Avance del IPC

La inflación de agosto marca la prueba de fuego para un freno del 'ala dura' del BCE

El turismo y la sequía presionarán la evolución de los precios de consumo este mes en un dato clave antes de la decisiva reunión del banco central en septiembre sobre tipos ante la que se espera división de opiniones.

Christine Lagarde está tomando nota de los precios para su decisión de tipos.
Christine Lagarde está tomando nota de los precios para su decisión de tipos.
L. I. / Europa Press

La economía española conocerá este miércoles el avance de la evolución de los precios de consumo (IPC) en agosto. Es la lectura preliminar que habitualmente se confirma en el informe completo dos semanas. Los expertos prevén malas noticias. El rearme de la inflación en España se asienta en el tirón del sector servicios, el boom de las cifras del sector turístico y la fortaleza del hostelero. Pero a este escenario hay que añadirle el impacto de la sequía en la producción de alimentos frescos y los efectos del repunte de los combustibles este verano. 

El IPC avanzó al 2,6%, según la medición local del INE, mientras que el índice armonizado -que permite su comparación con otros países- se colocó en línea con las previsiones del consenso de analistas que preveía que el IPC armonizado llegaría al 2,4% en tasa interanual, una décima más que en julio y medio punto por encima de junio, según la muestra de Bloomberg entre un total de 12 casas de análisis. Dos de ellas (SG y Bantleon) contemplaban una sorpresa al alza al 2,6%. La tasa subyacente se mantendría en el 6%, apenas dos décima por debajo de julio. El informe español servirá de aperitivo para el índice de la eurozona que se conocerá el jueves con una previsión del 5,1% en el IPC general y del 5,3% en la subyacente.

Los expertos alertan sobre las consecuencias de la serie de olas de calor y la sequía para la producción agrícola de forrajes y cultivos como el olivar, que está encareciendo los precios en previsión de una mala cosecha. Se espera también algo de impacto del precio de los combustibles, que se han encarecido en torno al 7,5% en el último mes, según estimaciones de Nomura. 

España se había convertido en el país que antes había logrado bajar el IPC general por debajo del 2% -sucedió en junio- pero se mantiene por encima de la media europea en la subyacente, que excluye energía y alimentos frescos de la medición. Los nuevos indicadores de inflación serán los últimos antes de la decisiva reunión del Banco Central Europeo (BCE) el 14 de septiembre, después de las divisiones surgidas entre los gobernadores y con el mensaje oficial de que la puerta está abierta a adoptar una pausa en el ciclo de subidas de tipos que comenzó en julio de 2022.

Tuomas Valimaki, sustituto de Olli Rehn en el BCE mientras la influyente voz finlandesa está en campaña electoral,  resume el sentir dentro de la institución. "Hay riesgos en ambos lados. pero el enfoque será dependiente de los datos entrantes. Estoy relativamente preocupado por la debilidad económica, pero también preocupado por las perspectivas de inflación. La necesidad de endurecer la política monetaria más allá de las expectativas actuales puede tener consecuencias muy negativas", apuntó este martes en declaraciones recogidas por Econostream.

Robert Holzmann, gobernador del Banco de Austria e miembro del ala ortodoxa del BCE, considera que salvo sorpresa no hay motivos para "hacer una pausa". La posición se alinea con las declaraciones del pasado viernes en Jackson Hole de la presidenta Christine Lagarde, aunque dejó margen para el suspense. 

"Nos reunimos para conversar acerca de la actual situación, los grandes cambios y rupturas que estamos viendo y cómo podemos responder con políticas que nos ayuden a llevar la inflación de vuelta al 2%. Ese es el objetivo, esa es la misión. Todavía no lo hemos logrado pero estamos trabajando duro. También tenemos que comparar notas y compartir nuestras visiones con otros", dijo.

A medida que los mercados monetarios se adaptan a un horizonte de tipos de interés al alza por un periodo más prolongado, las expectativas de una política más restrictiva por parte del BCE se refuerzan. 'Tipos altos por más tiempo' parece ser el lema que domina por el momento las perspectivas en Fráncfort después de un ciclo de endurecimiento monetario que dura un año y alcanza los 425 puntos básicos.

Según Bloomberg, las probabilidades de un aumento de un cuarto de punto porcentual, del 4,25% al 4,5%, el próximo 14 de septiembre se sitúan en una posición de equilibrio, con una probabilidad del 50% de que se muevan al alza. Supone un ligero aumento respecto a la semana anterior pero todavía es inferior a lo que se descontaba antes de la reunión de julio del BCE y de los sucesivos informes que apuntan a la entrada en recesión de varias economías de la zona euro como la alemana, la neerlandesa y buena parte de los países del Este.

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