La temporada alta para el turismo arranca en Europa con buenas noticias para las aerolíneas. Si 2022 fue el año de vuelta a los beneficios, para este ejercicio se espera una mejora de la rentabilidad, siempre que la situación no se tuerza. Con la guerra de Ucrania como telón de fondo y las preocupaciones sobre la evolución de la economía -Alemania ha entrado en recesión técnica en el primer trimestre-, el sector europeo en su conjunto debería registrar un beneficio neto conjunto de 5.100 millones de dólares (alrededor de 5.460 millones de euros) al cierre del año de 2023. La cifra supone una mejora de 1.000 millones de dólares con respecto a 2022, según la nueva previsión que maneja la patronal Agencia Internacional del Transporte Aéreo (IATA), que agrupa a más de 300 empresas del sector.
Las perspectivas coinciden con las que dan los analistas a las principales compañías del Viejo Continente, para las que auguran mejoras significativas tanto de beneficios como de ingresos. Entre ellas destaca el ‘holding’ IAG, que agrupa a aerolíneas como Iberia, British Aiways o Vueling, para la que el consenso de ‘Bloomberg’ anticipa que puede elevar un 200% sus ganancias este 2023, después de abandonar las pérdidas en 2022, cuando obtuvo unos números ‘negros’ de 431 millones. Pese a ello, el grupo pilotado por el español Luis Gallego, que está inmerso en la adquisición de Air Europa, aún se queda lejos de la cifra obtenida en 2019 -último ejercicio sin Covid-, en el que cosechó un beneficio neto de 1.715 millones.
También es significativo el repunte que proyectan para Lufthansa, para el que pronostican unas ganancias de 1,647 millones que, de confirmarse, sería prácticamente el doble de lo cosechado en los doce meses anteriores, así como en Air France-KLM (+40,5%, hasta superar ligeramente los 1.000 millones). Algo más modesto se espera que sea en las firmas de bajo coste como Ryanair (+15,3%, hasta los 1.538 millones), que ya venía de registrar mayores ganancias durante su último ejercicio fiscal, que abarca de abril de 2022 a marzo de 2023. La ansiada reapertura de China y la vuelta a los viajes de negocios pueden servir de catalizadores para dar velocidad a estas compañías, según exponen desde Barclays.
Esta casa de análisis cree que puede servir para contrarrestar el freno del consumo de la demanda embalsada, que aunque ha impulsado la actividad hasta la fecha, puede experimentar un freno a partir del segundo semestre. Por este motivo inciden en la necesidad de centrarse en los beneficios y no en los niveles de capacidad. En este sentido, a medida que el tráfico se acerca a los niveles preCovid, cuya demanda este ejercicio será todavía un 6% inferior, al igual que su capacidad (-2%), hacen énfasis en que el periodo 2015-2019 fue uno de los más rentables para la industria aérea a nivel mundial.
"Antes de esa fecha el sector no había creado valor económico ni una sola vez durante dos años seguidos", remarcan, al tiempo que destacan la consolidación y el proceso de reestructuración al que se habían sometido algunas de ellas. "Muchas firmas de bajo coste eran eficientes y muy rentables", apuntan. De hecho se prevé que Europa sea junto a Estados Unidos y Oriente Medio, las únicas regiones en las que las aerolíneas se anoten ganancias, que ascenderán a 11.500 millones de dólares en el caso de las firmas norteamericanas, frente a los 9.100 millones de 2022, y de 2.000 millones en el tercero (1.400 millones el año precedente), mientras en la zona Asia-Pacífico reducirán sus pérdidas hasta los 6.900 millones, en línea con América Latina, en las que los números rojos se moderarán hasta los 1.400 millones y en África sufrirán unas pérdidas de 500 millones.
Despuntan el bolsa
En un entorno en el que los principales riesgos en el Viejo Continente están asociados a la evolución de la guerra de Ucrania y el deterioro de la situación económica en algunos países clave, Darío García, desde XTB, destaca que las expectativas, por ahora, "son buenas" ante la posibilidad de un verano récord, tal y como arrojan las estimaciones de ingresos, que pueden experimentar crecimientos a doble dígito. En concreto, el consenso de los analistas recopilado por Bloomberg anticipan un aumento de la facturación del 21% para IAG, hasta rozar los 28.000 millones, del 17,5% para Ryanair (12.675 millones), del 12% para Lufthansa (36.697 millones) y del 11,5% para Air France-KLM (29.476 millones).
No hay que olvidar que la caída de la cotización del petróleo también ha dado un respiro al precio del queroseno -el carburante que utilizan los aviones-, lo que les permite aliviar costes. De hecho, IATA destaca que la cifra de negocio está creciendo más rápido que los gastos, un factor que contribuirá a que la industria mundial sea rentable, aunque los márgenes son estrechos. Se prevé que las aerolíneas ganarán este año un promedio de 25,76 dólares por pasajero, "un nivel que no es sostenible", aunque arroja una recuperación "fuerte" al comparar con lo peor de la pandemia.
Conscientes de esta posible remontada, los inversores han apostado desde el arranque del año por los valores cíclicos, entre los que se encuentran las dedicadas al sector aéreo y llegan a liderar las subidas en algunos índices como el Ibex 35, en el que IAG se posiciona como su principal punta de lanza, con una revalorización del 30,7% al cierre de los mercados este lunes, figurando como el tercer valor que más sube en el cómputo anual, sólo por detrás de Amadeus (+40,3%) y Meliá (+34%). En esta línea, Lufthansa acumula un ascenso superior al 19%, Air France-KLM acelera más de un 32% y Ryanair vale un 35% más en bolsa con respecto al inicio del año.
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