Sube el 67% en 2021

El 'mago' Orcel fabrica su 'vendetta' con la resurrección del Unicredit en bolsa

El segundo banco más grande del país logra un mayor respaldo en bolsa que sus rivales europeos y el último impulso ha llegado tras presentar el primer plan de su consejero delegado.

Andrea Orcel
Andrea Orcel, consejero delegado de Unicredit
EFE

Los inversores dan un espaldarazo al nuevo plan de Unicredit, el primero de Andrea Orcel como consejero delegado. Este jueves el precio de las acciones del banco italiano se dispararon un 10,8% -su mayor subida desde hace un año- en una muestra de confianza en la primera apuesta del banquero desde su fichaje frustrado con el Banco Santander. Este impulso de los inversores no ha sido el único desde que el exbanquero de UBS aterrizara en Unicredit. De hecho, su revalorización anual supera el 67%, muy por encima del resto del sector bancario europeo. 

La última subida en bolsa se produjo tras presentarse el plan trienal que prevé que su beneficio neto supere los 4.500 millones de euros en 2024 y la distribución de al menos 16.000 millones entre los accionistas para 2024. De esta manera, la primera renovación de estrategia dirigida por Orcel ha puesto sobre la mesa uno de los planes de retribución más ambiciosos en Europa -pese a los mensajes de moderación del Banco Central Europeo (BCE)- con el objetivo de incentivar a los inversores.

La respuesta fue la esperada, al menos en la primera sesión, y el precio de las acciones de Unicredit alcanzaron los 12,8 euros por título, un nivel que no registraba desde el pasado 2019. De esta manera continúa en su avance anual y ya roza los 30.000 millones de capitalización bursátil, equivalente a la dimensión de BBVA en el mercado español aunque todavía es el segundo banco más grande de Italia. Intesa Sanpaolo le supera tanto en volumen de activos, capital social y valor en el mercado después de completar la fusión con otro rival italiano, UBi Banca

Orcel se mostró "encantado" de presentar el nuevo plan para Unicredit tras un periodo convulso por su batalla legal con el Banco Santader a causa de su fichaje frustrado en 2019. El banco italiano, que dirige desde el mes de abril, le permitió volver a la primera línea de la banca europea tras un periodo retirado de la vida financiera después de que comenzase la guerra judicial con el banco español. Ahora, el banquero logra 'galones' en el sector bancario mientras espera la resolución del conflicto.

Orcel reclama al Santander 76 millones de euros: 17 millones de prima de incorporación, 29 millones por la parte del bonus diferido que estaba pendiente de percibir en UBS y que Santander podía haber asumido ('buy out'), 20 millones correspondientes al sueldo que iba a cobrar en Santander durante dos años y 10 millones de euros por daños morales y reputacionales. Fue precisamente la negativa de UBS de asumir parte de ese bonus diferido lo que llevó a Santander a renunciar al fichaje de Orcel en enero de 2019, cuatro meses después de anunciarlo. 

El juez debe decidir si la carta de oferta que envió el Santander a Orcel era o no un contrato válido. Desde el banco español defienden que no lo fue, pues el contrato estaba sujeto a la aprobación del consejo de administración, de la junta de accionistas y de la evaluación de idoneidad del BCE. El juicio tuvo lugar en octubre y quedó visto para sentencia.

La sombra de una fusión ante la trayectoria de Orcel

En su hoja de ruta para los próximos tres años, Orcel no planifica "ni fusiones ni adquisiciones", aunque también afirmó que "no lo excluye". En ese sentido, señaló que este tipo de operación se puede valorar siempre que creen valor para los accionistas. 

Unicredit, con Orcel al frente, ya rechazó la fusión con el banco Monte dei Paschi di Siena (MPS), donde el Estado italiano cuenta con una participación del 64% tras una recapitalización en 2017 por sus problemas financieros. El motivo de ruptura fue que el Estado preveía una ampliación para la entidad toscana de 3.000 millones de euros, y no de al menos 6.000 como pedía UniCredit. El Gobierno italiano, está obligado por las autoridades europeas a desprenderse a final de año de su participación en el banco más antiguo del mundo, aunque negocia una prórroga con la Comisión Europea.

Pero la sombra de una posible operación corporativa no desaparece y coge fuerza por la trayectoria de Orcel, hasta su salida de UBS, como gran banquero de inversión durante su etapa en Merrill Lynch, desde donde lideró grandes 'deals' para Santander (Banespa Abbey, Sovereign, Banco Real-ABN...) y se granjeó la confianza del fallecido Emilio Botín. Una posible fusión o adquisición con otro banco no italiano supondría la primera transfronteriza en el sector, unas alianzas a las que instan desde el BCE para reducir la presión de los márgenes y que no rechazan los propios protagonistas. Unicredit sería un candidato idóneo para las integraciones transnacionales por su posición Italia, Alemania y países centroeuropeos. 

Por su parte, las opciones españolas que habitualmente están en las quinielas son BBVA o Caixabank. En octubre, el consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, ya señaló que se está avanzando hacia la posibilidad de que se produzcan más operaciones de este tipo dentro de Europa, si bien señaló que, por el momento, es difícil que generen las mismas sinergias frente a las fusiones nacionales. BBVA, por su parte, sigue embarcado en su plan de recompra de acciones y la opa sobre su filial turca Garanti pero cuenta con munición adicional por valor de 4.000 millones de euros para afrontar nuevos movimientos de tipos inorgánico.

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