Incorpora 'in extremis' a 680 sanitarios

Contratos exprés y rastreo de contactos: la carrera de Madrid para convencer a Illa

Ayuso y Aguado./ EP
Ayuso y Aguado./ EP

Más camas, médicos, material sanitario, rastreadores de la Covid-19... El Gobierno de la Comunidad de Madrid se prepara para someterse a la segunda evaluación del Ministerio de Sanidad, que decidirá si pasa o no a la Fase 1 de la desescalada el próximo lunes. La negativa de Sanidad y la desesperación del Ejecutivo regional por dar un balón de oxígeno a las empresas -una semana en la Fase 0 supone una pérdida de 1.000 millones para el PIB de la capital, según cálculos oficiales- han provocado que la presidenta Isabel Díaz Ayuso movilice todos sus recursos. Su peor enemigo, no obstante, es el tiempo.  

Primero, porque Madrid tendrá que reclutar personal sanitario en tiempo récord para cumplir los requisitos que exige Sanidad y, segundo, porque los expertos del Gobierno de Pedro Sánchez han reiterado que cada cambio de fase o modificación en el sistema debe ser monitoreado durante dos semanas -el periodo de incubación del virus- para poder medir sus efectos. Los escasos días -menos de siete- con los que cuenta la Comunidad para presentar al Ministerio de Salvador Illa una foto más 'positiva' de la situación pueden no ser suficientes para cumplir los requisitos de la tan anhelada Fase 1. 

Los próximos cinco días, por tanto, serán decisivos. Fuentes de la Comunidad de Madrid han asegurado a 'La Información' que trabajan en la contratación 'in extremis' de 680 profesionales -entre médicos y rastreadores de contagios- para subsanar las carencias. El informe con las novedades en la CCAA se publicará el miércoles, según las fuentes mencionadas, y el equipo de Ayuso cuenta con que Sanidad valore los datos el jueves, tome su decisión el viernes, la anuncie a la ciudadanía el sábado, la publique en el BOE el domingo y, el lunes, los madrileños "podamos salir a las calles". "Los números dan (para lograrlo)", insisten. El calendario, sin embargo, es tan ajustado que cualquier traspiés tumbará su plan para avanzar en la reapertura de la región.

Los pasos hacia la Fase 1 del Gobierno presidido por Ayuso no siempre han sido firmes y sus vaivenes han generado críticas. A principios de la semana pasada Ayuso afirmó que la CCAA no estaba lista para pasar de fase y solo unos días después -tras una reunión con empresarios- decidió solicitar la medida. El cambio causó roces entre su equipo de técnicos (renunció su directora de Salud) y los profesionales sanitarios, para quienes "no solo se trata de números". Madrid basó su argumentario para el cambio de fase en que cuenta con la capacidad de duplicar el número de camas de UCI, y es cierto. Madrid entró a la crisis con 641 plazas, según datos de la Comunidad, y llegó a habilitar más de 1.700 durante el pico de la pandemia. Sin embargo, la doctora Ana Giménez, representante de la Asociación de Médicos y Titulados Superiores de Madrid (AMYTS), advierte a La Información que la cifra no basta porque "hay muchas camas, pero no el personal necesario para atenderlas ni a los pacientes más leves". 

Una de las principales causas del 'estancamiento' de Madrid en la desescalada es la falta de personal en la atención primaria. Giménez lamenta que se esté tratando "como si fuera un problema burocrático que se puede resolver con una contratación, cuando no es así. El problema es estructural y lo arrastramos desde hace varios lustros: falta financiación y personal. De hecho, cuando un doctor se jubila no se contrata a otro, sino que se reparten sus pacientes entre los que quedan. Es por eso que los médicos de esta rama suelen irse al extranjero, a otras comunidades o a la sanidad privada". En su opinión, el problema viene de raíz y "puedes hacer un protocolo estupendo al que no le falte ningún fleco, pero hay médicos atendiendo 65 pacientes en un solo día y ya no dan abasto. La desescalada tendría que darse con las condiciones correctas en vigor y no con planes que todavía no se han hecho efectivos". 

En este sentido, otro asunto que pende de un hilo es la prórroga de los contratos de los sanitarios que trabajan en la crisis hasta el 31 de diciembre, anunciada por Ayuso la semana pasada. La doctora representante de la AMYTS sostiene que "hay mucho mensaje político, pero poca claridad", porque "en los departamentos de recursos humanos de los hospitales no se sabe nada. De hecho, cuando el jefe de Urgencias preguntó al departamento sobre la medida y le respondieron: 'Sabemos lo mismo que tú... es decir, nada". Aún así, ésta no es la realidad en todos los territorios españoles. Giménez subraya que unos 2.000 interinos contratados durante la pandemia en Aragón ya tienen sus puestos asegurados hasta septiembre. En Madrid no ha sido así y, por ello, los sanitarios "hemos estado al 300%. En el Hospital Infanta Leonor, donde he trabajado, pasamos de atender 265 a 700 pacientes con pocos contratos y un esfuerzo sobrehumano".

Por esto, la doctora enfatiza la importancia de incluir el factor humano en los planes de desescalada: "Las camas no son la la panacea del virus. El 70% de las personas que ingresan a la UCI mueren", y una de las claves para reducir la mortalidad de la Covid-19, sostiene, es la detección precoz, que a día de hoy no trabaja la Comunidad. "Solo se le hace un test a las personas que entran por la puerta del hospital. No se diagnostica a sus familiares y allegados como en otros países que han gestionado mejor la crisis, como Corea del Sur". Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, y fuentes del Ministerio de Sanidad han insistido en que están llevando a cabo contrataciones para implementar estos sistemas de rastreo de contactos, pero lo sanitarios desconfían. "Todavía no se sabe con qué recursos se hará, ya que no se han terminado las contrataciones y el sector se encuentra diezmado". Esta incertidumbre se ha trasladado a otros ámbitos: Ayuso afirmó este lunes en una entrevista en 'Onda Cero' que "quiere" que el uso de mascarillas sea obligatorio, pero confesó no estar segura de en qué circunstancia o a partir de cuándo se impondrá. 

Ante la crisis, las autoridades madrileñas han levantado ciertos 'muros de contención' para los empresarios. La Comunidad aprobó el pasado miércoles un paquete de ayudas de ocho millones de euros para sufragar los costes financieros de préstamos de aproximadamente 3.000 pymes y autónomos afectados por el coronavirus e incrementó a nueve millones de euros el presupuesto del programa de 'Tarifa Plana', que prolonga durante doce meses el pago de 50 euros en cotizaciones a la Seguridad Social. Pero, a medida que la crisis sanitaria se ha ido alargando, sus muros se han agrietado. Todas las esperanzas para evitar quiebras están puestas ahora en el paso a la fase 0 de la desescalada,  que permitirá a las empresas volver a una cierta normalidad.

Las cifras

Para Ana Giménez, las cifras que ofrece Sanidad todos los días "no son homogéneas ni comparables" por las desviaciones metodológicas que ha habido en los informes. El Gobierno difundió a inicios de la crisis el dato de afectados por la Covid-19 diagnosticados con una prueba PCR; después, incluyó a los enfermos identificados con otros test, pero "al ver que los totales engordaban volvieron al planteamiento inicial". La doctora también denuncia que "al principio solo se les hacía un test a los pacientes que padecían una neumonía, por lo que la foto que hay no está completa". Otra problemática que preocupa a los sanitarios es que ahora los enfermos de otras patologías que detuvieron sus tratamientos durante la pandemia ahora necesitan retomarlos, y esto reduce su capacidad para atender un posible rebrote.  

Otro dato desfavorable para los planes de Ayuso es la evolución de la pandemia en la región. Madrid registró este lunes el mayor salto en el número de fallecidos, hospitalizados e ingresados en UCI de los 19 territorios que analiza Sanidad todos los días en sus actualizaciones. También ocupa el tercer lugar en cuanto a la incidencia del virus en los últimos 14 días. El Gobierno central ha explicado que estas cifras serán tomados en cuenta en las decisiones para permitir el relajamiento de las medidas de confinamiento, pero no especificó cómo se medirán. El informe que presentará Madrid el miércoles será decisivo. 

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