Alimentación

Cómo evitar que el pan se ponga duro y hacer que dure fresco más tiempo

También puede cortarse en rebanadas y guardarse en el congelador para ir consumiendo al gusto.

Fotografía de pan integral.
Fotografía de pan integral.
Imagen de Manfred Richter en Pixabay.

El pan es un alimento imprescindible en la mesa. Como acompañante del plato principal o como protagonista en bocadillos u otras preparaciones, siempre hay pan en casa y, si no, se compra. Pero dependiendo de la organización del día, del tipo de pan y de cómo se almacene, puede quedarse muy duro y seco de un día a otro, por lo que habrá que tirarlo. 

Para evitar que el pan se estropee y no tener que estar comprando barras todos los días ni desperdiciando comida, hay que saber guardarlo correctamente y seguir una serie de consejos para almacenarlo en óptimas condiciones. 

Lo primero es tener cuidado siempre con la temperatura  y con el sol. El pan no sufre excesivamente las variaciones de calor o frío a no ser que sean extremas, por lo que habrá que mantenerlo siempre a temperatura ambiente. Lo que sí habrá que evitar es su exposición al sol y a la luz, que tienden a resecarlo.

La clave para que el pan esté fresco más tiempo es mantener su nivel de humedad y, ahí, entra en juego el tipo de recipiente que se use para guardarlo. Lo mejor es usar una panera de madera u otros materiales naturales. En su defecto, se puede apostar por una bolsa de tela y, a continuación, por una de papel de que pueda cerrarse. El plástico, por el contrario, contribuye a que el pan pierda su firmeza.

Por último, lo menos recomendable es guardar el pan en la nevera ya que, aunque aguantará más tiempo, su textura se arruinará. En caso de tener demasiada cantidad de pan en casa y no querer tirarlo, lo idóneo es cortarlo en rebanadas y guardarlo en el congelador, así se podrá ir consumiendo según apetezca. Al descongelarlo, puede cubrirse con un paño húmedo y colocarse cinco minutos en el horno para que esté crujiente y caliente.

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