El 'boom' del interés en casas prefabricadas en los últimos años ha dado lugar a la aparición de varias tendencias en el sector. Una de ellas es la de las casas prefabricadas ecológicas, ideales para instalar en entornos naturales al no provocar un impacto negativo en su ubicación y alrededores.
Una de las empresas con casas prefabricadas ecológicas más baratas es Kab'inn. Esta empresa franco-búlgara está dirigida por dos franceses que decidieron apostar por una vida minimalista tras años en empresas de banca y telefonía en las que el estrés les consumió.
El 'síndrome de burnout', conocido también como 'síndrome del trabajador quemado', se hizo presente en las vidas de Jonathan Guennoc (33 años) y Stéphanie Pretlot (38 años). Por ello, ambos por separado, decidieron dar un vuelco a sus respectivas situaciones.
Por un lado, Guennoc dejó su puesto en banca en Bulgaria en el que gestionaba un departamento de 30 personas. Por su parte, Pretlot se mudó con su familia al la república búlgara, donde vivía su hermano, para embarcarse en nuevos proyectos.
El destino quiso que ambos se conociesen a través de un grupo en redes sociales de 'Franceses en Bulgaria'. Desde el primer instante conectaron y se dieron cuenta de que compartían una pasión por el minimalismo y las casas pequeñas. Así nació el proyecto Kab'inn, de la mano de un atquitecto y un responsable de producción locales. Guennoc ejerce de director y Pretlot de responsable comercial, según el medio francés '18h39h'.
Así son los casas prefabricadas de Kab'inn
En la actualidad, esta empresa dispone de tres modelos a la venta de casas prefabricadas. La Kab'inn Joy, para vivir en pareja, evadirse o desconectarse; la Kab'inn Life, destinada a familias con hijos; y la Kab'inn Creation, un espacio pequeño para encontrar la inspiración laboral, estudiar, creer o meditar. Todas se fabrican en Bulgaria, lo que permite reducir el coste final, que se sitúa alrededor de los 50.000 euros iniciales con llave en mano.
El modelo Kab'inn Life es el más interesante para familias. Tiene una superficie de 30 metros cuadrados y cuenta con dos habitaciones dobles (o camas individuales), además de un sofá cama en el salón-comedor-cocina. El baño, totalmente equipado, se ubica al lado de la habitación principal.
Los cuartos se sitúan en los dos extremos del bloque modular en el que se estructura la vivienda. El material principal es la madera de pícea, un elemento ecológico que no daña el entorno natural. Quien así lo quiera, puede incluir un amplio porche exterior de la misma longitud que la vivienda.
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