Sube un 60% desde mínimos

Giro de 180 grados: Erdogan catapulta a la lira con un alza de tipos encubierta

La divisa turca experimenta el mayor movimiento de su historia con una subida récord desde los mínimos históricos marcados el lunes después del plan de garantías estatales para los depositantes.

El presidente, Pedro Sánchez, la vicepresidenta, Yolanda Díaz, junto a Erdogan.
El presidente, Pedro Sánchez, la vicepresidenta, Yolanda Díaz, junto a Erdogan.
L. I. / Archivo / TCCB

Golpe sobre la mesa de Recep Tayyip Erdogan en la crisis financiera que atraviesa Turquía. El presidente turco ha vuelto a sorprender a los inversores con nuevas medidas enfocadas a proteger el valor de la divisa. La lira ha registrado en las últimas 24 horas una subida récord de más del 60% desde sus mínimos frente al euro, borrando así todas las pérdidas que acumulaba en diciembre tras la cuarta bajada de tipos de interés en 100 días y la pérdida de confianza en la política económica y monetaria bajo el mando de Erdogan.

El llamamiento a islamizar -religión que prohíbe los altos intereses- la política monetaria turca rebajando el precio del dinero -Erdogan alegó su condición de musulmán para hacerlo- fue acompañado después con una serie de medidas que catapultó el tipo de cambio entre lunes y martes. El presidente presentó una suerte de esquema de protección de depósitos contra la caída de la divisa turca y un incentivo fiscal para convertir dólares, euros u oro en liras que entrará en vigor el próximo 1 de enero. "Vieron que su modelo económico estaba conduciendo a un callejón sin salida. Se trata de una subida de tipos de interés. El AKP (partido de Erdogan) dio un giro de 180 grados a sus políticas", aseguró Durmuş Yılmaz, ex economista del banco central, según recoge el diario 'Duvar'.

El tipo de cambio de la lira (TRY) frente al euro (EUR) o el dólar estadounidense (USD) registró el mayor ascenso de su historia pasando de cambiarse en un mínimo histórico de 0,048 euros (20,7 liras según el cambio inverso) a cotizar en 0,078 euros por lira (12,9 liras por euro) en solo diez horas, lo que supone un ascenso súbito del 62%. De este modo, la moneda turca no solo ha borrado todas las pérdidas que registraba en diciembre (acumula un alza del 15%), sino que se sitúa en máximos de cerca de un mes cuando comenzó su gran crash coincidiendo con la opa de BBVA sobre el Garanti y la cumbre exprés con Pedro Sánchez en Ankara.

Nuevo experimento, ¿alza de tipos encubierta?

Según el esbozo de estas medidas, el Gobierno cubrirán las pérdidas que excedan de los intereses que ofrece la banca a los depositantes. La nueva norma irá acompañada de un plan de "fomento de conversión de divisa extranjera en liras" que tendrá carácter voluntario y tiene el objetivo de "respaldar la estabilidad financiera del país", según un comunicado del Banco Central de Turquía (CBRT, por sus siglas en inglés). Precisamente, los expertos alertan que se trata de un movimiento de último recurso por parte de la autoridad monetaria, que se ha quedado sin apenas reservas de moneda extranjera tras varias intervenciones en el mercado de divisas.

Los economistas turcos criticaron acaloradamente la decisión en redes sociales. “El sistema propuesto contiene un familiar 'riesgo moral'. Antes de la crisis de 2001, el Tesoro había garantizado el endeudamiento externo de los bancos y todas sus sucursales locales, profundizó el endeudamiento y la dolarización. Ahora se otorga una garantía similar a los depositantes”, aseguró Erinç Yeldan, economista de la Universidad Kadir Has

"No se emocionen demasiado. No hay nada retrospectivo. Después de eso, venderán bonos indexados en moneda extranjera. De hecho, se trata de un aumento implícito de las tasas de interés. Esa es la historia”, dijo Yalçın Karatepe, profesor de Finanzas en la Universidad de Ankara. “El aumento épico de las tasas de interés se realizó al no llamarlo un aumento de las tasas de interés. Si el banco central sigue dando dinero al 14%, esto tampoco funcionará. Se pelearon con la economía básica y le cortaron la cabeza a todo el país”, sentenció Refet Gürkaynak, economista de la Bilkent University.

Dicho de otro modo, el salvavidas a la lira supone traspasar el riesgo de los depositantes en moneda local al contribuyente, que será en última instancia quien se haga cargo. El esquema de protección de depósitos no tiene límite, se dirige a plazos de 3, 6 y 12 meses y tendrá una exención fiscal para aquellos titulares que conviertan moneda extranjera en liras. Según datos del CBRT, más de la mitad de los ahorros de los residentes turcos están denominados en moneda extranjera y oro debido a años de depreciación de la moneda. No hay mención del organismo al Bitcoin y otras criptomonedas, un instrumento de moda en países como Turquía que han sufrido fugas de capitales y crisis de divisa con alta inflación. La lira se ha depreciado un 75% desde 2017 y un 85% durante la última década.

Para analistas, banqueros, empresarios y la oposición política, la medida supone una subida de tipos de interés encubierta que llevará al Tesoro a elevar la deuda pública en el caso de que la lira se deprecie y desembocará en subidas de impuestos a empresas y hogares para sufragarla. Pese a que Erdogan insistió el lunes en rebajar los tipos de interés, citando las enseñanzas del Islam, y advirtió que “no hay marcha atrás”, los inversores consideran que en Turquía se ha producido un endurecimiento monetario de facto. De hecho, firmas como Goldman Sachs preveían una subida de tipos hasta los niveles previos al actual ciclo de bajadas.

El Banco Central de Turquía ha recortado los tipos en cuatro ocasiones desde septiembre, desde el 19% al 14%, lo que supone un descenso de 500 puntos básicos en apenas tres meses. Este movimiento expansivo ha ido de la mano en todo momento de una aceleración de la inflación hasta superar el 21% interanual en noviembre. Entre tanto, la lira ha llegado a depreciarse por momentos más del 50% en el mismo periodo. Drástica depreciación de la divisa y aumento descontrolado de los precios de consumo son los dos ingredientes principales que la teoría económica asigna a la hiperinflación. Según estimaciones de Steve Hanke, economista de la Universidad John Hopkins y experto en divisas, la inflación turca estaría creciendo a ritmo superior al 80%, cuatro veces más que la estadística oficial.

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