Cuaderno de venta

Archegos Capital y la telaraña oculta que mueve a Wall Street

Un operador de bolsa consulta las cotizaciones en su móvil.
Archegos y la telaraña oculta de Wall Street 
DPA vía Europa Press

Un solo cliente ha provocado miles de millones de pérdidas en los bancos de inversión. Uno entre miles, pero pueden ser muchos más. Archegos Capital Management, un 'family office' que operaba en la sombra de Wall Street, ha puesto en un brete la cuenta de resultados del primer trimestre de gigantes de la banca de inversión como Credit Suisse o Nomura. El asunto no es menor ni un mero accidente pasajero. Todo lo contrario. Se trata de un escándalo con mayúsculas tanto por las operativas de riesgo que había desplegado, como por la falta de regulación en estos vehículos de inversión.

Antes que nada, ¿qué es ‘family office’? La definición de este tipo de sociedad de repente trae de cabeza a los reguladores. En origen, se trata de sociedades encaminadas a separar y profesionalizar el dinero de una familia de la propia empresa familiar. Bajo ese paraguas se han tapado desde pequeños holdings familiares, inmobiliarias y hasta los primos hermanos de los 'hedge funds' como el que nos ocupa. A diferencia de estos, las sicavs o fondos de inversión tradicionales, esta clase de inversores institucionales han escapado al radar regulatorio a la hora de cuantificar sus riesgos o inversiones. Por este motivo son vistos ahora como un peligro público para los mercados.

Cuando implosiona un inversor del tamaño de Archegos es como si explotara una bomba enterrada de la Segunda Guerra Mundial de la que nadie sabe nada hasta que se detecta por casualidad y sin tiempo para evacuar. Wall Street conocía a la perfección su ubicación e historial. Era uno de los grandes tiburones financieros expulsados del parquet actividad delictiva. Bill Hwang era uno de los 'cachorros' de Tiger Management, el todopoderoso ‘hedge fund’ familiar fundado por Julian Robertson, padre de numerosas estrellas de Wall Street como el propio Hwang, Andreas Halvorsen o Chase Coleman, uno de los inversores que lanzó al estrellato al portal inmobiliario idealista cuando era una startup consolidada.

En 2012, Hwang se declaró culpable ante la SEC por el uso de información privilegiada en la compraventa de acciones en Wall Street en un fondo especializado en bolsa asiática. Pagó una multa de 60 millones de dólares, cerró la filial de Tiger que dirigía y exoneró a su entonces empresa de cualquier responsabilidad sobre sus actividades. Desapareció de la escena financiera pero para estar más presente que nunca a partir de entonces. El inversor pasó a operar en la sombra con Archegos que pronto se convirtió en uno de los clientes principales de Credit Suisse, Deutsche Bank, Nomura, MUFG, Goldman Sachs, Morgan Stanley

Las credenciales y el respaldo que siempre mantuvo de su antigua casa le permitieron tener más capacidad que nunca de inversión gracias a los derivados. Según 'Financial Times', Archegos llegó a tener munición equivalente a 100.000 millones de dólares tomando como referencia una cartera de valores de 20.000 millones y un ratio de apalancamiento de 5 veces que son las cifras que se estima para este gigante oculto al gran público, pero bien conocido en las altas esferas financieras.

¿Cómo es posible? Hwang tenía acceso a la mesa del ISDA (Asociación Internacional de Swaps y Derivados), algo así como el olimpo de los dioses de la inversión. Es la organización que vela por el cumplimiento de los contratos bilaterales (OTC) que luego extienden los bancos de inversión con licencia ISDA a clientes seleccionados y fuera de los ojos del resto del mercado. Tras la caída de Archegos parece que se esconde una trifulca entre deidades de la banca de inversión que descubrieron cómo un mismo inversor usaba las mismas garantías para conseguir mayor apalancamiento.

Solo eso podría explicar la petición de garantías (margin call) incumplida y la guillotina fulminante a Hwang que acabó con una loca carrera de ‘tonto el último’, en este orden, entre Goldman Sachs, Morgan Stanley, Deutsche Bank, MUFG, Mizuho, Nomura y Credit Suisse. Unos fueron lo suficientemente rápidos como para evitar daños de su cliente. Otros todavía se están lamentando de no haber saltado a tiempo. Las siete entidades que han admitido su implicación con Archegos suman pérdidas por importe de 10.000 millones de dólares, según JPMorgan. Los reguladores ya se han puesto manos a la obra para hacer el necesario ‘forensic’ contable a Archegos para conocer qué ha ocurrido. Como si fuese el 'Among Us', la partida para descubrir a los impostores, y evitar que los vivos pasen a ser fantasmas que lo ven todo, solo acaba de empezar.

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