Recuperación en bolsa

¿Caso alcista o bajista para el inversor? La banca llega a su encrucijada en bolsa

La llegada del gran ciclo alcista en los tipos de interés y el crédito devuelve al sector a tiempos pasados de rentabilidad pero la incertidumbre sobre la recesión ensombrece este horizonte.

Cajero automático. EUROPA PRESS (Foto de ARCHIVO) 1/1/1970
Cajero automático de una entidad bancaria.
EUROPA PRESS

Los bancos europeos se encuentran en una encrucijada en este 2022. La rápida subida de los tipos de interés este verano alimenta sus márgenes y expectativas de rentabilidad como no se había visto en varios lustros. La era de los tipos negativos ha terminado de sopetón. Pero, por otro lado, la sombra de la recesión es  demasiado alargada como para que los inversores la ignoren. Los dos bandos, alcistas y bajistas con la banca, quedan retratados por la división de opiniones en el seno del equipo de análisis de Bank of America (BofA), que confronta ambas opiniones en un informe.

"Nuestros analistas del sector bancario son optimistas, ya que el aumento de los tipos de interés genera ingresos sin coste, mientras que las pérdidas crediticias aún deberían permanecer bajas. En cambio, nuestros estrategas de renta variable son bajistas y esperan que los bancos se desvanezcan debido a los indicadores de actividad más bajos, la disminución de los rendimientos de los bonos y la ampliación de los diferenciales de crédito", afirman en un informe Sebastian Raedler y Alastair Ryan, analistas de BofA.

Lo cierto es que el índice Stoxx Banks, que agrupa a las principales entidades financieras del euro, se revaloriza un 8,5% en septiembre en su mayor subida desde febrero de 2021. De este modo, el sector ha roto con una larga racha de caídas. Dentro del Ibex 35, son los bancos quienes mejor lo hacen en 2022 con subidas del 49% para Caixabank, del 29% para Sabadell y del 28% para Bankinter. BBVA (-2%) y Santander (-10%) divergen.

Desde enero ha llegado a caer más del 25% pero el rápido giro hacia tipos de interés más altos en Europa a partir de julio ha espoleado sus ascensos. Fue entonces cuando el Banco Central Europeo (BCE) anticipó su salida del dinero gratis con un alza de medio punto, más de lo previsto. En septiembre se ha confirmado con el alza de 0,75 puntos que el banco central ha prometido -al menos su presidenta Christine Lagarde- que irá más allá.

Es parte del argumentario alcista para la banca en bolsa. “La tasa de depósito del BCE se ha movido a territorio positivo por primera vez en una década, y es probable que sigan más aumentos. Nuestros analistas bancarios destacan que los bancos han triplicado sus depósitos no pagados desde 2007 hasta los 8 billones de euros por lo que recibirán 88.000 millones de euros en ingresos libres de costes y de capital gracias a un aumento previsto del 2,5% en el tipo de interés oficial efectivo”, explican desde BofA.

Además, según sus previsiones, los riesgos crediticios para los bancos han disminuido significativamente. Bank of America estima que el deterioro máximo en forma de préstamos fallidos estén “dos tercios por debajo” de la crisis de 2008 o la sucedida entre 2011 y 2012. La cuenta sale a ganar para la banca porque multiplicará por tres los ingresos por depósitos respecto anteriores recesiones mientras que perderá solo un tercio con los créditos. Como resultado de esto, el potencial de ganancias para la banca en tres años es mayor que las expectativas de que pequen de falta de rentabilidad.

Ahora bien, ¿cuál es la otra versión del relato que también cuenta Bank of America? El principal argumento bajista es la desaceleración del crecimiento, el descenso en los rendimientos de los bonos -sobre todo, por el descenso de precios- y los diferenciales crediticios más amplios: “Serán un lastre. Como sector cíclico interno, los bancos tienden a tener un rendimiento inferior cuando el crecimiento de la zona del euro se desacelera, es decir, los PMI -índices de actividad manufacturera y servicios- de la zona del euro disminuyen. Esperamos que el PMI de la zona del euro caiga de 47 a 43 a finales de año, un nivel consistente con una recesión promedio de la zona del euro, en respuesta al peor deterioro de las condiciones crediticias de la zona del euro desde 2013, una desaceleración en el crecimiento de la oferta monetaria y la crisis energética europea”.

Bank of America se proyecta al final de las subidas de tipos en Europa, algo que sucederá antes de final de 2022 según los expertos, para explicar por qué hay sombras en el horizonte que desdibujan la rentabilidad que deben esperar los accionistas de los bancos. “Como sector sensible a las tasas, el desempeño relativo de los bancos también suele seguir los movimientos en los rendimientos de los bonos. Esperamos que los rendimientos reviertan su reciente aumento a medida que los bancos centrales cambian el enfoque de la inflación a las preocupaciones por el crecimiento”, apuntan. 

Según esta visión táctica, los estrategas del BofA ven un riesgo de que los rendimientos de los bonos se excedan -y los precios se desplomen-, “aunque creemos que si esto sucede en el contexto de un debilitamiento del crecimiento, es probable que siga siendo un lastre neto para los bancos, como sucedió en el primer semestre de este año”. 

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