Dolset trató de involucrar a Fridman tras perder el contrato de Vimpelcom con Zed

Fotografía de Javier Pérez Dolset
Fotografía de Javier Pérez Dolset
Flickr / Zed

Es un culebrón del verano. El 12 de septiembre, la Audiencia Nacional tomará declaración en calidad de investigado al multimillonario Mijaíl Fridman por la quiebra de Zed Worldwide (WW) en 2016 que arrastró consigo hasta 70 millones de euros de financiación pública y una deuda bancaria que rondaba los 200 millones. El juez García Castellón, que instruye la llamada Operación Hanta, aceptó la petición de la Fiscalía Anticorrupción -que busca desentrañar el desfalco público- aunque Fridman ha solicitado declarar en calidad de testigo porque defiende que no se le puede imputar responsabilidad alguna en aquella quiebra.

La acusación, apoyándose en los testimonios de los Pérez Dolset y la investigación de las unidades de élite de la policía, asume que Fridman, principal accionista de Letterone Holdings, orquestó una serie de decisiones encaminadas a generar la insolvencia de Zed+, sociedad holandesa creada para dar entrada en el accionariado a Vimpelcom en 2013 con un 5% del capital y otras sociedades rusas que estaban presentes en Temafon, una filial rusa de Zed que daba servicio a Vimpelcom con contenidos, servicios y SMS.

El objetivo final de Vimpelcom era quedarse con la compañía participada por la familia Dolset, Grupo Planeta, Torreal y Santander a un precio de derribo, según la versión de Pérez Dolset, aunque para ello tuviera que rescindir los contratos con la propia Zed. El operador ruso generó 120 millones de dólares en ingresos a la holandesa Zed+ en 2014, algo más del 25% del negocio de Zed WW, lo que le convertía en su principal socio comercial. Esta es la base central del poder que podía ejercer Vimpelcom y, a su vez, Fridman como propietario de Letterone.

Sin embargo, según documentos aportados por la defensa de Fridman, la actual Veon comunicó a Zed en noviembre de 2014 con un preaviso de doce meses la finalización de la relación comercial. En concreto, el 19 de junio de 2015, Alexey Reznikovich, presidente del comité de supervisión del consejo de Veon, escribió al consejero delegado de la operadora, Jean-Yves Charlier, para preguntarle si estaba interesado en comprar una participación mayoritaria o el 100% de Zed+ tras una petición de los gestores de la empresa española, que por entonces ya estaba bajo la gestión del administrador judicial Peter Wakkie.

“Creemos que esto no sería una adquisición que nos interese por las siguientes razones: Zed es nuestro proveedor, e invertir o comprar proveedores crea un conflicto de intereses cuando tomamos decisiones de adquisición. El enfoque de Zed es el contenido móvil tradicional que es una categoría en declive por lo que está poco justificado como una inversión estratégica. En tercer lugar, Zed se ve empañado por un conflicto de accionistas y dificultades financieras que duran muchos meses”, respondió Charlier a Reznikovich en una conversación en la que le hace ver la ruptura de relaciones entre ambas empresas.

En sus conversaciones y mensajes con los directivos de Vimpelcom, Pérez Dolset presumía de contacto con Fridman y lo usa como argumento determinante ante los empleados de la operadora rusa, desde 2009 hasta 2014 el mayor socio comercial de Zed. Por ejemplo, cuando la empresa que dirigía Dolset estaba a punto de firmar un préstamo de 140 millones con un consorcio de bancos formado por ING, Santander, BBVA o HSBC, el empresario español indica al responsable de desarrollo de negocio de Vimpelcom, Philip Yalovega, que Fridman se iba a incorporar al préstamo tras una incidencia entre ambos. “Voy a tratar de involucrar al gran M (por Fridman) en los servicios financieros como yo sé que a él le gusta”, escribe Dolset en agosto de 2013 a su interlocutor en Vimpelcom.

Una semana después, también de hace seis años, Yalovega repregunta a Pérez Dolset durante varios días si se iba a reunir con Fridman para tratar un proyecto entre Zed y Vimpelcom, al tiempo que le interroga sobre sí sabe algo sobre el cambio del CEO de la operadora, Anton Kudryashov. “Tenemos luz verde. A él le gusta mucho el concepto”, responde finalmente Dolset y señala que no pudo preguntar por el segundo asunto. “Él quiere un cambio, y es el motivo por el cual él ha cambiado la directiva tan a menudo”, según consta en los mensajes incluidos en el informe policial que maneja la Fiscalía Anticorrupción.

Doce meses después, el optimismo de Dolset y la apariencia de línea directa con Fridman se mantienen, según una conversación del español con Serguei Gorbuntsov, un socio ruso de Zed+, en septiembre de 2014. “Tal y como estaba diciendo. El resumen es que estamos negociando con estos tíos, con Engibaryan y la empresa a través de Mikhail (Fridman), debido a que lo encontré en Londres y por lo que nos dijo tenían el deseo de firmar un acuerdo”, le responde Dolset a su socio en Zed+.

Los sucesos de noviembre de 2014

Sin embargo, dos meses más tarde dibujan un escenario de “coacciones” y “presiones” por parte de Vage Engibaryan, el otro socio ruso de Zed+ e impulsor en 2009 del salto a Rusia del grupo español cuando convenció a Dolset para que invirtiese en Temafon. “Tenemos un apoyo muy limitado dentro de VIP ya que nadie quiere luchar contra Vage. Así que, si las cosas no se mueven, probablemente tendrás que conseguir apoyo de alguien con pelotas y fuera de VIP, como Bulat, el tío de Alpha Bank Holanda o alguien de España que te una a MF (Fridman) y te apoye al más alto nivel para parar a Vage”, se lamenta Aleksei Azarenkov, el empleado de confianza en Rusia de Pérez Dolset, en noviembre de 2014.

Fue entonces cuando Vimpelcom comunica a Zed la cancelación de los contratos como proveedor, cuya rescisión tomaría efecto en noviembre de 2015. La defensa de Fridman minimiza la capacidad y conocimiento que tenía el multimillonario sobre estos acontecimientos y los detalles de la inversión en la empresa Zed. Las conexiones indirectas de Fridman con Zed se deben a su posición de principal accionista de Letterone Holding, que por entonces controlaba el 47% de Vimpelcom (cotizada en bolsa) frente al 42% de Telenor, la mayor operadora de Noruega. 

Una vez recibido el preaviso de rescisión de contrato de Vimpelcom. Dolset envía un email directamente al dueño de Letterone aunque responde Alexei Reznikovich. "Como ya sabrá, el Sr.  Fridman no se ocupa de cuestiones relativas a nuestras filiales de telecomunicaciones". Dos meses más tarde, enero de 2015, el empresario español vuelve a escribir y recibe la misma respuesta: "El Sr. Fridman no se encarga de la operativa de Vimpelcom". En noviembre de 2015, finalizada la relación comercial entre Zed+ y VIP, Reznikovich confirma por correo a Pérez Dolset que no hay interés en invertir en la empresa española. En 2016, Zed entraría en concurso de acreedores.

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