Aniversario de la guerra

Señales de turbulencias: la volatilidad se tensa tras el discurso de Vladimir Putin

El señalamiento del presidente ruso hacia una guerra de largo plazo pone fin al rally bursátil de las últimas semanas y eleva la volatilidad como medida de protección de los inversores ante posibles caídas.

Vladimir Putin da su discurso anual en la Duma.
Vladimir Putin da su discurso anual en la Duma.
DPA vía Europa Press

La volatilidad vuelve a máximos anuales en 2023 y con ella las turbulencias en las bolsas. Las protecciones de los grandes inversores ante los baches en el camino bursátil también. El índice VIX, referencia de los movimientos en las opciones sobre el S&P 500, escaló este martes por encima de 23, su nivel más alto en 2023, en una jornada de caídas generalizadas en Wall Street y números rojos moderados en Europa con el regreso de la geopolítica al primer plano de la actualidad en los mercados. Dow, S&P y Nasdaq cerraron con descensos superiores al 2% arrastrados por las tecnológicas.

Conforme se acerca el aniversario del inicio de la guerra de Rusia sobre Ucrania, y tras la visita del presidente Biden a Kiev, la gran referencia del día para los inversores fue el discurso del presidente ruso, Vladimir Putin, que elevó los temores a un recrudecimiento del conflicto. El Kremlin no solo refrendó su política anexionista sobre Ucrania sino que hizo señalamientos hacia una guerra más larga y suspendió la adhesión de Rusia al tratado de no proliferación de armas nucleares, amenazando además con usarlas.

El giro hacia la geopolítica de los inversores se superpone a la mar de fondo sobre los temores a una alargamiento del ciclo de alzas de tipos en EEUU y Europa en los próximos meses debido a la fortaleza económica y a que la inflación se resiste a bajar a los niveles que buscan la Fed y el BCE para desactivar su ofensiva monetaria,  que comenzó hace un año tras el estallido de la guerra en Ucrania. Ni siquiera la drástica caída de los precios energéticos ha logrado frenar a los bancos centrales. Al revés, la mejoría económica y la fortaleza del empleo se ha sustentado en el impacto menor al previsto de los costes energéticos, según los expertos.

"Si bien un 'no aterrizaje', como se ha calificado al escenario en el que las economías desarrolladas evitan la recesión y mantienen un ritmo moderado de crecimiento, sería en principio lo más positivo para los mercados, ya que de esta forma también se evitaría la recesión de resultados esperada por muchos inversores, el principal problema es que este escenario haría más complicado para los bancos centrales luchar contra la inflación, por lo que se verían forzados a actuar con mayor contundencia en materia de tipos de interés de lo que han venido hasta ahora descontando los mercados", apuntan los expertos del bróker español Link Securities.

Para algunas casas de bolsa. Esto además puede acelerar una corrección en bolsas debido al buen arranque de 2023 y a que los resultados empresariales sí se está contrayendo, encareciendo las valoraciones. Según los estrategas de bolsa de Morgan Stanley, citados por Bloomberg, las acciones de EEUU están mostrando una señal de advertencia de que el S&P 500 podría caer hasta un 26% en la primera mitad de este año porque los ratios de valoración se han elevado hasta máximos desde 2007. El equipo que dirige Michael Wilson acertó en 2022 la corrección de las bolsas estadounidenses y ahora las vuelve a ver sobrevaloradas. "Es hora de regresar al campamento base antes de la próxima guía de ganancias", señala.

El estratega de Bank of America, Michael Hartnett, pronosticó que el S&P 500 caerá hasta los 3.800 puntos para el 8 de marzo, lo que implica caídas de aproximadamente 7% de los niveles actuales. Este experto acertó también en su pronóstico de que el rally bursátil terminaría antes de San Valentín, después de un arranque de ejercicio en el que la ecuación rentabilidad-riesgo está expulsando a los grandes inversores de la bolsa para ir a renta fija. Los diferenciales entre el interés de los bonos corporativos y la deuda del Tesoro han caído a mínimos de varias décadas, incluso entre los de peor calidad.

En el mercado de bonos, a quienes los expertos recomiendan prestar atención en momentos de incertidumbre, ha vuelto a dictar el rumbo de los mercados. El interés del bono a 10 años de EEUU escaló el martes hasta la cercanía del 4%, un nivel psicológico que en el pasado ha provocado correcciones en Wall Street de hasta el 10%. Es el caso, por ejemplo, de 2018 o, sin ir más lejos, al final del verano de 2022 que llevó a los mínimos del año. Sin embargo, en otra jornada marcada por los resultados corporativos, el Dow Jones terminó con una caída del 2%, el Nasdaq del 2,5% y el S&P 500 acabó perdiendo la cota de los 4.000 puntos, otro indicador que los inversores pueden comenzar a considerar como una señal bajista.

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