El presidente ruso, Vladímir Putin, mueve ficha y se anticipa a la Comisión Europea y su propuesta para intervenir el precio del gas. Ante la iniciativa de Rusia de crear en Turquía un centro de distribución del gas ruso, lo que permitiría además crear una plataforma para regular los precios, Francia se ha pronunciado y ha rechazado el plan, ya que considera que no es necesario y es "incompatible" con los objetivos a largo plazo de la Unión Europea (UE).
Fuentes del Elíseo señalaron hoy que esa iniciativa "no tiene sentido" en un momento en el que los países europeos están intentando reducir su dependencia del petróleo y el gas procedentes de Rusia, debido a la invasión de Ucrania. Además, "es incompatible" con los objetivos de la UE de avanzar hacia su soberanía energética y de abandonar los combustibles fósiles a largo plazo, añadieron.
Los presidentes de Rusia y Turquía, Vladímir Putin y Recep Tayyip Erdogan, respectivamente, discutieron hoy esta iniciativa de Moscú durante una reunión que mantuvieron en Astaná (Kazajistán). Turquía se ha mostrado "bastante interesada" en esa propuesta, afirmó el Kremlin tras el encuentro.
Actualmente, Turquía recibe gas a través del gasoducto submarino TrukStream, el cual transporta gas ruso además a varios países del sur y sureste de Europa. El TurkStream, tendido por el fondo del mar Negro, puede transportar hasta 31.500 millones de metros cúbicos de gas anualmente. Bulgaria, Grecia, Serbia, Rumanía, Hungría y Macedonia del Norte reciben suministros por esta vía.
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