Alemania, principal obstáculo junto a Austria para que los gobiernos europeos alcancen un acuerdo sobre las nuevas reglas fiscales por sus planteamientos más ortodoxos sobre la disciplina fiscal -en las antípodas de los de países como Francia-, se muestra "optimista" sobre la posibilidad de alcanzar un pacto antes de que concluya el año. El ministro de Finanzas germano, Christian Lindner, ha valorado que sus socios hayan "reconocido" algunas de las demandas de su país para el control del déficit y la deuda.
A su llegada a la reunión de ministros de Economía y Finanzas de la UE en Bruselas (Ecofin), Lindner ha asegurado que en las últimas semanas se han hecho "progresos sustanciales" en las negociaciones para la reforma del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, que dirige España como presidencia temporal del Consejo de la UE, informa EFE.
La clave de que el acuerdo llegue de aquí al 31 de diciembre está en que el próximo 1 de enero expira la cláusula de escape que se activó a raíz de la pandemia para dar más margen a los gobiernos en su respuesta económica, y que se mantuvo a raíz de la crisis energética e inflacionaria agravadas por la guerra de Ucrania. Dicha cláusula posibilitaba que los Ejecutivos comunitarios gastasen por encima de los límites acordados de déficit y deuda para hacer frente a esos choques. De ahí que la presidencia española, con la vicepresidenta primera en funciones, Nadia Calviño, a la cabeza, esté echando el resto para logra un acuerdo durante la presidencia española del Consejo.
En concreto, el Ejecutivo de Berlín se ha mostrado partidario de que la nueva propuesta reconozca la necesidad de "una línea de seguridad" a la hora de rebajar los niveles de deuda pública nacionales, así como que se tengan en cuenta objetivos numéricos en relación con la reducción de las ratios de déficit. "Se reconoce en la nueva 'zona de aterrizaje' propuesta por la presidencia española, así que soy mucho más optimista de que podamos alcanzar un consenso entre los Estados miembros este año", ha asegurado el político liberal.
Queda mucho trabajo para sacar adelante las reglas fiscales
No obstante, Lindner también ha incidido en que queda pendiente el debate sobre el "nivel de ambición" del nuevo texto, puesto que "se trata de números, no solo de los instrumentos" para reducir deuda y déficit por lo que "hay que hacer mucho trabajo" todavía. En este contexto se enmarcan las conversaciones que están manteniendo Alemania y Francia para intentar allanar el camino hacia un acuerdo entre los Veintisiete, divididos entre los que defienden una estricta disciplina fiscal y los que reclaman más margen para la inversión.
Lindner realizó la semana pasada una visita en París a su homólogo francés, Bruno Le Maire, en la que se encontró -dijo- un "denominador común" sobre estas salvaguardas en materia de deuda y déficit, mientras que Le Maire viajará a Berlín en los próximos días para continuar las conversaciones.
El ministro galo reconoció igualmente en declaraciones a los medios que la presidencia española ha hecho un "trabajo notable" para "acercar posiciones", así como que las propuestas del último documento "son buenas" y forman "la base" para que los Veintisiete puedan alcanzar un acuerdo sobre el nuevo pacto de Estabilidad antes de que acabe el año.
"Las discusiones son positivas y constructivas entre Christian (Lindner) y yo sobre las nuevas reglas", expresó Le Maire, quien también subrayó la necesidad de lograr un "buen equilibrio" entre la "estabilidad financiera" y también las inversiones que son "indispensables" para el crecimiento económico. "Un acuerdo es posible y debe llegar antes de fin del año 2023 para permitir que después se puedan desarrollar nuestras actividades económicas en los próximos años y décadas", remarcó el titular francés de Finanzas.
En línea con el ministro alemán, también el titular de Finanzas austríaco, Magnus Brunner, dijo que en las últimas semanas la presidencia española "se ha aproximado a Austria y Alemania" por lo que consideran "positiva" la última propuesta que ha puesto sobre la mesa, aunque remarcó que debe continuar el debate para que las reglas sean "cuantificables".
