Santander y BBVA fueron accionistas de SIX hasta el veto de la UE al dinero suizo

Jos Dijsselhof, consejero delegado de SIX Group. / Efe
Jos Dijsselhof, consejero delegado de SIX Group. / Efe
L. I.

El 'cordón sanitario' que abrió la Unión Europea (UE) en 2017 a los mercados de capitales suizos está en el origen de la generosa oferta de compra que ha impulsado SIX, rectora de la Bolsa de Zurich, sobre la española Bolsas y Mercados (BME), que gestiona las Bolsas de Bilbao, Valencia, Barcelona y Madrid. También está en la motivación de la salida del accionariado de SIX Group de Santander y BBVA durante 2018 tras un cambio normativo, según ha podido saber 'La Información'.

BBVA confirmó que ya no forma parte de la propiedad de SIX, pero tuvo esas acciones a lo largo de 2018, cuando las vendió. Santander negó que las tenga actualmente y también en el pasado aunque otras fuentes aseguran que mantuvo esa presencia. Desde SIX Group declinaron confirmar la presencia de ambos bancos ya que es política de la empresa no revelar públicamente su estructura accionarial.

La única información disponible acerca de los dueños que están detrás de las bolsas suizas es la que aparece en su página web: más de 120 instituciones financieras que operan en suelo helvético, una veintena de ellas de origen extranjero. "Se exigía para operar en ese mercado. Durante 2018 se vendió esta participación, dado que por un cambio de su normativa ya no era necesaria para operar con SIX", explican desde una de ellas. Más allá de esto, como casi todo en Suiza, el resto es secreto.

Muchos bancos con sede en la zona euro vendieron como Santander y BBVA en el marco de la silenciosa disputa que mantiene la Unión Europea (UE) para poner puertas al dinero suizo. De hecho, la generosa opa de SIX con BME tiene su gran 'espada de Damocles' en esa circunstancia y, aunque consiga la aprobación de CNMV (supervisor de bolsa), CNMC (Competencia) o el Gobierno español, al final de todo el proceso deberá rendir cuentas en Bruselas. Este escenario favorece la entrada de ofertas competidoras frente a SIX como la francesa Euronext o Deutsche Boerse, la empresa que tiene mayor músculo financiero y que acaba de comprar a Nasdaq el mercado de futuros energéticos NFX para competir con CME.

A finales de 2017, Bruselas retiró a Suiza el 'reconocimiento de equivalencia' (un estatus para asumir sus normas en el ámbito financiero), aunque dio una prórroga de un año para alcanzar un acuerdo. En la práctica, esa decisión tuvo escasas consecuencias y pasó desapercibida. En teoría, la decisión tenía tintes de cataclismo ya que se prohibió a bancos y fondos residentes en la UE que pudiesen comprar, vender y ofrecer a sus clientes valores de compañías tan conocidas como Nestlé, Credit Suisse, Adecco, Novartis y una larga de lista de marcas globales que son helvéticas y cotizan en ese mercado.

Tras la primera prórroga de un año, la UE concedió otra de seis meses que expiró en julio de 2019. De nuevo, al borde del cataclismo, el Consejo Helvético (gobierno) emitió un dictamen unilateral para esquivar el veto europeo gracias a la letra pequeña de la ley.  Amparándose en el retraso de llegada de una nueva prórroga, Suiza prohibió que las acciones de compañías suizas que cotizan en la Bolsa suiza se negocien en la UE.

El resultado final del embrollo suizo para sortear la ley es que desde el pasado 1 de julio, las empresas cuya acción principal está en Suiza ya no lo pueden hacer en las bolsas de la UE, pero a cambio los inversores de la UE pueden comprarlas a través de brókers y bancos porque no se les aplica la MIFIR-MIFID, origen de la restricción de la UE. La compra de BME supone más que una operación corporativa: es la respuesta de SIX a las quejas de los propios inversores e intermediarios a la situación.

Viejos socios de BME

La sociedad rectora de las bolsas españolas también asistió en el pasado a la convivencia accionarial de BBVA y Santander. Fueron accionistas de referencia junto a otra media docena de entidades entre las que se incluía el mismo Banco de España. BME, como SIX ahora, estaba controlada por los bancos y cajas de ahorro antes de su salida a bolsa en 2006 y casi ocho años algunos todavía se mantenían en el capital.

Según los registros de CNMV, Santander vendió progresivamente el 8% de BME que llegó a tener entre 2008 y 2010, mientras que BBVA se deshizo de su 6,6% de las acciones en el verano de 2013. Por su parte, el Banco de España colocó su 5,3% en 2013 por 122 millones de euros. La Caixa traspasó su 5% en enero de 2014, en tanto que BNP redujo a cero su 6% entre 2009 y junio de 2012. Bankia, presente a través de Caja Madrid, vendió su 4,7% en mayo de 2011 coincidiendo con su OPV maldita.

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