Grifols sigue dando explicaciones con cuentagotas tras las graves acusaciones de manipulación contable vertidas el martes por la firma de análisis Gotham City, que opera en corto (a la baja) sobre acciones que considera fraudulentas. En un nuevo comunicado, la compañía ha dado su respaldo a la labor del consejero delegado, Thomas Glanzmann, al tiempo que defiende la valoración de algunas de sus operaciones de traspaso de activos con su accionista Scranton, el vehículo de la familia Grifols en el que participan algunos directivos como Tomás Daga.
Por otra parte, Grifols anuncia que contraatacará en los tribunales contra Gotham después del crash bursátil registrado en la cotización de sus acciones y bonos, que ponen en riesgo su próxima reestructuración financiera. "La sociedad emprenderá acciones legales contra Gotham City Research por el importante daño causado, tanto financiero como reputacional, a la sociedad, así como a todos sus stakeholders (accionistas, proveedores, clientes...) y por provocar una gran preocupación a sus pacientes y donantes", asegura la compañía en una declaración a la CNMV.
Por otro lado, el consejo de administración de Grifols tiene la necesidad de expresar su apoyo a la actual cúpula ejecutiva de la empresa, tras las sucesivas remodelaciones desde el paso a un lado de Víctor Grifols Roura, Thomas Mayer y el nombramiento de un veterano consejero independiente como primer ejecutivo.
"La Sociedad apoya plenamente a D. Thomas Glanzmann desde el nombramiento de sus cargos. Todas las operaciones relevantes descritas, publicadas ayer en el mencionado informe, han sido aprobadas unánimemente por el Consejo de Administración de la Sociedad y sus distintos Comités, e incluyen toda la información y documentación de soporte necesarias, incluyendo valoraciones y opiniones de terceros", señala la multinacional de hemoderivados.
Grifols hace referencia también al informe de Gotham por la serie de dudas expresadas en el informe por las desinversiones realizada con su accionista Scranton, controlado por la familia Grifols y un grupo de exdirectivos. "[Gotham] se cuestiona el precio pagado por las adquisiciones de los centros de donantes, difícil de entender si no se tiene la información adecuada. Como en la compra de cualquier negocio, el precio pagado no es solo el precio de los activos sino también su capacidad de generar beneficios", apunta la empresa.
