Los gigantes de las finanzas van a por ellos

Los adolescentes transforman las reglas de juego en el 'casino' de Wall Street

El confinamiento creó una oportunidad para que, aprovechando las nuevas tecnologías y las cero comisiones, arriesgaran el dinero utilizando plataformas de corretaje como Robinhood.

Efe
Los adolescentes transforman las reglas de juego en el casino de Wall Street
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Quién en el patio de las finanzas no conoce a Warren Buffett. Se le considera el inversor más exitoso de Wall Street, pese a que el rendimiento de sus apuestas no sean mucho mejores que las de un fondo indizado al S&P 500. El 'oráculo de Omaha' hasta lo aconseja como opción segura para hacer crecer los ahorros con paciencia en el tiempo. Y pese a tener 90 años, sus cartas anuales a los accionistas son seguidas con pasión por jóvenes como la neoyorquina Daphne.

La pandemia puso un paréntesis a la celebración de su junta general de accionista, a la que Daphne se acercó en dos ocasiones. Incluso pudo preguntarle. El confinamiento, sin embargo, creó una oportunidad sin igual para que los adolescentes aprovecharan las nuevas tecnologías y las cero comisiones para arriesgar el dinero que conservan en la hucha como si jugaran con monedas virtuales de Roblox, utilizando plataformas de corretaje como Robinhood.

Eso explica en parte que acciones de compañías al borde de la ruina como la cadena de videojuegos GameStop o los cines AMC despuntaran desafiando las reglas de la gravedad que rigen en el parqué. Durante la crisis sanitaria se escribió en los medios financieros sobre chavales que se metían en las cuentas de corretaje de sus padres para jugar con acciones de Tesla o de compañías pioneras en el negocio de las energías renovables, que atraen a las nuevas generaciones de inversores.

Gigantes de las finanzas como Fidelity Investments van a por ellos. La firma de corretaje acaba de crear una cuenta para clientes de entre 13 y 17 años

El filón –o la oportunidad, según se mire- de implicar a adolescentes adultos interesados en jugar con activos reales en lugar de una consola es enorme. Y gigantes de las finanzas como Fidelity Investments van a por ellos. La firma de corretaje acaba de crear una cuenta para clientes de entre 13 y 17 años de edad. La condición es que los padres dispongan ya de una y tendrán a su vez pleno acceso a las actividades de sus hijos, para que puedan supervisar cómo se gastan el dinero.

En la práctica, los chavales pueden comprar y vender acciones con relativa autonomía, colocar el dinero en un ETF o invertir en un fondo de inversión. Y si lo que quieren es hacerse con títulos de compañías como el conglomerado Berkshire Hathaway, que se cambian a unos 434.700 dólares, pueden comprar una fracción por solo un dólar. Una vez que el adolescente alcanza la edad legal adulta, esa cuenta para jóvenes se transforma automáticamente en una estándar.

La nueva cuenta de Fidelity no permite el acceso a los fondos de los padres, por lo que no deben preocuparse de que pongan el dinero de la jubilación en acciones que pueden irse a pique. Es algo evidente, pero que deja muy claro a raíz de las cosas que se vieron durante los últimos 15 meses. La percepción del riesgo de un joven es muy diferente a la de un adulto y su conocimiento de las finanzas en principio es también más limitado, aunque sea solo por experiencia.

En ese periodo Robinhood se convirtió en el mayor rival de Fidelity, Charles Schwab, Interactive Brokers, Tradeweb y ETrade Financial. El rápido crecimiento de la plataforma creó controversia y muchas críticas, incluido el propio Warren Buffett, por las tácticas que le permitieron captar a jóvenes sin experiencia entre los 'millennials' y la Gen Z para jugar en el gran casino de Wall Street. Y aprovechando ese crecimiento, la fintech se dispone en los próximos meses a cotizar.

Robinhood permitió con su aplicación un acceso prematuro a los jóvenes inversores que está cambió las reglas de juego en el parqué. Acaba de estrenar, incluso, un servicio que les permite participar en las colocaciones bursátiles, incluida la suya. Y con su política de cero comisiones, forzó se convirtió en un catalizador para que toda la industria del corretaje lo asumiera como la norma. También ofrece negociar criptomonedas y opciones.

“Estamos orgullosos de abrir el acceso a la creación de riqueza a gente marginada”, comenta el consejero delegado de Robihood, Vlad Tenev, al hablar de cómo su plataforma contribuye a “democratizar” las finanzas ofreciendo a gente corriente la oportunidad de participar en los mercados. Las redes sociales, el parón de los eventos deportivos y los cheques de estímulo hicieron hizo que la compra de acciones se convirtiera en una especie de entretenimiento en el tiempo libre.

Así logró demostrar que hay una base clientes a los que no llegaban las firmas tradicionales. La oferta de Robinhood plantea, sin embargo, hasta qué punto este resurgir del interés por los mercados es sostenible. Y al mismo tiempo, cómo los reguladores van a responder a servicios dirigidos a inversores noveles, porque pueden elevar los riesgos en escenarios de volatilidad si las carteras de inversión se tornan negativas, especialmente en productos tan complejos como las opciones.

El movimiento de Fidelity indica, por tanto, que el fenómeno de Robinhood no sería temporal. Y el hecho de que gente joven se interese por sus finanzas puede ser beneficioso en el largo plazo. Buffett, sin embargo, está en contra de que se promueva una cultura de riesgo parecida a las apuestas, porque es una manera cuestionable de hacer dinero. Los patrones de la plataforma calificaron la reflexión de elitista y un insulto hacia las nuevas generaciones de inversores.

Fidelity responde a estas dudas diciendo que los padres preocupados con las transacciones que hacen sus hijos pueden activar alertas para saber cuándo compran y venden acciones. Tampoco se les excluye de participar en inversiones de alto riesgo. Y solo pueden sacar el dinero de la cuenta para transferirlo en un fondo de ahorro para los estudios universitarios. La firma de corretaje sí tiene claro que es mejor que aprendan a invertir a una edad temprana.

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