Previsiones para 2024

El pronóstico de JP Morgan: el aterrizaje suave de la economía es misión imposible

La combinación de un cúmulo de vientos en contra como los tipos de interés, los riesgos de refinanciación y la desaceleración de la economía alinean a la economía hacia una calle sin salida para 2024.

JP Morgan: el aterrizaje suave de la economía será casi una misión imposible
JP Morgan: el aterrizaje suave de la economía será casi una misión imposible
JPM vía La Información

El consenso entre los bancos de inversión de Estados Unidos parece que brilla por su ausencia si ponemos el foco en 2024. Si en 2023 muchas entidades financieras norteamericanas apostaban por un aterrizaje suave de la economía, para el próximo año existe una división de opiniones entre crisis económica, recesión suave o, directamente, continuidad al ciclo de expansión de la economía.

Goldman Sachs sería la viva imagen del último ejemplo, mientras que JP Morgan, en el último informe de estimaciones que ha publicado, estaría alineado con una visión mucho más pesimista. Dicho de otro modo, el aterrizaje suave de la economía observando el ciclo restrictivo de la Fed, debería ser prácticamente una misión imposible.

“Con una situación de pleno empleo y una curva de tipos invertida, el crecimiento lento suele estancarse y caer hacia el terreno negativo si nos fijamos en la historia, aunque, por supuesto, esta vez podría ser diferente”, aseguran los analistas del banco de inversión de Estados Unidos. 

"La Fed está irrevocablemente detrás de la curva y el crecimiento se debería ralentizar más rápido de lo previsto, la disminución de la liquidez haría que los consumidores se retraigan, la desinflación erosionará el poder de fijación de precios de las empresas y los beneficios en 2024… Por ello, la recesión sigue siendo un riesgo vivo en este caso”, advierten.

Históricamente, la inversión de las curvas de tipos de interés, de los bonos a 2 años y a 10 años estadounidenses, anticipa una recesión de la economía. En los tres ciclos de subidas recientes en los que se logró un aterrizaje suave, es decir, en 2019, 1994 y 1983, los diferenciales no se invirtieron y la Reserva Federal invirtió el rumbo de forma agresiva.

“En los últimos 40 años ha sido casi imposible lograr la hazaña de un escenario de ‘ricitos de oro’ en un esquema del crédito como el que tenemos actualmente; es decir, un crecimiento lento, pero sin recesión, una senda de inflación dentro de la zona de confort para la Reserva Federal, una reducción gradual de los tipos de interés y unas tasas de inflación por debajo del 2%”, analizan estos expertos.

Volatilidad y márgenes

La volatilidad fue inusualmente baja este año en relación con los elevados tipos de interés, la ralentización de los datos macroeconómicos y los elevados riesgos geopolíticos. Esta desconexión se debió a una combinación de desfases más largos de lo normal en la transmisión de la política monetaria y factores técnicos. Por ejemplo, la persistencia de flujos de venta de opciones a corto plazo).

Aunque los desfases son más largos de lo habitual, para los expertos de JP Morgan es probable que gran parte del impacto de la política monetaria esté aún por llegar, y los tipos elevados junto con una mayor ralentización del crecimiento económico deberían impulsar la volatilidad de la renta variable en el transcurso del próximo año.

“Para 2024, también prevemos un contexto más difícil para la renta variable y creemos que la relación riesgo-rentabilidad sigue siendo poco atractiva”, asegura la firma financiera estadounidense. “Además, los riesgos geopolíticos y políticos siguen siendo elevados, con un cambio en curso hacia un orden mundial multipolar, dos guerras importantes y 40 países que celebran elecciones nacionales (incluido Estados Unidos), lo que podría añadir volatilidad a los mercados”, concreta.

Por tanto, estos analistas prevén que el VIX suba en general en 2024 más que en 2023, y la magnitud del aumento dependerá del momento y la gravedad de una posible recesión, así como del momento en que se produzca un posible repunte de la volatilidad que podría aliviar los flujos estructurales de venta de volatilidad a corto plazo.

“Si los mercados permanecen relativamente tranquilos y se produce un aterrizaje suave de la economía, cabría esperar que el VIX se sitúe en una media de entre 10 y 20 puntos el próximo año, mientras que, si se iniciara una recesión moderada en el segundo semestre del próximo año, es probable que el ‘índice del miedo’ se sitúe en una media de entre 20 puntos durante todo el año”, añade.

Por otra parte, en cuanto a la dinámica empresarial, JP Morgan estima otro año de crecimiento de los beneficios plano o de dígito simple en los mercados desarrollados, con fuertes revisiones a las previsiones de crecimiento por parte de las compañías cotizadas.

En contraste con el resistente crecimiento económico mundial de este año, con sólidas estimaciones de expansión de los beneficios a principios de año, las empresas del MSCI World y del S&P 500 van camino de registrar un crecimiento plano de los beneficios en 2023, a medida que la demanda siga normalizándose con la desinflación de los precios y la presión sobre los márgenes.

“Con un descenso previsto del crecimiento económico el año que viene, un crédito más restrictivo y unos costes de endeudamiento más elevados, volvemos a ver un crecimiento mundial en 2024 de alrededor del 10% en las ganancias de las empresas, incompatible con el telón de fondo macroeconómico”, dicen desde la entidad bancaria norteamericana.

Por ejemplo, una tasa de crecimiento del beneficio por acción del S&P 500 del 11% implica una demanda robusta con un crecimiento de los ingresos que se aceleraría hasta el 5% y un margen de ingresos netos que se amplía en 60 puntos básicos hasta el nivel de mediados de 2022. 

“Este tipo de repunte suele observarse en las recuperaciones de principios o dentro del ciclo, no cuando el ahorro de los hogares se está erosionando, los costes de los préstamos han alcanzado máximos de varias décadas y la demanda mundial se está enfriando con la desinflación de los precios”, alerta.

“Por este motivo, prevemos otro año de crecimiento de los beneficios por debajo de la tendencia, con una tasa de crecimiento de los ingresos secuencialmente inferior, sin expansión de los márgenes y menores retribuciones a los accionistas... Será un año duro”, terminan.

Mostrar comentarios