La guerra entre productores de petróleo puede lastrar los precios el año que viene

  • Desde que el Brent tocó su máximo anual en septiembre en 84,66 dólares, el crudo se deprecia más del 36%
El petróleo Brent en zona de mínimos del año
El petróleo Brent en zona de mínimos del año
Pixabay

Si 2018 ha sido un año de intensa volatilidad en la cotización del petróleo -en poco más de dos meses el barril de Brent acumula un retroceso superior al 36% en relación a los máximos de octubre-, los expertos advierten de que vienen más curvas de cara a 2019. El temor del mercado se centra ahora en que la depreciación del oro negro pueda traer consigo una pelea entre los países exportadores por conservar su cuota de mercado y que esto, a su vez, acabe desembocando en una "guerra de precios" y en más caídas .

Las perspectivas no son nada halagüeñas si tenemos en cuenta que nos acercamos a un periodo de desaceleración de la economía global que, según una parte importante de los analistas, podría ser mayor de lo que descuentan la mayoría de los organismos. Los bancos central han puesto ya sus barbas a remojar, como demostró el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, en la última reunión de la entidad que, con todo, fue menos contundente de lo que ansiaba el mercado. 

Precisamente, en el caso del crudo ligero West Texas, de referencia en Estados Unidos, tampoco se libra del varapalo y se hunde en torno al 40% desde los máximos que lograba el pasado 9 de octubre, cuando el barril cotizaba a 74,96 dólares.

El castigo a las petroleras en bolsa es evidente. Si tomamos como referencia, por ejemplo, el Stoxx Europe 600 Oil & Gas que engloba a las principales firmas relacionadas con el crudo en Europa, vemos cómo retrocede más de un 5,5% en lo que va de ejercicio. Una buena muestra de ello la tenemos con Repsol que se ha desplomado más del 19% desde sus máximos de 17,28 euros (los tocó el 10 de julio y volvió a rozarlos en octubre), y un 5,7% en lo que va de ejercicio.

Si todo marcha según lo previsto, en el Instituto de Estudios Bursátiles (IEB) prevén que el precio del crudo se sitúe de media el año que viene en el entorno de los 74,50 dólares por barril, lo que implicaría una revalorización cercana al 38% en relación a los precios a los que cotiza el barril estos días (alrededor de los 54 dólares). Así, en el IEB creen que en el primer semestre veremos una presión alcista como resultado de los recortes de producción de la OPEP.

Por el contrario, prevén que a partir de junio empiecen a registrarse presiones a la baja derivadas de un alza en la producción de hidrocarburos no convencionales en EEUU y de una desaceleración del crecimiento global. Por si esto no fuera suficiente, el temor a un mayor pinchazo de la economía global podría erosionar el crecimiento de la demanda de petróleo, puesto que está previsto que el próximo ejercicio el suministro procedente de países ajenos a la OPEP se amplíe a un ritmo récord.

Los expertos de Banco Santander apuntan, en concreto, a una mayor producción de petróleo no convencional en EEUU -siempre que no haya ningún 'susto' a nivel geopolítico- que compensaría eventuales aumentos de la demanda. Su visión de cara al año que viene para el oro negro contempla una horquilla de precios en la cotización del Brent entre los 70 y los 90 dólares por barril.

Desde Blackrock consideran que estos reajustes de precios en la materia prima pueden abrir puntos de entrada atractivos para los inversores. En ese sentido, se decantarían por compañías centradas en el almacenamiento y el transporte de petróleo, antes que por empresas de exploración y producción. También ven oportunidades a largo plazo en el crudo por la vía de las compañías de servicio de yacimiento petrolífero, ya que se necesitará esquisto de EE. UU. para ayudar a satisfacer la demanda global en 2020.

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