La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha suspendido la cotización de Talgo de forma cautelar y con efecto inmediato tras haberse disparado en bolsa un 10% a partir de las 14:00 horas de este jueves ante los rumores de una oferta de adquisición por parte del grupo húngaro DJJ Group, propietario de la empresa ferroviaria Magyar Vagon del multimillonario Andreas Tombor. El viernes, sin que se haya transmitido ninguna información adicional, los títulos continúan suspendidos.
El pasado mes de noviembre, la compañía fabricante de trenes confirmó el interés que había manifestado un grupo empresarial húngaro para adquirir el 100% de la compañía a un precio de 5 euros por acción, como adelantó 'La Información'. La oferta valoría la empresa en unos 632 millones de euros y permitiría a los accionistas de control, liderados por el fondo Trilantic, la venta de sus acciones.
Este fondo de inversión controla la compañía de forma indirecta a través de la sociedad Pegaso Transportation International SCA, que a fecha de hoy es titular del 40,03% del capital de la firma. Más allá de esta sociedad, el resto del capital se reparte entre la familia Torrente Blasco, que maneja otro 5,03% del capital a través de su firma de inversión Torrblas; la aseguradora Santa Lucía (2,86%), y el resto está en manos de miembros del Consejo de Administración e inversores minoritarios como Amundi (2,05%), Santander Asset Management (1,86%) o Norges Bank (1%).
Este jueves, una noticia en 'El Confidencial' apunta a que esta empresa húngara ya estaría ultimando la presentación formal de la oferta y ha dado los primeros pasos con el fichaje de directivos, asesores financieros y de comunicación para hacerse con la empresa española. Ante la subida en bolsa, la CNMV ha decidido suspender su cotización a la espera de que Talgo aporte a los inversores más información sobre una posible operación.
En octubre, Magyar Vagon compró la planta de reparación de material ferroviario MÁV Vagon al Estado húngaro, como parte de un plan de reindustrialización del Gobierno de Orban. Según publicó el portal especializado Iho.hu a comienzos de semana, la filial de DJJ Group ha fichado como nuevo consejero delegado de su área ferroviaria a Ludvig László, ex director general de Siemens Mobility, que será también el encargado de analizar la potencial operación con Talgo.
László se licenció en ingeniería mecánica y obtuvo un doctorado en la Universidad Tecnológica de Budapest. Posteriormente participó en un curso de posgrado en ingeniería y economía en la Universidad de Economía de Budapest. Tiene un título de ingeniero, con especialidad en automatización.
La adquisición del fabricante español de trenes es uno de las piedras angulares de la estrategia trazada por Tombor para levantar un gigante europeo de infraestructuras, cuyo potencial inversor le sitúa entre los mejores situados para encauzar la reconstrucción de Ucrania y facilitar su integración en la Unión Europea una vez pueda darse por finalizado el conflicto que tiene abierto en el este del país por la invasión de Rusia.
En esta línea, el interés por la constructora española se acentúa si se tiene en cuenta el avanzado grado de desarrollo de su tecnología de ancho variable para construir trenes que pueden circular por vías con distintos anchos sin ningún problema. Una herramienta crucial para solucionar el problema que lastra la conexión ferroviaria de Ucrania con el resto de Europa: el ancho de vía de sus trenes es distinto al europeo.
Por tanto, para salvar esta diferencia de ancho es donde entra en juego la tecnología de rodadura desplazable de Talgo, que ha despertado el interés del fondo de inversor húngaro para superar la misma barrera que requiere un cambio de tren para todos los tráficos internacionales en sus estaciones fronterizas. Precisamente, el mismo problema que ha tenido el ferrocarril español con Francia durante más de un siglo, y que logró romper con la construcción del túnel internacional de El Pertús, ejecutado ya con estándares de vía europeos.
