Bélgica diseñará un impuesto para gravar los beneficios extraordinarios de todo el sector energético como parte de las medidas acordadas este miércoles entre el gobierno federal y las autoridades regionales del país para responder al alza de los precios, especialmente del gas. Es uno de los resultados de la reunión convocada por el primer ministro del país, Alexander De Croo, con todas las autoridades políticas del país, en la que también se ha acordado, por ejemplo, prolongar hasta marzo de 2023 la reducción de impuestos especiales sobre los carburantes, el IVA en el 6% sobre gas y electricidad y algunas ayudas sociales.
La introducción de un impuesto sobre los beneficios extraordinarios de las energéticas es un asunto que las autoridades belgas llevan contemplando desde hace meses y ahora se ha acordado crear un grupo de trabajo que estudiará distintas opciones y presentará una propuesta en las próximas semanas. "Ya existe en el sector nuclear. El objetivo es llegar a otras empresas del sector energético o a ciertos actores que tienen beneficios muy elevados", explicó en una rueda de prensa el primer ministro belga, quien añadió que "evidentemente la recaudación se utilizará para ayudar al máximo, por ejemplo, a la clase media del país".
Otra medida acordada por las autoridades belgas es trabajar con el sector financiero para diseñar una especie de moratoria hipotecaria, de forma que los hogares más afectados por los elevados precios del gas y la electricidad puedan aliviar la carga financiera. "Algunos ciudadanos tienen una factura energética más alta que la suma de su devolución hipotecaria, una situación que es insostenible", subrayó De Croo. "Vamos a coordinarnos con el sector bancario para que se pueda retrasar el reembolso de gastos hipotecarios", detalló. También en coordinación con el sector financiero del país, Bélgica diseñará medidas para impulsar las inversiones en eficiencia energética.
En los edificios públicos, la calefacción y el aire acondicionado se programarán a 19 grados y 27 grados, respectivamente, mientras que se apagará la luz de los mismos y la iluminación de monumentos entre las 19.00 horas y las 06.00 horas de cada día, informan medios locales. En este punto De Croo también especificó que se trabajará con el sector privado para que también tomen medidas en la misma dirección con vistas a alentar a empresas y tiendas a reducir su consumo energético. "Asistimos a un aumento vertiginoso de los precios de la energía. Todos nos preguntamos cuándo va a parar y cómo podemos hacer frente, pero seamos claro, no hay soluciones milagro", reconoció el primer ministro belga al inicio de la comparecencia de prensa.
De Croo aseguró que atajar esta crisis energética es también una "prioridad" europea y es a este nivel donde se deben decidir medidas ambiciosas como un tope al precio del gas que Bélgica defiende desde hace meses junto con "aliados" como España o Francia. "Cada vez más países están convencidos de que hacen falta medidas así. Nuestro país seguirá trabajando para que los veintisiete (países de la UE) estén de acuerdo y podamos acordar un límite al precio del gas", remarcó antes de añadir también que el "mecanismo de emergencia" que ha anunciado la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, es algo "excelente".
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