bancos y el sector financiero podrían beneficiarse del aumento de la actividad económica, junto con los sectores de consumo cíclico, como la hostelería, que se vio muy afectada durante la pandemia. Se empezó a ver el repunte de estos sectores a partir de finales de 2020, cuando se anunciaron las vacunas y los inversores anticiparon la reapertura económica en 2021.

P.- Asia, y China en particular, han resistido mejor la embestida del Covid. ¿Está preparada para ampliar su crecimiento con más fortaleza que los países desarrollados?

R.- Sí, China seguirá creciendo más rápido que la mayoría de los países desarrollados ricos, y su crecimiento -incluso al 4 o 5% anual- aporta mucho a la economía mundial. China genera ahora alrededor de 15 billones de dólares de los 85 billones de dólares del PIB mundial. Se trata de un gran cambio con respecto al año 2000, cuando sólo representaba 1,2 billones de dólares en un mundo de 33 billones de dólares de PIB. 

Aunque las tasas de crecimiento más rápidas de China son cosa del pasado, olvidamos que si el país crece incluso a un 4-5% anual, esto supondría un crecimiento de 600.000 a 750.000 millones de dólares, lo que es sustancial para el mundo. El país es ahora la segunda economía más grande del planeta, y el segundo mayor mercado de acciones y bonos. Debería estar en el radar de todos los inversores, tanto de aquellos que se fijan en emergentes como de aquellos que lo hacen en países más avanzados.

P.- ¿Cuáles son los sectores mejor posicionados en China para beneficiarse de la recuperación tras la superación de la pandemia?

R.- En China, el sector tecnológico fue el ganador de la era Covid, como en muchos países, pero ha comenzado a enfriarse últimamente. Esto se ha debido a una combinación de mercados sobresaturados y las preocupaciones sobre nuevas posturas del gobierno hacia el control de datos y el debilitamiento de posibles monopolios. Los inversores podrían considerar volver a apostar por sectores de reflación como el financiero y el de consumo cíclico.

P.- Al margen de China, en Asia también hay otros mercados como Tailandia o Indonesia que pueden sacar partido de una mejora del sector servicios. ¿Son regiones que tienen en el radar?

R.- Sí, Asia seguirá siendo la región de más rápido crecimiento del mundo, sobre todo porque muchos están vinculados a la economía de China a través de las cadenas de suministro, etc. A largo plazo, uno podría centrarse en la India, que todavía tiene un gran potencial para mejorar la productividad total de los factores a través de la educación y la sanidad, la mejora de las infraestructuras y la reforma normativa. Estos cambios suelen llevar décadas, y desgraciadamente el Covid ha paralizado muchos avances en el país. Sin embargo, a 10 ó 20 años vista, la India puede ser una de las mejores oportunidades para los inversores en emergentes.

P.- Latinoamérica es una de las zonas más golpeadas de la pandemia. ¿Qué margen de recuperación tiene tras la pandemia? ¿Qué países son los que tienen más potencial?

R.- América Latina ha sufrido durante el Covid, y su recuperación es muy desigual. Chile ha tenido una mejor gestión del virus y la rápida vacunación de su población. Sigue siendo la economía más sólida de la región, pero es relativamente pequeña en comparación con Brasil y México. Sin embargo, los problemas de la región van más allá del Covid; en los últimos años ha habido un deterioro de las tendencias políticas: en algunos países hacia la autocracia, en otros más hacia el socialismo. Será interesante observar las elecciones de los próximos dos años para ver cómo evoluciona la región después del Covid. Muchos países latinos han perdido su calificación de grado de inversión en los últimos años, uno esperaría ver mejores decisiones políticas en el futuro para revertir la tendencia.

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