La ACS de Florentino Pérez se gasta 101 millones de euros en destruir acciones

  • La constructora de Florentino Pérez y los Albertos (Alcocer y Cortina) lanza contramedidas para neutralizar el efecto dilutivo del dividendo scrip.
Imagen de Florentino Pérez con Marcelino Fernández Verdes.
Imagen de Florentino Pérez con Marcelino Fernández Verdes.

Cuantas menos acciones, mejor para todos, mejor para mí… Bajo esta filosofía que bien podía haber pronunciado el expresidente Mariano Rajoy, la constructora ACS ha optado por premiar a sus acciones actuales con una generosa amortización de capital, que supone la retirada de la circulación y destrucción de acciones. Lo ha hecho esta semana.

La compañía que dirige Florentino Pérez con el apoyo de su sucesor Marcelino Fernández Verdes ha comunicado al supervisor que se ha gastado 101 millones de euros en la amortización de casi 3 millones de títulos a 34,2 euros por acción, según consta en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). La cotización de ACS cerrará esta semana en nuevos máximos históricos (38 euros) al calor de estas operaciones.

Se trata una operación encaminada a contrarrestar los efectos dilutivos del dividendo flexible o ‘scrip’, que no deja de ser una ampliación de capital y se produce semanas después de este pago equivalente a 0,45 euros. Tres de cada cuatro accionistas de la constructora optaron por recibir en especie su dividendo -lo que difiere su fiscalización por Hacienda- y la compañía emitió un importe de acciones igual al que ahora se destruye y que estaban en autocartera. Las nuevas acciones comenzarán a cotizar el lunes 25 de febrero.

“La transmisión de 2,96 millones de acciones corresponde a la amortización de acciones propias en uso de las autorizaciones concedidas por la Junta General ordinaria de Accionistas de ACS. de 8 de mayo de 2018, que ha sido inscrita en iberclear con fecha 18 de febrero de 2019”, explica la constructora al supervisor. No se obtuvieron comentarios desde la constructora ante las preguntas de este diario.

La dirección financiera de ACS ordenó comprar 120 millones de euros en la compra de sus propias acciones a finales de enero. Con el movimiento, no solo se preparó para el pago del dividendo ‘scrip’ el 7 de febrero, sino que intentó defenderse de la entrada en su capital de un ‘hedge fund’ en posición corta (que se beneficia de la caída del precio de un activo).

El fondo Carlson Capital se convirtió en el primer gran bajista en aparecer por ACS en año y medio. Craso error puesto que la cotización sigue marcando máximos históricos y el valor de la empresa ronda los 12.000 millones de euros, 2.000 menos que su referente Ferrovial, el mayor holding en España de construcción, servicios y concesiones.

Los grandes beneficiados del reparto del dividendo en acciones y la amortización simultánea son los grandes socios de ACS. El primero, el presidente Florentino Pérez, que controla el 12,68% de la constructora a través de Inversiones Vesan y que elevará su participación la semana que viene cuando reciba sus nuevas acciones.

Su participación en ACS supera los 1.500 millones de euros, lo que convierte al presidente del Real Madrid en una de las mayores fortunas de la Bolsa española. También percibirán sus nuevos títulos los Albertos (Cortina y Alcocer), que poseen algo menos del 5% a través Imvernelin, Percacer y Comercio Finanzas). No lo harán los March, que abandonaron la compañía durante el 2017 después de los rifirrafes con Florentino.

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