Diferente velocidad

La crisis bancaria reduce con más fuerza el techo de tipos en EEUU que en Europa

Las expectativas del mercado para el precio del dinero se han moderado de manera más significativa al otro lado del Atlántico que en éste tras las quiebras de entidades y de Credit Suisse. 

El golpe bancario adelanta con más fuerza el techo de tipos en EEUU que en Europa
El golpe bancario adelanta con más fuerza el techo de tipos en EEUU que en Europa
Nerea de Bilbao (Infografía) | 

Si en abril de 2022 las apuestas del mercado iban encaminadas hacia la fecha en la que el Banco Central Europeo (BCE) comenzaría a subir los tipos de interés (la Reserva Federal lo hizo en marzo del pasado ejercicio), doce meses después, el foco está puesto en cuándo pondrán fin a la etapa de política monetaria restrictiva más rápida de su historia. El repunte de la inflación, con tasas de IPC inéditas en décadas tanto en la eurozona como en Estados Unidos, forzó durante 2022 a los bancos centrales más importantes a nivel mundial a maniobrar rápidamente en sentido contrario, elevando a un ritmo nunca visto las tasas de referencia del dinero.

En la eurozona éstos marcan en el momento actual su umbral más elevado desde noviembre de 2008 después que Christine Lagarde anunciara un alza de medio punto hace justo un mes, hasta colocarlos en el 3,5%. Si bien la escalada de precios se ha moderando, continúa en cotas altas tras cerrar marzo en el 6,9%, el avance más bajo en un año, trasladando el foco de preocupación a la subyacente -que excluye el precio de los alimentos frescos y la energía- y ha cerrado marzo en el 5,7%, una escalada récord.

Se trata de unas cifras que siguen metiendo presión al organismo con sede en Fráncfort, desde el que han reiterado que no darán por terminada su cruzada contra la inflación hasta que se coloque en la barrera del 2%, algo que previsiblemente no ocurrirá hasta 2025. Sin embargo, con estas cifras como telón de fondo, el mercado ya descuenta que será en la última parte del año cuando se llegue al tan esperado pico de los tipos en la eurozona.

En concreto, según los datos recabados por ‘Bloomberg’, los analistas avistan el techo a partir del próximo mes de septiembre, pero consideran que habrá que esperar hasta la primavera de 2024 para que se produzca una posible bajada. Las casas de análisis consultadas por este medio coinciden que el momento de la pausa en las subidas está cerca y destierran por completo la idea de una posible rebaja durante este 2023. “Un recorte brusco puede desencadenar una situación insostenible”, comenta el analista de IG, Diego Morín.

De su lado, el socio director de ATL Capital, Félix López, cree que el BCE puede guardarse en la manga otros dos aumentos de tipos adicionales, ejecutando uno en la próxima reunión de mayo y otro en julio. Las previsiones han cambiado ligeramente después del escenario de pánico bancario en el que cuatro entidades estadounidenses han sido intervenidas o se han declarado en bancarrota, y la compra de Credit Suisse por parte de UBS para evitar su caída. La clave estará en las actas que publique esta semana el banco que mueve los tipos en los países que se rigen por el euro, en las que puede dar pistas sobre su hoja de ruta.

Aunque hasta la fecha ninguna entidad que opera bajo el paraguas de Lagarde se ha encontrado en serios apuros, la situación de pánico bancario vivida hace unas semanas sí que ha añadido presión a su guion previsto, impulsado ligeramente a la baja la media de la curva de tipos del mercado. No obstante, es en Estados Unidos donde las expectativas se han rebajado de forma más brusca con respecto a Europa. Mientras el plazo en la región que comparte moneda se ha adelantado desde septiembre a diciembre, al otro lado del Atlántico se estipula para julio de 2023 como escenario más plausible. 

En este caso, la fecha también se ha anticipado mes y medio (la frecuencia con la que se reúnen ambos bancos centrales para dirimir su política monetaria) tras el citado torbellino bancario. Si el 28 de febrero el consenso veía los tipos en el 5,4% en octubre de este año, ahora la media cree que se colocarán ligeramente por encima del 5%. Al margen de que Jerome Powell sacaba ventaja a Lagarde cuando se decidió a apretar el gatillo y de que previsiblemente la tasa de la eurozona no alcanzarán la cota de EEUU, el recorte también es sensiblemente mayor dado que la media para el BCE cae dos décimas desde el 3,8% fijado para finales de este 2023 al 3,63% de diciembre. 

Las actas de la Reserva Federal publicadas hace unos días arrojan que los citados acontecimientos han limitado su capacidad para seguir adelante con el ciclo de subidas y que sus planes en este sentido se ven condicionados, moderando su previsión de alzas. Incluso admiten que llegaron a plantearse la posibilidad de frenar el seco el ciclo en medio de una posibilidad de recesión suave en unos meses. 

De forma paralela, las proyecciones que maneja la expresidenta del Fondo Monetario Internacional (FMI) para la veintena de países que integran el euro dibujan un horizonte algo más halagüeño para la región, con un crecimiento del 1% entre enero y diciembre, en un contexto en el que las subidas de tipos "están comenzando a funcionar" tal y como ha asegurado este lunes la propia Lagarde, al tiempo que ha advertido de que se avecina un periodo de "inestabilidad permanente", que puede desembocar en una etapa de reducción del PIB mundial. 

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