El desplome de la lira pone contra las cuerdas al Banco Central y a la economía

El hundimiento de la lira, que en lo que va de año acumula un desplome del 31,7% en relación al euro, ha puesto contra las cuerdas al Banco Central de Turquía a las puertas de su reunión mensual -se celebra este jueves- y amenaza con resquebrajar los cimientos de la economía del país, muy afectada como todas las del Mediterráneo por el desplome del turismo a causa del coronavirus. La divisa emergente cotiza este miércoles en las 8,8063 unidades, muy cerca de los mínimos históricos que ha marcado en las últimas horas en 8,8123 liras por cada euro. 

Las últimas medidas anunciadas por el emisor turco sólo ha paliado en parte la crisis que atraviesa la moneda y que ha empeorado incluso la difícil coyuntura vivida en agosto de 2018 y en 2019. Hoy, precisamente, entra en vigor la medida anunciada el martes por el emisor por la que se reducen a la mitad los límites de los préstamos que éste concede a los bancos, con el fin de frenar la sangría de su divisa. "En el marco de las políticas restrictivas para la gestión de liquidez, los límites de los préstamos para bancos en el mercado de dinero interbancario del Banco Central de Turquía se reducirán a la mitad de los valores actuales", indicaba a través de un comunicado.

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Previamente, la institución capitaneada por Murat Uysal celebraba una subasta de 10.000 millones de liras (1.136,16 millones de euros) con vencimiento el próximo 16 de septiembre. "El país otomano no pasaba por sus mejores momentos dada las fuertes tensiones internas, algo que se ha agravado con la aparición del coronavirus, lo que ha creado una crisis monetaria en el país y ha provocado que el Banco Central de la República de Turquía (TCMB) no haya podido frenar el fuerte descenso en la reserva de divisas pese a sus múltiples intervenciones", apunta Diego Morín, analista del bróker IG. 

Inflación disparada, deuda en aumento e inestabilidad política

Desde su punto de vista, el gobierno de Erdogan tendrá que reaccionar rápidamente para frenar el incremento de la inflación, sin llegar a descartar una posible subida de los tipos de interés, ya que el par USD/TRY (dólar/lira) ha perdido más de un 140% desde el año 2017. Los expertos, de hecho, no descartan que el banco central pueda anunciar esta semana movimientos en los tipos de interés, que se mantienen en el 8,25% desde la última rebaja que aplicó el pasado mes de mayo.

Este nivel del precio del dinero contrasta con una inflación que ha llegado a alcanzar el 12%, en medio de un aumento cada vez mayor de la deuda del país para tratar de impulsar la economía por la vía del consumo. Esa deuda, sin embargo, escalaría al 35% a finales de este año, un nivel que es en realidad bajo en relación al de otros países de su entorno. En su última revisión del rating turco, la agencia de calificación crediticia Standard & Poor's estimaba que el PIB turco podría contraerse un 3,3% este año. 

"La pandemia parece estar bajo control, lo que debería permitir una recuperación más rápida en comparación con otras economías de mercados emergentes", sin embargo, incidía en que los riesgos políticos e institucionales siguen siendo elevados y en que la crisis ha tenido un efecto negativo en la economía turca "directamente, erosionando la demanda interna, e indirectamente, restringiendo el comercio exterior y el turismo". No son buenas noticias para un país que, tal y como recuerdan desde el bróker Monex Europe, fue el sexto mayor destino de exportaciones de Europa el año pasado, mientas que España y Francia son sus mayores prestamistas foráneos.

Turquía recibió 45 millones de turistas el pasado ejercicio, lo que le reportó al país unos ingresos en el entorno de los 30.000 millones de euros. El sector aporta un 13% a su riqueza, un porcentaje similar a su peso para España, si bien la entrada de divisa extranjera es más relevante que en nuestro caso.