Se temía un éxodo

El estado de alarma salvará a España de un puente 'fatal' por el caos en Madrid

El rechazo de las medidas anti-Covid de Sanidad por parte del TSJM abría la puerta a que más de un millón de madrileños salieran de sus 'burbujas'.

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El estado de alarma salvará a España de un puente de miedo por el caos del TSJM.
EUROPA PRESS - Archivo

Buen tiempo, ofertas más baratas... y el limbo en las restricciones. El puente del Pilar era la excusa perfecta para planificar una escapada. Las limitaciones a la movilidad en Madrid -el epicentro europeo de la Covid- habían aguado la fiesta a los casi 1,5 millones de residentes madrileños que viajan cada año a otras localidades para disfrutar de un largo fin de semana, pero el limbo legal provocado por el TSJM al no ratificar las medidas impuestas por Sanidad encendió las alarmas por el posible éxodo. El Ejecutivo ha decidido actuar con contundencia y declarar el estado de alarma para evitar el riego entre comunidades.

Los planes ya estaban en marcha y las empresas del sector se apresuraron a exprimir el momento y el anhelo de los madrileños. La experiencia de una joven de la capital evidencia el entusiasmo por viajar: estuvo tentada a aprovechar la oferta de un vuelo a Lisboa por 39 euros que encontró para este fin de semana. El vuelo se llenó media hora después del anuncio del TSJM y el precio del siguiente viaje disponible era más del doble, según cuenta a La Información. Una tercera consulta hecha a las 20:00 para dicha ruta a través del mismo portal cifró en 115, 141 y 170 euros el precio del resto de los vuelos con asientos libres para recorrer el mismo trayecto que valía 39 euros en la mañana.

La agencia de viajes Destinia detectó un repunte del 9% en las búsquedas de planes para el puente desde Madrid una hora después del rechazo del TSJM a las restricciones del Ministerio de Salvador Illa. Los hoteleros españoles también esperaban sacar ventaja de la situación y previeron una mejora en sus estimaciones de ganancias para las Fiestas del Pilar tras la 'liberación' de Madrid. El clima político cambió tan rápido en las últimas horas del jueves que lo que comenzó como una noticia que celebrar para algunos terminó como otra jarra de agua fría este viernes con la imposición de la alarma.

La presidenta de la Comunidad de Madrid solicitó al Gobierno central "retomar el diálogo" para anunciar una nueva orden con restricciones lo antes posible, pero Sánchez las ha considerado insuficientes y ya tiene las riendas de la crisis. Gran parte de la población pasó la tarde del jueves sin entender qué puede y qué no puede hacer, y las lagunas legales dieron un amplio margen de maniobra para actuar en las pocas horas de incertidumbre. Fuentes del sindicato de policías JUPOL aseguran a 'La Información' que, de todas formas, el control implementado en la capital antes del freno del TSJM no estaba siendo estricto: "Los controles ya se estaban desarrollando solo a título informativo porque no se había obtenido la autorización de las instancias correspondientes para imponer sanciones". Con el estado de alarma vendrán cambios.

Las fuentes insisten en que no contaban con las herramientas precisas para frenar el posible flujo de viajeros en el contexto en que el TSJM dejó al municipio. Solo podían forzar el cumplimiento de medidas generales como el uso de mascarillas y la prohibición de fiestas multitudinarias. El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, apeló el jueves a la responsabilidad de la ciudadanía para evitar la movilidad, pero el Ejecutivo se ha decantado por una estrategia más dura.

Los vaivenes institucionales generaron desconcierto en Madrid y volvieron a aflorar la 'madrileñofobia'. Las pintadas, carteles y el rechazo hacia la llegada de los capitalinos con lemas como 'Madrileños go home' elaborados por los ciudadanos de sus localidades de descanso favoritas al inicio de la pandemia han reaparecido en las redes sociales y el ambiente político. Los tuiteros del resto del país le rogaron a los residentes de Madrid quedarse en casa y el consejero de Salud de Murcia, Manuel Villegas, fue uno de los primeros dirigente en pronunciarse tras el varapalo judicial del TSJM para resaltar que "no es el momento para hacer viajes" y "hay que evitar discrepancias y buscar criterios únicos consensuados para evitar contradicciones en las medidas". 

Las autoridades de Madrid y Sanidad tenían poco tiempo para actuar. Los controles de movilidad que contenían a la población dentro del territorio   fueron retirados en la mañana del jueves en cumplimiento del auto judicial que echó por tierra las limitaciones de Salvador Illa. El ministro ha abogado por endurecer las restricciones en Madrid desde el comienzo del repunte de su tasa de incidencia de la Covid, pero parece que fue demasiado lejos en el terreno legal, según el TSJM. Sin embargo, el equipo de ministros se ha plantado firme en su posición y ya ha decretado la alarma. Mantener el control es crucial porque España inició el verano y la 'normalidad' reportando solo 154 casos nuevos al día y el último balance de Sanidad cifra en 5.585 los contagios notificados en las últimas 24 horas. Madrid está en el centro de la crisis sanitaria por acaparar 2.265 casos del total.

La Policía Nacional y la Guardia Civil ya tenían planificado un dispositivo de movilidad para el puente del Pilar teniendo en cuenta las restricciones que estaban en vigor. Ahora, las fuerzas de seguridad están a la espera de lo que decidan el Gobierno regional y nacional. Y, el 'equipo Sánchez' ha optado por ponerse al frente de la autonomía gobernada por Isabel Díaz Ayuso, una opción que la líder popular trató de evitar a toda costa desde el fin de la desescalada porque le despoja de las competencias para manejar la situación.

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