Pese a la inflación

Las empresas confían todavía en sus beneficios: cómo se traduce en la bolsa

Se acerca la recta final de la temporada de resultados con las empresas intentando sortear la erosión que la inflación y el incremento de los costes de la deuda pueden provocar en sus cuentas.

Las empresas confían más en sus beneficios: cómo se traduce en la bolsa
Las empresas confían más en sus beneficios: cómo se traduce en la bolsa
Europa Press

Las empresas empiezan a confiar más en sus perspectivas de beneficios para este año, aunque Wall Street aún tiene mucho por hacer antes de que se produzca un repunte sustancial de cara al largo plazo, según apunta la mayoría de los bancos de inversión en la actualidad. Los miedos siguen al acecho teniendo en cuenta que se ha producido la subida de tipos de interés más acelerada de la historia desde marzo de 2022.

Aun así, los signos de optimismo representan un cambio positivo. En el último año, la previsión media de los analistas para los beneficios de 2023 de las empresas del S&P 500 ha caído algo más del 10%, según FactSet. Esto se debe en parte a que Wall Street ve multitud de retos, y en parte a que las empresas en general han rebajado sus previsiones. Algo lógico si se considera que la inflación y el coste de intereses empieza a hacer mella.

Hay muchas razones para preocuparse. Las subidas de los tipos de interés de la Reserva Federal, destinadas a enfriar la inflación reduciendo la demanda de bienes y servicios, implican que las empresas podrán subir los precios con menos rapidez y venderán menos de lo que ofrecen. El coste de la mano de obra sigue subiendo, lo que amenaza los márgenes de beneficio de las compañías cotizadas en el mercado estadounidense.

Pero ahora son menos las empresas que rebajan sus estimaciones de ganancias. En los últimos tres meses, el porcentaje de empresas que cotizan en el índice de referencia de la bolsa estadounidense que redujeron sus previsiones de beneficios superó en 25 puntos porcentuales al de las que las aumentaron, según 22V Research. “Esto contrasta con los 35 puntos de los tres meses anteriores a finales de 2022”, argumenta la firma.

En consonancia con ello, los analistas están recortando sus estimaciones de beneficios para menos empresas. El porcentaje de compañía para las que Wall Street está aumentando sus previsiones de beneficios se ha incrementado en el último mes, aunque las reducciones siguen superando en número a las subidas.

El hecho de que el panorama de los beneficios sea cada vez menos negativo concuerda con la idea del mercado bursátil de que el crecimiento económico y los beneficios pronto tocarán fondo y luego repuntarán a medida que la Reserva Federal (Fed) finalice su campaña de subidas de tipos de interés. Las expectativas de que esto ocurra han contribuido a elevar el S&P 500 cerca de un 14% desde el mínimo alcanzado en octubre, sobre los 3.500 puntos.

El encarecimiento del índice

Pero ahora, el mercado tiene un precio caro a pesar de que abundan los riesgos. El S&P 500 cotiza a algo más de 18 veces los beneficios agregados por acción que se espera que produzcan las empresas que lo componen durante el próximo año, frente a algo más de 15 veces a principios de octubre.

Estos beneficios son menores en relación con el coste del índice, lo que hace que la rentabilidad de las acciones sea menos atractiva que la de la deuda pública, cuyo rendimiento se ha disparado al 5% en los bonos del Tesoro emitidos a 12 meses.

En este sentido, las perspectivas de beneficios son inciertas. “Es posible que las previsiones de los resultados empresariales casi hayan tocado fondo, pero cualquier nueva reducción haría que las acciones parecieran más caras”, explica JP Morgan en un reciente informe dirigido a sus inversores.

Y es posible que la Reserva Federal no haya terminado de subir los tipos de interés. La tasa anual de inflación se situó en enero ligeramente por encima del 6%, muy lejos del objetivo del 2% de la Reserva Federal. Cualquier subida adicional de los tipos que lleve a cabo el banco podría suponer una presión adicional sobre el crecimiento económico y los beneficios.

“Que la Fed tenga que apretar mucho más y provoque una recesión es el riesgo para los beneficios”, escribió DeBusschere. “Y eso es lo que más nos preocupa”, sentencia el experto sobre el marco sobre el que se puede mover la escena de la economía de Estados Unidos durante los próximos meses. El tiempo dictará sentencia.

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