Todo dependerá del Tribunal Supremo

La batalla judicial de Trump amenaza con un parón de la economía mundial

Un bloqueo institucional del país dejaría en 'stand by' la guerra comercial con China y Europa, y alejaría una solución para los aranceles impuestos a los productos españoles por el conflicto Airbus-Boeing. 

Dos asistentes se toman una fotografía durante el discurso del presidente estadounidense, Donald Trump (C), en un acto de campaña en Pensacola, Florida.
La batalla judicial de Trump amenaza con un parón de la economía mundial.
EFE

La posible impugnación que el todavía presidente de EEUU, Donald Trump, ha planteado en los estados en los que sospecha que se están manipulando los votos enviados por correo para dar un vuelco a los resultados en favor de su oponente, Joe Biden, amenaza con provocar un bloqueo institucional muy grave en el país que puede derivar en un parón económico en medio mundo. Esa es la opinión unánime de los analistas y técnicos comerciales que han trabajado allí en los últimos años y conocen de primera mano el mercado y las implicaciones comerciales del país a nivel internacional.

“Nadie podía pensar hace cuatro años que un presidente de los Estados Unidos iba a poner en duda un resultado electoral porque no le convenía el resultado”, asegura un técnico comercial con casi una década de experiencia en aquel mercado. Pero tras lo que ocurrió en las pasadas elecciones con Hillary Clinton (perdió a pesar de tener más votos totales) y la actitud de Trump, una cuestión “que era impensable, se ha convertido en una amenaza real”. 

Desde el ámbito económico, un bloqueo institucional de esa magnitud en la administración norteamericana dejaría congeladas las negociaciones para reformar la Organización Mundial del Comercio (OMC), la resolución del conflicto entre Airbus y Boeing que ha provocado una guerra arancelaria en sectores básicos de la economía europea como la automoción o la alimentación (vino y aceite en el caso de España, entre otros productos), la guerra comercial con China, las reformas en la tributación de los grandes grupos digitales y hasta las postura de EEUU ante los acuerdos mundiales contra el cambio climático.

Al riesgo de parón económico por la previsible batalla judicial de Trump, se une el hecho de que el país está dividido en dos y "no será fácil para los demócratas, si ganan, poner en marcha grandes reformas a nivel federal", advierten los expertos consultados por La Información. "Hay cuestiones de fondo, como las guerras comerciales o la política exterior, que no van a cambiar demasiado si gana Biden -aseguran-, serán políticas continuistas, pero con mejores modales, nada más".  "A las tensiones mundiales que se pueden generar hay que añadir la falta de opciones para unir y cambiar algunas cuestiones pendientes... Trump tiene mucho apoyo".

El todopoderoso Tribunal Supremo manda

Según el modelo judicial descentralizado americano, cada una de las impugnaciones que se hagan debe resolverse primero en los tribunales de justicia del propio Estado si se centran en cuestiones parciales de la votación, como puede ser lo ocurrido en una determinada ciudad o condado. El Tribunal Supremo, el máximo órgano judicial de EEUU y una de las instituciones más importantes del país, interviene cuando se trate de un problema de todo un estado, como la petición de Trump de revisar el recuento de Winsconsin y Michigan por sospechar que ha habido un ‘pucherazo’ con el voto por correo. Por lo pronto se trata de una revisión de los votos dentro del margen que se establece para ello en el proceso electoral, pero el propio Trump señaló de madrugada que estaba dispuesto a llegar al Supremo si era necesario.

La normativa electoral marca una fecha tope en el 20 de enero del año que viene para la toma de posesión del nuevo presidente, una fecha que nadie quiere modificar pero que, según advierten las fuentes jurídicas consultadas conocedoras del proceso electoral americano, podría variar si el todopoderoso Tribunal Supremo lo estimara necesario para resolver los conflictos pendientes. Aún así, “La Cámara de Representantes y el Senado funcionarían y podrían legislar en cuestiones básicas para que no se paralizase del todo el país a nivel federal”, aseguran. Hay que advertir, además, que el alto tribunal norteamericano cuenta con una abrumadora mayoría conservadora, sobre todo tras el nombramiento de la última jueza auspiciado por el propio Trump, Amy Coney Barrett.

A pesar de que los mercados han acogido con subidas el paulatino vuelco de los resultados a favor de Biden, a medida que este miércoles se iba conociendo el recuento final de votos en estados clave (Winsconsin, Michigan y Pensilvania sobre todo), los analistas europeos advierten que habrá que esperar hasta que se termine el proceso para certificar quien ganará y, en su caso, si se genera una batalla judicial en los estados donde los resultados estén más ajustados. Se puede recibir votos por correo hasta tres días después de la votación, es decir, hasta este viernes día 6 de noviembre, que es la fecha en la que se prevé que haya unos resultados más definitivos.

Sobre este temor al bloqueo judicial de Trump planea el conflicto que se creó en las elecciones del año 2000 entre el demócrata Al Gore y George W. Bush por el recuente del estado de Florida, que había decantado los resultados en favor del republicano por apenas 537 votos. Cuando se llevaban 35 días de enfrentamiento y con Al Gore sacando adelante sus pretensiones para dar la vuelta a los resultados, el propio candidato se retiró de la pelea en un “ejercicio de responsabilidad”, a la vista de que ese bloqueo judicial estaba amenazando ya con paralizar las instituciones del país y perjudicar a su economía. El contexto actual es justo el contrario, es el republicano Trump quien amenaza con demandar judicialmente todo el proceso, "y seguro que si lo hace, no se va a retirar como hizo Al Gore", señalan. 

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