El bitcoin ha llegado a registrar una bajada del 50%. Ethereum del 31%. Dogecoin del 42%. Shiba del 48%. En las últimas 48 horas el mercado de las criptomonedas se ha teñido de rojo, arrastrado en parte por los anuncios de Elon Musk sobre el bitcoin y por el del gobierno chino que volvía a confirmar la prohibición de los bancos a operar con criptos.
Y esto ocurre cuando hace unos meses el bitcoin rompía todos los récords al sobrepasar los 60.000 dólares; o, mucho más reciente, cuando el dogecoin se disparaba a principio de este mes hacia su máximo histórico y subía un 40% en apenas 24 horas. Tras esto último, fueron muchos (y así subieron las búsquedas en Internet) los que se preguntaron si la cripto inspirada en un meme era el próximo bitcoin.
Aunque ambas estén copando ahora buena parte de los focos de las criptodivisas, tienen grandes diferencias, tal y como explican en la CNBC algunos expertos en la materia.
1. Bitcoin es limitado... y dogecoin no
"Hay muchas diferencias entre dogecoin y bitcoin", dice Meltem Demirors, director de estrategia de CoinShares. Uno de los "más importantes" es el suministro de cada uno. Según Demirors, dogecoin es inflacionario, esto quiere decir que "se imprime más doge cada minuto de cada día, lo que le da un suministro potencialmente infinito".
Por ejemplo, cada minuto de cada día, se emiten 10.000 dogecoin más. Lo que equivale a un total de casi 15 millones por día o más de 5 mil millones por año, añade.
¿Y esto cómo afecta al valor de la criptodivisa? A la larga, tener una oferta ilimitada puede afectar de forma negativa. Ahí está bitcoin, que tiene un suministro finito de 21 millones. Esto crea un "escasez incorporada, similar a la de oro o los diamantes que son valiosos porque escasean", dice James Ledbetter, editor del boletín de fintech FIN.
Es precisamente esta escasez la que da la razón a los alcistas del bitcoin que abogan por mantener la criptomoneda a largo plazo. A medida que aumenta la demanda, el precio también debería hacerlo, ya que es limitada.
Y este es también el motivo -añade Demirors- por el que las personas que comercian con dogecoin lo hacen más "a corto plazo". Un tiempo en el que los inversores esperan obtener una ganancia rápida, mientras que optan por mantener el bitcoin "más tiempo".
2. Dogecoin fue concebido como una "broma"
Otra diferencia no menor es la premisa con la que se creó cada uno. Bitcoin vio la luz en 2009 -tras la criptomoneda había un documento técnico muy detallado escrito bajo el seudónimo Satoshi Nakamoto- con el objetivo de que se convirtiese en una moneda digital descentralizada. Desde la CNBC explican que los partidarios de esta criptodivisa la ven "como oro digital y una protección contra la inflación".
Dogecoin llegaría más tarde, en 2013, de la mano de los ingenieros de software Billy Markus y Jackson Palmer. Su premisa era básicamente una broma. La cripto está basada en el meme 'doge' que retrata a un perro shiba inu. Tanto es así, que en ningún momento (entonces) tenían intención de que fuera tomado en serio.
De hecho, en el foro de Reddit, Markus llegó a decir que "dogecoin fue creado para tontos". A sus creadores les llevó alrededor de tres horas crear esta criptomoneda. Esto supone que carece de un sesudo desarrollo técnico, por lo que no es tan seguro como el bitcoin.
3. "Un ecosistema bien financiado"
Dogecoin fue desarrollado por ingenieros que copiaron el código exacto del software de bitcoin. El bitcoin, tiene un ecosistema extenso y bien financiado que no existe en el anterior.
Mike Novogratz, director ejecutivo de Galaxy Digital, explicó a la CNBC que el bitcoin es "una reserva de valor bien pensada y distribuida que ha durado 12 años y está creciendo, mientras que dogecoin tiene literalmente dos tipos que poseen el 30% del suministro".
