Tras el dato de IPC en EEUU

La desinflación enchufa a las bolsas al optimismo con el fin de ciclo de la Fed

Los inversores comienzan a ver la luz al final del tunel de las subidas de tipos de interés después de que la economía estadounidense de muestras creíbles de estabilización en los precios de consumo.

Las bolsas asisten a su mejor racha desde septiembre.
Las bolsas asisten a su mejor racha desde septiembre.
DPA vía Europa Press

El arranque de 2023 ha llegado cargado de buenos rendimientos para las bolsas. Un optimismo que pasa porque la inflación vuelva a su cauce en el entorno del 2% a medio plazo y fuerce a los bancos centrales a parar la máquina de las subidas de tipos de interés, sobre todo, en el caso de la Reserva Federal (Fed). El último informe del Índice de Precios de Consumo (IPC) en EEUU de diciembre parece haber devuelto el equilibrio a la fuerza y las expectativas de que eso suceda.

La reacción de las bolsas fue positiva. En Europa, el Ibex 35 se anotó un 1,1% y consolidad un rally alcista que le lleva a sumar más del 7% en 2023, en línea con los ascensos de hasta el 8% en otros índices europeos como el Dax alemán, el Cac francés o el Ftse británico. En Wall Street, tanto Dow como S&P y Nasdaq completaron otra jornada en positivo. Para la mayoría de indicadores, la última secuencia de subidas les ha colocado en nuevos máximos anuales y en niveles no vistos desde abril y mayo de 2022.

Pero los dos indicadores que mejor recogen que algo ha mutado en el sentimiento inversor están fuera de la renta variable y los bonos. En concreto, los futuros sobre tipos y el mercado de divisas. La clara subida del euro frente al dólar por encima de 1,08 unidades previene de un cambio en la velocidad de la política monetaria entre Europa y EEUU. Por otro, la cotización de las expectativas para la próxima reunión del 1 de febrero indican que la Fed puede subir tan solo en 25 puntos básicos las tasas y puede incluso anunciar la esperada pausa en el ciclo restrictivo.

Cómo leer el dato de IPC

La inflación en EEUU se moderó en diciembre al 6,5% interanual, seis décimas menos que en noviembre y en línea con las previsiones. Sin embargo, la tasa mensual registró su primera caída (-0,1%) desde abril de 2020 en plena pandemia y parálisis económica. Este hecho junto a que se trata del sexto mes consecutivo en que el IPC baja de escalón (desde el 9,1% récord de junio) ha sido valorado positivamente de forma generalizada.

La reacción de Wall Street ha sido menos efusiva que en Europa debido a que se han cumplido las estimaciones pero también ha sorprendido porque los anteriores datos de IPC habían sorprendido por exceso que por defecto. "La fortaleza del mercado laboral de EE.UU. aumenta la presión sobre los salarios al alza y esto dificulta aún más el control de los precios. Esta situación difiere un poco de lo que ocurre en Europa y, de hecho, la reacción del mercado una vez publicados los datos ha sido mejor en el viejo continente que en los EEUU", apunta Alfredo Jiménez, del Instituto Español de Analistas (IEA).

"La inflación se está ralentizando drásticamente, lo que demuestra que la economía está recuperando el equilibrio sin perjudicar seriamente al mercado laboral. La situación actual se ajusta a la definición de aterrizaje suave, y se suma al cúmulo de pruebas de que la Fed debe dejar de subir los tipos y de aplicar una política agresiva. Sin embargo, el mercado podría interpretarlo como un momento para volver a apostar por el riesgo", apunta Callie Cox, analista del bróker eToro.

"No obstante, yo no me entusiasmaría demasiado con estos datos. En conjunto, este informe es una buena noticia. La Fed lo está consiguiendo pero los inversores deben tener cuidado. La inflación aún no está totalmente controlada, y es fácil que los mercados se dejen llevar", agrega Cox. En este sentido, el IPC subyacente reveló un nuevo paso atrás al 5,7% y se sitúa cada vez más cerca de alinearse que lo que ha venido pidiendo el presidente de la Fed, Jerome Powell: caídas convincentes en la tasa de precios. Otro factor a tener en cuenta es que la inflación está cada vez más cerca de converger con los tipos de interés, la señal definitiva que haría cantar victoria al mercado.

En opinión de Axel Botte, economista de Ostrum AM, la desinflación prosigue al ritmo previsto: "El mercado sigue opinando que la Fed no subirá los tipos tanto como indicaba en las proyecciones del gráfico de puntos (DOTS) de diciembre. Las menores subidas de tipos previstas crean una dinámica de mercado favorable para los activos de riesgo (renta variable, crédito, incluso duración) en un contexto de caída del dólar". 

Tiffany Wilding, economista de PIMCO, aporta una conclusión tajante sobre la lectura de la inflación: "El informe de hoy debería bastar para que la Fed reduzca el ritmo de subidas de tipos a 25 puntos básicos (pb). Nuestro sesgo ha sido que los datos de inflación y del mercado laboral se moderarán lo suficiente como para empujarles a hacer una pausa antes de su reunión de mayo, y consideramos que el informe de hoy es coherente con esa opinión".

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