Renta fija privada

El crédito corporativo en Europa es un gran desafío para la escalada de tipos

Las empresas están aguantando la primera ola de vencimientos con tipos más altos sin dificultades pero los expertos alertan que conforme siga avanzando el calendario surgirán problemas en algunos emisores.

Cartel empañado de la sede del BCE.
Cartel empañado de la sede del BCE.
DPA vía Europa Press

Es uno de los grandes desconocidos, pero que en muchas ocasiones actúa de termómetro: el mercado de la deuda privada. Cuando este río se seca suelen ser malos presagios para la economía. ¿Y qué sucede ahora en este segmento dentro de Europa? Básicamente, el sector europeo del crédito privado se mantiene firme en la segunda mitad del año, a pesar de un contexto económico inestable y de las continuas subidas de tipos. No obstante, la debilidad de algunos recovecos del mercado subraya la importancia de ser prudentes, según los exertos.

El aumento de los tipos de interés eleva el importe que las empresas tienen que pagar por el servicio de su deuda. En 2021 las empresas privadas dedicaban alrededor del 23% de su ebitda al servicio de la deuda, mientras que este año la cifra ha aumentado hasta cerca del 36%. Esto no sólo significa que las empresas tienen menos capital para dedicar a capex y crecimiento, sino que también provocará un modesto repunte de los impagos en el próximo año, según estudios de PwC.

“Aunque el muro de los vencimientos se está derrumbando, también prevemos que algunas empresas tendrán dificultades para refinanciarse con rendimientos más elevados en los próximos años, lo que planteará más retos”, comentan desde Fidelity.

En la actualidad son los sectores tradicionalmente más estables (como las telecomunicaciones o el software) los que soportan un mayor apalancamiento, y los que están sufriendo el mayor impacto del descenso de las ratios de cobertura de intereses. “Eso sí, cuando surjan problemas, es poco probable que sean específicos de un sector concreto, sino que afectarán más bien a las empresas en las que existan retos crediticios idiosincrásicos”, aseguran desde JP Morgan en un informe.

El panorama no es sombrío en todas partes. El mismo estudio revela que más de la mitad de las empresas se están desapalancando, y a pesar de la mayor carga de intereses, la mayoría todavía puede acceder a la liquidez a través de sus líneas de crédito renovables (RCF). Sólo se está recurriendo a alrededor del 15% de estas líneas, lo que sugiere que las compañías aún disponen de mucha flexibilidad para capear el temporal e incluso prosperar.

“Con unos rendimientos que se acercan a los dos dígitos para las estrategias rentables y unas condiciones cada vez más favorables para los prestamistas, creemos que los próximos 12-18 meses podrían traer consigo una gran cantidad de operaciones para los inversores”, comentan desde Fidelity.

El desafío de los vencimientos

En el segundo semestre de 2023, las empresas de capital riesgo parece que se centrarán en gestionar sus próximos vencimientos, ya que la subida de los tipos incrementa los costes de refinanciación, una tendencia que hemos observado en el segundo trimestre con una oleada de operaciones de modificación y ampliación que han ampliado el plazo de los acuerdos existentes, según los expertos.

“Estamos viendo a muchas organizaciones adoptar un enfoque activo en la gestión de la liquidez y el apalancamiento de sus empresas en cartera mediante inyecciones de capital… Por ejemplo, a principios de junio vimos cómo SVP inyectaba 150 millones de euros a su empresa de cartera Kloeckner Pentaplast”, recuerdan los analistas de JP Morgan.

Los hermanos Issa y TDR Capital también están aportando capital para apoyar la adquisición por Asda de las tiendas de EG Group, junto con deuda colocada de forma privada y venta y arrendamiento posterior. Esta transacción debería permitir a EG Group refinanciar el gran muro de vencimientos de 2025 al que se enfrenta actualmente.

Por otra parte, se observa que los prestatarios acuden al mercado en busca de operaciones corporativas oportunistas, ya sea para liquidar RCF o para financiar fusiones y adquisiciones de menor envergadura. 

Una gran mayoría de estas operaciones se colocan ahora en privado, ya que los prestatarios prefieren la certidumbre de colocar una operación a tratar de obtener 50 puntos básicos adicionales sobre el descuento de la emisión original si se lanzan al mercado en general. Así se ha visto en operaciones como las de Socotec, IU Group, Stada y Nemera durante el segundo trimestre.

Mientras, la extensión del muro de vencimientos en Europa, combinada con la mejora de las posiciones de liquidez a través de los RCF y el apoyo de los patrocinadores, ofrece cierto optimismo para la segunda mitad del año, equilibrando el aumento de los impagos que podría esperarse a medida que las condiciones se vuelvan más difíciles y los tipos de interés sigan subiendo.

La actividad en el mercado primario europeo durante el primer semestre del año se ha reducido a 18.300 millones de euros, frente a los 25.800 millones en la primera mitad de 2022. Esta caída se ha visto impulsada por un descenso de la actividad de adquisición de empresas, con un volumen de operaciones de financiación de adquisiciones a largo plazo que ha caído hasta 3.200 millones de euros en lo que va de año, frente a los 13.300 millones de euros del mismo periodo del año anterior.

“Sigue habiendo un desajuste entre las expectativas de valoración de compradores y vendedores, y aunque la diferencia se está reduciendo, no esperamos que el ritmo de financiación de fusiones y adquisiciones en este ámbito aumente drásticamente antes de finales de este año como muy pronto”, finaliza Fidelity su análisis.

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