ANÁLISIS

El batacazo de 'La última cena' de 'Sálvame': claves para no fracasar en la tele de Navidad

¿Por qué Telecinco pinchó en 'Nochebuena'?

Un momento de 'La última cena' en Nochebuena
Un momento de 'La última cena' en Nochebuena
Telecinco

'La última cena', la versión 'MasterChef' de 'Sálvame', ha pinchado con su especial de Nochebuena. Un batacazo para Telecinco, pues la cadena líder ha quedado como tercera opción del prime time por detrás del zapping de refritos de Antena 3. Por detrás de un refrito, que ya es decir. ¿Por qué no ha funcionado mejor este delirio gastronómico, a pesar de ser un programa de contenido nuevo y supuestamente trepidante?

Para empezar, porque en Nochebuena se reúne frente al televisor a una audiencia más amplia que la fiel de Telecinco, espectadores 'fidelizados' que sustentan el éxito de la cadena a diario y que, en su mayoría, siguieron conectando la noche del 24 con el canal de los personajes del 'Deluxe'. Pero el público más masivo valora otro tipo de oferta que sea más fácil de seguir en plena reunión familiar y que entre con más fuerza por los ojos. En este sentido, en Nochebuena arrasa TVE sin rival. No sólo por tradición, también porque es la única cadena que sigue invirtiendo en grandes formatos bien producidos. Programas cuidados en realización y escenografía, que son coloristas de ver y se sustentan en la música, el humor y la emoción, ingredientes perfectos para acompañar sin molestar durante la cena y, al mismo tiempo, generar conversación en casa. Hasta tapan silencios incómodos. El público comenta cómo está el icónico Raphael o cómo están los inolvidables hombres de 'El Tiempo' Montesdeoca o Maldonado, que reaparecieron en 'Telepasión'.

Interesante la destreza que ha tenido 'Telepasión' en este 2020 para arrastrar a los espectadores que estaban ya sintonizando de manera masiva el discurso del Rey en TVE. De ahí que, nada más empezar, el programa fuera directo a lo más reconocible de Televisión Española en la actualidad y tirara de la fuerza de 'MasterChef'. También en los primeros números musicales se otorgó protagonismo a imágenes de los profesionales míticos del primer 'Telepasión', que cumple 30 años: María Teresa Campos, Isabel Gemio, Matías Prats, Pedro Piqueras, Julia Otero... Además, in situ, aparecieron emblemáticos como Ramón García, reencontrándose con Anne Igartiburu y con un guion que ha atesorado cierta autocrítica a la tele. Así se despierta esa poderosa curiosidad de la audiencia con el gancho de los autores televisivos que trascendieron en la memoria y, de paso, se suple que la TVE actual no tiene tantos rostros en el imaginario colectivo. La mayoría, muy desconocidos. Todo, en un especial con una realización moderna, muy vistosa, y un guion que atesoraba el elixir de la sencillez de la infalible travesura muy infantil. Por tanto, los niños se quedaban pegados a la pantalla. 

En cambio, 'La última cena' no cuenta con esa aureola familiar. Aunque hábilmente los de 'Sálvame' vistieran con locos disfraces a sus colaboradores, Lydia Lozano y María Patiño incluidas, para atraer también con la risa infantil. Sin embargo, los personajes estrella de Telecinco se asocian a otros lares en los que se llora, se pelea y se hacen polígrafos. Tal vez, por eso mismo, el programa intentó huir con destreza de polémicas en esta noche especial y optó por su compás más cómico, donde destacó el inteligente sarcasmo de María del Monte

Ya cuando se realizó 'Sálvame' en riguroso directo en una Nochevieja tampoco tiró en audiencias. Lo que recuerda que cuando Telecinco quiere crecer de verdad necesita inyectar otros universos a su micromundo de personajes -quizá de ahí que llamaran a Santiago Segura y María del Monte en Nochebuena-, pues sus tramas habituales no son tan transversales socialmente como puede parecer en el día a día del visionado del canal y en el trending topic de las redes sociales. Menos aún el 24 de diciembre, cuando el público no quiere sentirse superior a lo que ve a la tele y prefiere soñar con ese glamour de la imaginación que hace todo posible. De ahí que el manido refrito 'Lo mejor de cada casa' de Antena 3 superara en share en su primera parte a 'La última cena' y congregara prácticamente mismos espectadores: mostraba una diversidad de golpes de efecto de programas como 'El Hormiguero' o musicales como 'Tu cara me suena'. Atrayente y cómodo de ver y comentar desde casa si caías allí de casualidad. 

Aunque, sobre todo, el dato de 'La última cena' en Nochebuena, resalta que este talent inventado en la primavera, cuando vivíamos la denominada desescalada, destacó entonces en audiencias porque en ese instante había una falta de competencia y el público necesitaba desengrasar la saturación de sobreinformación -que no es sinónimo de información-. No obstante, es evidente que el programa no tiene una dinámica clara y le falta evolución narrativa contundente para enganchar . Hasta puede ser molesto por su caos intrínseco.  Tanto ir y venir de conversación es complicado de seguir en una Nochebuena donde se necesita que la tele acompañe pero sin que provoque ruido que pueda estorbar

Como consecuencia, Telecinco se quedó en un 11,9 por ciento de share y 1.547.000. Un dato que por si solo quizá no dice mucho, pero que es bajo para ser el programa que más duró en Nochebuena. Y, por tanto, podía haber rascado algo más de cuota de pantalla debido, al menos, a su extensión y que era de estreno. Pero no, no lo consiguió, Lo que esconde que 'La última cena' es un formato débil en estructura, fácil de derribar por sus rivales y, además, que si Telecinco quiere atraer nuevas audiencias debe dejar de pensar que lo puede hacer todo en un decorado de 'Sálvame' que se observa ya mustio por su sobreexposición. Ahí está el éxito y, a la vez, debilidad de la cadena. 

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