El gigante gallego ha dejado de obsesionarse con el desembarco en nuevos países y lleva años ajustando su red de tiendas, una tendencia que, sin embargo, no le impide continuar creciendo en metros cuadrados.
Marta Tamayo (Modaes)
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Desde el algodón cultivado en un laboratorio a las fibras recicladas, pasando por la investigación de nuevos componentes, la industria de la moda busca nuevas materias primas sostenibles.
Burberry o Richemont son algunos de los grandes conglomerados del sector de la moda de lujo que están acusando una campaña navideña floja, en pleno parón económico y que aminoran su ritmo de crecimiento.
Agresivos planes de desarrollo en 'retail', salto al extranjero o disruptivas campañas de márketing han sido algunas de las palancas que han permitido a seis start-ups de moda situarse ente las más prometedoras del sector.
El gigante gallego ha sido el último en sumarse a una tendencia con la que ya han flirteado numerosas compañías de moda, impulsadas por el aumento de la presión legislativa en materia de reciclaje.
La normativa se cocina a fuego lento mientras el tiempo corre para alcanzar los objetivos climáticos fijados en 2030. Gigantes del sector, como Inditex o H&M, ya han comenzado a moverse hacia la moda sostenible.
El grupo Fast Retailing ha batido sus propios récords de ventas y beneficio en el último año aupado por el negocio internacional de la marca principal de la compañía, que por primera vez aporta más de la mitad de la facturación.
El gigante gallego crece en cercanía a pesar de la pérdida del mercado ruso el pasado ejercicio y de su apuesta por Estados Unidos, donde prevé realizar hasta treinta aperturas a lo largo de los próximos tres años.
En 2022, cada español se dejó 498,59 euros de media en ropa y calzado, una cifra que se queda muy lejos de lo que los ciudadanos gastaban en moda hace diez años o incluso antes de la crisis, en 2007.
El gigante gallego ha anotado tres meses de récord con un crecimiento del 12,9% en la facturación, pero sobre todo con el margen bruto del 60,5%, el mayor para este periodo desde que el grupo se convirtió en firma cotizada.
La fortaleza del dólar, la debilidad de los países emergentes y la salida de Rusia han convertido a la mayor potencia global como uno de los polos más atractivos para que los grandes 'retailers' europeos amplíen sus fronteras.
La aplicación china, que no cuenta ni con un ejercicio completo a sus espaldas, ha apostado por inversiones en publicidad fuertes hasta superar en visitas al rey de la moda barata y su principal competidor en este segmento.
El grupo gallego de distribución textil ha obtenido la mayor facturación y beneficio de su historia, mientras que sus principales competidores avanzan a marchas forzadas ante los problemas de suministro.
Las ventas de pintalabios crecen en países con una crisis de coste de vida más acuciada, como Alemania, mientras que en EEUU repunta el consumo de gama alta y el 'low cost' sufre el impacto de esta nueva ola.
El ecommerce de moda alcanzó una cuota de mercado del 20,8% en 2021, tras un avance sin precedentes en el año de la pandemia, pero 2022 ha llegado cargado de 'profit warnings' para los operadores.