El Bitcoin es una de las criptomonedas más conocidas en el mercado. Fue creado en 2009 por un programador autodenominado Satoshi Nakamoto, pero continúa sin conocerse su nombre real.
Este sistema financiero es descentralizado, por lo que no tiene detrás a ningún gobierno ni empresa y por tanto no se puede considerar una moneda tradicional de curso legal. Además, permite realizar intercambios electrónicos así como la compra y venta de cualquier producto o servicio.
Su funcionamiento se basa en asociarse a una cartera o monedero virtual desde donde se descuenta la cantidad precisa o se reciben los pagos. La ventaja es que puede utilizarse desde cualquier dispositivo y tiene asociadas llaves criptográficas, es decir, códigos privados o públicos a los cuales tiene acceso el usuario.
Valor actual
Algunas de las características que más atraen a sus partidarios son su seguridad ante falsificaciones, su facilidad de intercambio, su portabilidad, la durabilidad y divisibilidad así como su facilidad para manejarlo o programarlas.
Su precio actual ha vuelto a marcar máximos, concretamente es su enésimo récord, y el valor de un bitcoin corresponde a unos 53.563,32 euros al cambio (64.000 dólares).
[Sigue en tiempo real la cotización de Bitcoin]
Su precio ha ido variando tanto con los años que los expertos apuntan que quienes comprasen bitcoins por valor de 100 euros en 2010, podrían haber ganado hasta 120.000.000 euros al venderlos tres años más tarde.
Quién determina el precio
Su valor está marcado por la oferta y la demanda, es decir, es determinado por todo aquel que participe en el proceso de compra-venta, pero también pueden influir otros factores.
Además, los denominados mineros o productores de Bitcoin pueden proponer un precio de venta de sus activos y pasar por un proceso de regateo llegando a los acuerdos necesarios con los compradores.
Este tipo de tratos son habituales en las plataformas online especializadas, aunque también pueden llegarse a acuerdos en persona. Estos intercambios se caracterizan por ser instantáneos, monitorizables en tiempo real y no requieren intermediarios. Pero lo cierto es que, como en otros activos, es importante estudiar el mercado y valorar las operaciones, por lo que los más novatos deben tener cuidado.
