1,6 billones de dólares

Deutsche Bank alerta sobre un foco de problemas con la deuda del capital riesgo

La entidad pone el foco en la financiación de riesgo fuera del circuito bancario que los fondos de 'private equity' realizan con empresas, aunque considera con el sector tiene capacidad para amortiguar los problemas.

Deutsche Bank
Deutsche Bank alerta sobre un foco de problemas con la deuda del capital riesgo 
DPA vía Europa Press

Una vez que pasó la pandemia se produjeron muchas predicciones económicas sobre que el panorama económico atravesaría unos “locos años 20” de mucha prosperidad y crecimiento económico en esta década. Por supuesto, cualquier analogía con la riqueza y los excesos posteriores a la Primera Guerra Mundial de la década de 1920 se ha agotado por completo tras el Covid-19, la inflación, la subida de tipos y las ventas en los mercados. Incluso las conversaciones sobre la forma habitual de identificar burbujas giran ahora más en torno a las rentabilidades de la liquidez y al auge por los fondos monetarios.

Es fácil pensar que los mercados han acabado con las burbujas. Al fin y al cabo, muchas de las que han aparecido recientemente han terminado por estallar: criptodivisas, SPACs, NFTs, meme stocks, y un largo etcétera. Incluso el sector inmobiliario está sufriendo en muchos países, sobre todo en China, mientras que los que se han beneficiado del furor de la inteligencia artificial a través de las 7 magníficas (Microsoft, Amazon, Meta, Apple, Google parent Alphabet, Nvidia, y Tesla) han hecho una pausa para respirar. Parece que los inversores están tomando otros caminos ahora que el dinero ya no es gratis.

Cuando se observan los mercados en la actualidad, resulta difícil identificar un activo importante que pueda estar en una burbuja en la que los inversores intenten desesperadamente justificar su valor. Las burbujas, por supuesto, no representan riesgos de cola (que son inusuales) o acontecimientos de cisnes negros (que son completamente inesperados). Las burbujas se producen a plena vista y se inflan a medida que los inversores sueñan con justificaciones.

¿De qué hablan ahora los analistas? 

Por ejemplo, en 1999, los inversores en tecnología apuntaron a los ingresos teóricos futuros. En 2007, los que invertían en activos inmobiliarios argumentaron que podrían pagar sus deudas una vez que aumentaran los alquileres de las propiedades “remodeladas”. En 2017, Bitcoin prometió convertirse en algo que la gente utilizaría a diario: un medio de pago más.

Por supuesto, hay análisis que hablan sobre la subida del precio del aceite de oliva, el uranio y la reanudación tremendamente alcista del 2023 en el bitcoin. Sin embargo, desde el punto de vista de un mercado más amplio, son activos de nicho o meras curiosidades. ¿Y cuál puede ser la próxima burbuja? 

Un reciente informe de Deutsche Bank habla el espacio de la deuda privada no bancaria -en su mayor parte, endeudamiento de empresas con fondos de capital riesgo- como un segmento preocupante y que se ha de mirar en los próximos años.  "Hay algunos argumentos serios sobre una burbuja en el crédito privado (no cotizado). Sin embargo, es poco probable que haya problemas sistémicos a corto plazo", argumentan desde el banco alemán. 

"Los 1,6 billones de dólares en activos de crédito privado representan apenas el 12% del mercado de capital privado y apenas rascan la superficie de los aproximadamente 500 billones de dólares en activos financieros globales. Por supuesto, el contagio puede comenzar en lugares pequeños, pero cualquier pérdida de crédito privado a corto plazo casi seguramente será amortiguada por las grandes cantidades de recaudación realizadas por los fondos en los últimos dos años. Los gestores tienen mucho efectivo y están ansiosos por invertirlo", añade Deutsche.

Comparativamente a ese segmento de deuda privada no cotizada de fondos a empresas, el mercado mundial de bonos corporativos tiene un tamaño de 42 billones de dólares a nivel mundial, según datos hasta 2020 de la Asociación Internacional del Mercado de Capitales (ICMA, por sus siglas en inglés). Los emisores públicos representaban hasta 87 billones antes de la gran escalada de deuda de ese año.

Entonces, ¿nada puede ir mal? Para Deutsche Bank, difícilmente. "De hecho, las condiciones actuales son similares a las de periodos anteriores en los que se formaron burbujas de activos", explican los expertos de la firma financiera. “Hay que tener en cuenta, por ejemplo, la situación en los años 90, 2000 y principios de la década de 2020: cada una de ellas tuvo un periodo en el que las rentabilidades de los bonos cayeron tras un periodo de agitación económica. Los tres periodos terminaron con un doloroso estallido de la burbuja", ahonda.

Condiciones para "la próxima burbuja de activos" 

A medida que la década de 2020 se acerca a su segunda mitad, se estaría gestando, según Deutsche Bank, una espiral que puede entenderse como peligrosa. "Se están dando las condiciones para la próxima burbuja de activos", advierte. Los analistas de la entidad bancaria alemana aseguran que la rentabilidad de los bonos está cayendo y muchos aspectos de la economía mundial se encuentran aún en una fase de reconstrucción tras la crisis, lo cual estaría creando un mal caldo de cultivo. 

"Esto prepara el terreno para que surjan productos o servicios que generen expectación y luego una burbuja de activos", alerta. A modo de conclusión, Deutsche Bank concreta en el informe que espera que se cree un mayor apetito por el riesgo que, a la postre, termine repercutiendo negativamente sobre los mercados de capitales. “Esperamos más ocurrencias en este sentido sobre los ‘locos años 20’ antes de que acabe la década”, termina.

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