Impulso del mercado internacional

Uniqlo o el silencioso gigante japonés que pasa a la ofensiva e intenta batir a Zara

El grupo Fast Retailing ha batido sus propios récords de ventas y beneficio en el último año aupado por el negocio internacional de la marca principal de la compañía, que por primera vez aporta más de la mitad de la facturación.

Vista de las diferentes plantas en la inauguración de una tienda Uniqlo en la Gran Vía.
Vista de las diferentes plantas en la inauguración de una tienda Uniqlo en la Gran Vía.
Europa Press

Uniqlo busca su hueco en el tablero global de la moda. La marca principal del grupo japonés Fast Retailing, que ha firmado en su último ejercicio unos resultados de récord y ha anunciado un nuevo plan que contempla “pasar a la ofensiva” para ser “la marca más querida del mundo”. La estrategia de la marca nipona para hacerse con el trono de la moda, sin embargo, es distinta a la de los demás gigantes: prendas básicas y de alto contenido tecnológico.

La compañía japonesa ya se ha hecho con el bronce de la distribución de moda mundial, sólo quedando por detrás de Inditex y H&M y superando a la estadounidense GAP. En el ejercicio finalizado el 31 de agosto de 2023, Fast Retailing ha facturado 2.766.500 millones de yenes (17.509 millones de euros), un 20,2% más que el año anterior. Aunque todavía lejos del gigante gallego, que facturó 32.569 millones de euros en su último ejercicio, le pisa los talones al segundo de la lista: H&M. La compañía sueca registró ingresos de 223.571 millones de coronas suecas (20.567 millones de euros) en el ejercicio de 2022, aun sin recuperar las cifras anteriores a la pandemia.

Para este año fiscal, que finalizará en agosto de 2024, la compañía que cotiza en la bolsa de Tokio espera superar los tres billones de yenes de facturación, equivalente a 19.000 millones de euros, tras crecer un 10,2% respecto al ejercicio que acaba de cerrar. Para conseguirlo, el plan de la compañía es “acelerar el crecimiento global, pasando a la ofensiva”. Uno de los pilares de esta estrategia es el producto, dejar de diseñar prendas centradas en el mercado japonés y captar las necesidades del consumidor global.

Impulso del mercado internacional

El mercado internacional ha sido uno de los principales impulsos de la compañía en este último ejercicio. Por primera vez en su historia, la mitad de los ingresos procedieron del negocio de Uniqlo en el extranjero. En total, el negocio internacional de la principal marca del grupo ascendió a 1.437.100 millones de yenes (9.100 millones de euros), con un alza del 28,5% respecto al mismo periodo del año anterior.

Además del producto, la gestión también se adaptará al panorama internacional. El plan de crecimiento del gigante japonés pasa porque los equipos de dirección en tienda se centren más “en las necesidades diarias de cada región”, al igual que los servicios centrales de cada una de ellas. Como muestra de su apuesta por el mercado internacional, esta es la primera vez que la empresa ha realizado la presentación de sus datos fiscales en inglés. Uno de los primeros pasos de este plan fue, precisamente, la apertura de un nuevo cuartel general en Nueva York en septiembre de 2022.

Fast Retailing también prevé abrir veinte tiendas al año en Norteamérica, diez en Europa, ochenta en China y sesenta el Sudeste Asiático, India y Australia. El grupo finalizó el ejercicio con una red de 3.578 tiendas, de las cuales 2.434 corresponden a Uniqlo. En España, la compañía opera con seis tiendas, tras sumar una en Madrid durante el último ejercicio. Además, el grupo también cuenta con otras firmas como GU, Princesse Tam Tam, Theory, Plst y Comptoir des Cotonniers.

Filosofía para elevar un imperio

Igual que el éxito de Inditex tiene nombre y apellidos, el de Fast Retailing tiene su propio nombre: Tadashi Yanai, el hombre en la cúspide de Uniqlo que se resiste a retirarse y la mayor fortuna de Japón. A diferencia de Amancio Ortega, Yanai es la segunda generación de la compañía. El origen de Uniqlo se encuentra en 1949, cuando se puso en marcha la tienda de

moda masculina Ogori Shoji en la ciudad de Ube. El ahora magnate se unió al negocio familiar en 1972 tras graduarse en Ciencias Políticas y Economía en la Waseda University de Tokio y trajo consigo nuevas técnicas de gestión y nuevos proyectos de desarrollo. Yanai alcanzó el puesto de consejero delegado de la empresa en 1984, el mismo año en que abrió la primera tienda de Uniqlo, denominada entonces Unique Clothing Warehourse. La tienda acabó cerrando sus puertas en 1991, pero la actividad no se detuvo y ese mismo año el grupo cambió su nombre a Fast Retailing para preparar su salto al parqué.

Entonces, la estrategia de la compañía pasaba por abrir tiendas a las afueras de las ciudades, y optó por conquistar primero su mercado local para después abordar la expansión internacional. Su llegada a Europa no se produjo hasta 2001, cuando abrió su primera tienda en Londres. Su llegada a España no llegó hasta 2017, cuando el gigante nipón abrió su primera tienda en Barcelona, ubicada en Paseo de Gracia.

La empresa, que define su oferta como artículos “sencillos, básicos y universales”, dio sus primeros pasos bajo el lema Made for all, que ha ido evolucionando hasta el lifewear, una evolución explicada por la empresa como una “extensión natural” del sportswear y el casualwear. Otro de los mantras que ha llevado a la compañía nipona a ocupar el tercer puesto en el podio de la distribución de moda mundial ha sido “todo empleado debe adoptar el modo de pensar de un directivo”, una proclama que la empresa recoge en el libro Notes on Becoming a Business Leader, que reparte a todos los ejecutivos y trabajadores del mundo.

La empresa ha conseguido hacer iconos de prendas básicas, empezando con los jerséis de cachemir en decenas de colores y los plumíferos, hasta productos que han conquistado la red social china TikTok, como su bolso riñonera.

Las claves para su triunfo en las calles y las redes hay que buscarlas también en su cadena de suministro. La empresa cuenta con muchos menos proveedores, a los que llama socios, que sus principales competidores y está más presente en las fábricas. La estrategia de la empresa pasa por instalar técnicos propios en las fábricas que se implican en el proceso de producción. Según la lista hecha pública por la compañía el pasado 1 de marzo, Uniqlo se aprovisiona en 435 fábricas, la mayoría de ellas en China.

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