11.000 nuevas mercantiles solo en marzo

Los autónomos se refugian en la SL para capear la crisis y la 'sangría' de ingresos

Los recortes en las nóminas que supondrá la reforma de las pensiones, la responsabilidad ilimitada y la penalización en el IRPF a los ingresos de más 20.200 euros han hecho que las altas se disparen el 62%.

Un autónomo echa el cierre a su negocio
El número de altas de SL en marzo es el mayor en 13 años. Muchos son autónomos.
EP

La reforma de las pensiones del ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, que se encuentra en proceso de negociación con los agentes sociales y cuyas primeras medidas se aprobarán a final de año, ha puesto en guardia a los trabajadores autónomos, que van conociendo poco a poco como les afectarán los cambios en el sistema, que buscan básicamente que se cotice más y durante más años con el fin de garantizar las actuales y las futuras prestaciones.

Los autoempleados se enfrentan a un doble recorte de cara a la jubilación y a pagos mayores a la Seguridad Social. Por una parte, como la mayoría de los trabajadores -excluyendo los funcionarios de Clases Pasivas y todos los colectivos con profesiones de riesgo que pueden acceder al retiro incluso con 52 años- sufrirán penalizaciones variables, pero que pueden llegar al 21% si se retiran a los 63 años. Por otra, los 13 tramos de cotización en función de los ingresos que incorpora la reforma, que en principio irían de 90 euros al mes para los que tengan una menor de actividad y un máximo de 1.200 euros mensuales para los que ingresen más.

Desde la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA) se han elaborado tablas en las que demuestra que el nuevo sistema no sólo retendría un 30% de los rendimientos, sino que haría que algunos autoempleados obtuvieran menos dinero para vivir aunque ingresaran más que otros, lo que podría favorecer la economía sumergida. Por su parte, el ministro Escrivá ha reiterado, ayer mismo en el Congreso, que dos de cada tres autónomos en la actualidad "tienen ingresos netos por debajo de la cotización mínima para los autónomos", de casi 290 euros al mes.

Ventajas y desventajas

¿Pero qué han hecho los autónomos durante la crisis económica generada por el coronavirus, ante una reforma de pensiones que claramente les penalizará y para pagar menos impuestos que frene la 'sangría' en sus ingresos? Las ayudas directas del Gobierno central, las comunidades autónomas y otras administraciones han sido determinantes para que un buen número de autónomos siga con su actividad pese a la Covid, conscientes de que cuando acaben las subvenciones muchos de ellos desaparecerán. Según ATA, casi 200.000 autoasalariados continuarán 'vivos' mientras sigan  recibiendo la 'respiración asistida' de las administraciones. 

Los autoasalariados en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) han aumentado de forma moderada, pero progresiva, durante la crisis, aferrados a los subsidios y los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE). Los trabajadores por cuenta propia cobran el 70% de su base reguladora, un ingreso que se podría prolongar, y están exentos del pago de cuotas. Además, tienen a su disposición dos nuevas modalidades de ERTE, por impedimento -cuando las medidas sanitarias obligan a parar  la actividad- y por limitación -las medidas que recortan la actividad-. A esto hay que añadir las ayudas económicas de las autonomías y las quitas del Instituto de Crédito Oficial (ICO).

Junto a esto, han sido muchos los autónomos, sobre todo con ingresos razonables, que han decidido constituir una Sociedad Limitada (SL), una fórmula con importantes ventajas, aunque también algunos inconvenientes, que permite blindar los bienes y no tener que responder con ellos en caso de que el negocio no funcione y se generen deudas. Mientras, la figura del autónomo tiene responsabilidad ilimitada, que obliga a responder con todos sus bienes presentes y futuros, una situación que puede provocar el embargo de su vivienda.

Las sociedades limitadas, que permiten ahorrar impuestos a los autónomos en el caso de que tengan ingresos superiores a 20.200 euros, pero tienen trámites de alta algo más lentos que los del RETA y es necesario aportar un capital inicial mínimo de 3.000 euros, han aumentado considerablemente en los últimos meses. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), en marzo -último mes disponible- se crearon 10.968 sociedades mercantiles -el 99,6% limitadas-, lo que supone un 62% más que en el mismo mes de 2020, el primero de la pandemia. También el ritmo mensual ha crecido y hay un 25% más de estas sociedades que en febrero.

Además, el registro del tercer mes ha supuesto el mayor en los últimos 13 años y ha tenido mucho que ver con las ventajas fiscales que ofrecen a los que quieren continuar con su actividad en un momento de incertidumbre económica. Mientras los autónomos están obligados a pagar Impuesto de la Renta de forma periódica y si ganan más de 20.200 euros el porcentaje es del 30% de los ingresos recibidos en el trimestre, en el caso de la SL se abona siempre un 25% del Impuesto de Sociedades. 

Existe además la opción de que una vez constituida la sociedad se pueda  acceder al Régimen General de la Seguridad Social. Será obligatorio estar en el RETA si se tiene más del 50% del capital de la empresa o menos de ese porcentaje, pero se comparte domicilio con familiares directos que también son socios y la suma de las participaciones supera el 50%. También en el caso de que se ejerzan labores de dirección y se tiene más del 25% de la empresa. En el resto de las situaciones, el Régimen General es la alternativa.

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