Para desarrollar cualquier actividad empresarial es necesario especificar a qué tipo de producción o servicio se va a dedicar la empresa. Además del IAE, existe otro código obligatorio para las empresas y sociedades mercantiles que se creó con fines estadísticos pero que también se utiliza para conocer y aplicar, por ejemplo, los convenios laborales que deben regir en cada entidad.
Se trata del código de Clasificación Nacional de Actividades Económicas, conocido por sus siglas CNAE. Al ser necesario presentarlo en la inscripción de la empresa o sociedad en el Registro Mercantil, por la necesidad de señalar la actividad económica que se va a desempeñar, se convierte en un ítem de conocimiento obligatorio.
El CNAE está formado por una letra y cuatro dígitos numéricos. La letra se refiere a la sección genérica de la actividad, que va desde la agricultura hasta las actividades financieras. Dentro de cada sección se recopilan todas las actividades relacionadas con el mismo y a partir de ahí se empiezan a obtener los números. Los dos primeros hacen referencia a la división, el tercero al grupo y el cuarto a la clase, siendo cada uno cada vez más específico hasta llegar a la actividad concreta.
Por ejemplo, dentro de la sección F relativa a la construcción, la división 41 hace referencia a la promoción de edificios, el 2 al grupo de construcción de edificios y el 1 a la de edificios residenciales, siendo el CNAE resultante el F4121.
Cómo consultarlo
Para conocer el CNAE de la empresa que se vaya a constituir se puede consultar la propia página web del CNAE, donde se recogen todos los grupos y todas las clases. Simplemente hay que concretar la actividad empresarial a desempeñar e identificar la sección en la que se englobe.
En caso de duda, se puede consultar el manual elaborado por el INE donde se explican las labores a las que se refiere cada CNAE específico y, de no localizar el código deseado, se puede escribir un email a la dirección nomenclaturas@ine.es para recibir ayuda y asistencia en el proceso.
