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La travesía por el desierto de IAG: la recuperación, como mínimo, para 2024

Los bancos de inversión están en sintonía con la propia compañía, que retrasó en septiembre un año más la recuperación, aunque algunos apuntan ya a 2015. 

IAG
La travesía por el desierto de IAG: la recuperación, como mínimo, para 2024
José González

IAG afronta uno de los momentos más delicados de toda su historia. La crisis sanitaria y económica originada por la Covid-19 ha provocado que la mayoría de sus aeronaves permanezcan en tierra y su cúpula directiva se enfrenta a un escenario en el que la palabra incertidumbre está a la orden del día. La 'hoja de ruta' ha sufrido continuos cambios y numerosos bancos de inversión prevén que haya algo más de certidumbre el próximo 30 de octubre, día en el que rendirá cuentas y presentará sus resultados del tercer trimestre, de los que ya dio un avance hace pocos días y pronosticó un desplome del 83% de sus ingresos

Este viernes la aerolínea podría retocar sus previsiones para el cuarto trimestre del ejercicio como ya hizo con las del tercero a comienzos del mes de septiembre. Por aquel entonces, IAG vaticinó una caída del 78% en sus propias estimaciones en términos de asientos por kilómetro disponibles. Para los últimos tres meses del año la previsión es de una caída del 60%, aunque la situación es bastante menos halagüeña ya que se están imponiendo de nuevo restricciones a los viajes en toda Europa. Por tanto, "no podemos descartar un pronóstico peor", según señalan los analistas de Banco Santander en su informe de análisis previo a sus resultados, que serán complicados y de baja visibilidad en adelante, como así lo titulan. 

El grupo aéreo ya señaló, en su adelanto de resultados del tercer trimestre, que las reservas recientes no habían evolucionado como se esperaba. La compañía lo achacó, al igual que el resto del sector, a las medidas adicionales implementadas por muchos gobiernos europeos en respuesta a la segunda ola de infecciones de covid-19, incluyendo un aumento de los confinamientos y la extensión de los requisitos de cuarentena a los viajeros por parte de un número creciente de países. Desde la propia Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) también rebajaron sus previsiones de tráfico para 2020, sobre todo después de una temporada de verano bastante peor de lo esperado.

La incertidumbre está presente cada semana y el consenso de mercado es consciente de ello. Los bancos de inversión son poco optimistas con IAG ya que prevén que vuelva a los beneficios en 2022 pero la recuperación de su negocio llegará mucho más tarde ya que es probable que los ingresos no recuperen niveles preCovid hasta, como mínimo, 2024. De hecho, no se descarta que sea un año más tarde, en 2025, si la situación continua con elevadas restricciones a los viajes en algunos de sus grandes mercados como son Europa y Latinoamérica. 

En esta línea, los analistas de Banco Sabadell destacan en su último informe que "pensamos que a medida que la normalización se vaya dando, IAG sacará partido de las medidas de reducción de costes que ha implementado, si bien en términos de beneficio antes de intereses e impuestos (ebit), no estimamos que pueda alcanzar el nivel de 2019 hasta 2024 ó 2025". Por tanto, los expertos de la entidad presidida por Josep Oliú dejan abierta la puerta a que se aplace un año más. 

La propia IAG es consciente de esta 'travesía por el desierto'. El holding aéreo formado por Iberia, British Airways, Vueling, Aer Lingus y Level, en su última junta general de accionistas, aplazó la recuperación de su negocio para 2024, un año más tarde. ¿El motivo? Los rebrotes de la pandemia continúan poniendo de manifiesto que la recuperación será más tardía de lo esperado. Diego Morín, analista del bróker IG, ha señalado a La Información que "ahora mismo, establecer un rumbo a las aerolíneas es complejo hasta que no exista la posibilidad de tener una vacuna que garantice la movilidad de los viajeros sin riesgo, algo que tardará debido a los procedimientos que se necesitan para aprobar una vacuna, por lo que la volatilidad y la especulación seguirá produciéndose". 

Este 'cóctel' es lo que ha provocado que IAG sufra un desplome superior al 76% y que ya solo capitalice 5.500 millones tras llevar a cabo una ampliación de capital de 2.741 millones de euros. De hecho, a finales de septiembre marcó mínimos desde finales de 2012 y actualmente cotiza sobre los 1,178 euros por título. Juan José Fernández-Figares, director de Análisis de Link Securities, ha destacado que "el escenario es cada vez más complejo, al menos en el corto/medio plazo, con todas las compañías reduciendo capacidad y estructura. IAG tiene mucha liquidez, más aún tras la reciente ampliación, por lo que en el corto plazo no debe experimentar tensiones de tesorería, algo que sí pueden sufrir otras más pequeñas y con balances no tan sólidos". Aun así, y para los que estén dudando sobre si invertir tras las caídas, recalca que "como inversión, y a pesar de que las acciones puedan parecer 'baratas', no lo vemos, al menos por ahora". 

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