Alimentación y salud

Cómo saber si el pollo está en mal estado antes y después de cocinarlo

Este tipo de carne puede ser perjudicial para la salud al contener bacterias nocivas.

Fotografía de una pechuga de pollo marinada.
Fotografía de una pechuga de pollo marinada.
imagen de Lotokunst en Pexels.

La importancia de saber detectar cuándo un alimento está en mal estado es vital, ya que no solo ahorrará el mal sabor que deja consumir un producto caducado sino que puede evitar graves consecuencias perjudiciales para la salud. Algunas carnes y pescados pueden ser extremadamente nocivos en el caso de consumirlos en mal estado, como sucede con el pollo.

Desde los Centros de Control y Prevención de Enfermedades del Departamento de Salud de los Estados Unidos explican que la carne del pollo puede contener diversas bacterias, entre ellas la Salmonella. Así, el primer paso importante es comerla bien cocinada y, el segundo, detectar si está mal estado para consumir. 

Si el pollo está crudo

Hay cuatro grandes aspectos a observar para saber si el pollo está malo antes de cocinarlo:

  • La textura. Si es viscosa o babosa es momento de tirarla.
  • El color. Debe ser rosado, casi blanquecino, o algo amarillento en su defecto. Si tiene un color grisáceo, es mejor evitar consumirlo
  • El olor. Si se nota un olor fuerte, como a amoníaco, y desagradable, es indicativo de que la carne está en mal estado.
  • Presencia de moho. Es el indicio más aparente y fácil de detectar.
Si el pollo crudo presenta un color grisáceo es mejor no comerlo.
Si el pollo crudo presenta un color grisáceo es mejor no comerlo.
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Si está congelado o ya cocinado

Desde la empresa de seguros de salud Mapfre dan más claves para detectar una posible contaminación de la carne en otros supuestos, como que esta esté o haya estado congelada. La presencia de manchas blancas a lo largo de la carne o de un color ligeramente grisáceo debe dar a entender que el pollo ya no puede cocinarse. Igualmente, una capa excesivamente gruesa de hielo alrededor de la carne querrá decir que ha estado congelada más tiempo del debido y que no debe consumirse.

Si el pollo crudo presenta un color grisáceo es mejor no comerlo.
Si el pollo congelado tiene una capa de hielo muy gruesa puede no estar en buen estado.
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Por otro lado, en el supuesto de que el pollo ya esté cocinado, hay tres grandes aspectos fundamentados en la vista, el olfato y el gusto que deberían ponernos en alerta sobre el estado de la carne: 

  • Si huele como a huevos podridos.
  • Si no presenta un color blanco uniforme en el interior o está gris.
  • Si tiene un agrio o un gusto raro y poco habitual.
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