Informe de Goldman Sachs

Las petroleras europeas anticipan un 2024 prometedor pese a la caída de los precios

El sector petrolero cierra con un ejercicio con los precios a la baja pero con los suministros también, lo cual podría abrir un escenario de subidas para el año que viene por la baja inversión en nuevos yacimientos.

Un petrolero navega en mar abierto.
Un petrolero navega en mar abierto.
Ecopetrol vía Europa Press

El petróleo ha pasado de ser uno de los grandes activos en los mercados en 2022 a perder un enorme fuelle durante el presente ejercicio. La cotización del barril de crudo Brent alcanzó máximos de ciclo en los 122 dólares, para cotizar en la actualidad sobre los 74 dólares. Todo ello, pese a una reducción de producción por parte de la OPEP+ y a dos guerras abiertas en Ucrania y Palestina. ¿Cómo afecta todo esto al crudo de cara a 2024 y a las petroleras europeas?

A punto de concluir el cuarto trimestre, Goldman Sachs publica su valoración de los beneficios y el flujo de caja de las petroleras europeas en el trimestre, reflexionando sobre las perspectivas para el próximo año impulsadas por los principales factores macroeconómicos, la cartera de nuevos proyectos de cada empresa, el margen de maniobra del balance y sus estrategias de retorno de efectivo a los accionistas.

La entidad financiera comenta en el mencionado informe que podría producirse un contexto de mercado favorable para el petróleo. “Esperamos para el oro negro en 2024 un entorno más favorable, debido a la ampliación del recorte de la oferta de la OPEP+ y al sólido crecimiento de la demanda con incrementos estructurales en los mercados emergentes y una recuperación en curso del combustible para aviones, mientras que el crecimiento de la oferta en EEUU se ralentizará debido al menor número de plataformas y a la disciplina de capital”, analiza.

La hipótesis de un precio normalizado del petróleo Brent de 80 dólares para 2024-2028 incluida en sus modelos se sitúa unos 12 dólares por barril por debajo de la previsión de Brent para 2024 del equipo de materias primas de Goldman Sachs (92 dólares el barril), lo que implica un potencial alcista de las estimaciones de beneficios para 2024 en el momento actual para las empresas de la industria.

Desde la entidad bancaria estadounidense consideran que actualmente el entorno se encuentra en un punto de inflexión, ya que las grandes petroleras de la UE han empezado a batir a las de Estados Unidos “cerrando potencialmente su diferencia de valoración del 40%”. Los expertos del banco creen que este cambio se debe “a la mejora de los programas de recompras en Europa y a un cambio en la inversión ESG de la UE, que ha pasado de la desinversión a las estrategias de transición, con el apoyo de la aplicación de la Taxonomía Verde de la Eurozona”.

Los malos resultados de las firmas petroleras europeas frente a los estadounidenses empiezan a invertirse, pero sigue existiendo un importante descuento de valoración. “Según nuestra cobertura compañías del sector en Europa, su cotización ha subido un 7% en los últimos 6 meses, mientras las norteamericanas han bajado un 7%, por lo que pensamos que actualmente nos encontramos en un punto de inflexión, en el que el descuento de valoración en las empresas de la UE frente a las de Estados Unidos está empezando a invertirse”, aseguran.

En Europa, aunque los productores de petróleo y gas siguen figurando entre los más infraponderados por los inversores en ASG, se podría estar asistiendo a un cambio desde la desinversión hacia la transición, y a una reducción de estas posiciones infraponderadas. Para Goldman Sachs, la introducción de la taxonomía de la UE proporciona una base adicional para que los fondos de sostenibilidad tengan exposición a empresas energéticas en transición, especialmente cuando invierten “en inversiones verdes antes que sus homólogas”.

Los flujo de caja como catalizadores positivos

La fuerte generación de flujo de caja impulsa el potencial alcista de la rentabilidad para el accionista en 2024, con el sector generando una rentabilidad del 12% en 2024, muy por encima de las medias históricas, tal y como describe Goldman Sachs. “En nuestra opinión, la sólida generación de flujos de caja, junto con los sólidos balances, están permitiendo una mayor flexibilidad en la rentabilidad en cash para los accionistas”, destaca.

“Las grandes petroleras habrían construido sólidos balances, con un ND/CE del 12% a finales de 2023 en comparación con un rango a largo plazo del 15-30%... En particular, destacamos Equinor, OMV, Repsol, Galp y Shell con un bajo apalancamiento”, dice Goldman Sachs en el informe. “Por lo tanto, el sector ha desplazado ahora su atención hacia el aumento de la rentabilidad en efectivo para los accionistas -principalmente en forma de recompras (dadas las bajas valoraciones en Europa)-, centrándose en la reestructuración y la eficiencia del capital y convergiendo hacia (y en algunos casos por encima de) un pago en cash del 40%, ya que el ratio de reinversión se mantiene en torno al 50%”, argumenta.

En conjunto, las grandes petroleras de la UE ofrecen actualmente una rentabilidad por dividendo del 5,9% prevista para 2024, y las recompras aportan un rendimiento adicional del 5,6% de media para este grupo, lo que se traduce en un retorno total en efectivo para los inversores del 11,5% el próximo año, según las estimaciones del banco.

“La infrainversión y la escasez de oferta, que analizamos en detalle, sugieren un bajo crecimiento de la producción no OPEP y un pico de producción de esquisto para 2026-27, por lo que en un sector que carece de crecimiento de la producción, destacamos a Shell, ENI y GALP por sus atractivas carteras, que esperamos ofrezcan un crecimiento superior del flujo de caja en los próximos 2 años”, termina.

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