Christine Lagarde, la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), ha asegurado este jueves que la institución espera que la inflación continúe moderándose en 2024, pero insiste en que sus posibles cambios en los tipos de interés dependerán de los datos que vayan recibiendo. En su último debate sobre política monetaria con la Comisión de Asuntos Económicos del Parlamento Europeo, previo a las elecciones europeas del próximo junio, Lagarde mantiene que los últimos datos confirman el proceso descendente de la inflación y se espera que esta baje más gradualmente a lo largo de 2024.
Además, considera que la disipación del impacto de las crisis pasadas que impulsaron los precios al alza y las condiciones financieras más duras contribuirán a empular a la baja la inflación. En enero, la tasa anual de la inflación en la eurozona descendió hasta el 2,8% tras un repunte de medio punto en diciembre. La inflación subyacente -que excluye energía y alimentos- se situó en torno al 3,3%, en ambos casos una décima menos que el mes anterior. "Se espera que el actual proceso de desinflación continúe, pero el consejo de Gobierno necesita estar seguro de que nos llevará sosteniblemente a nuestro objetivo del 2%", dijo Lagarde.
"Continuaremos siguiendo un enfoque dependiente de los datos para determinar el nivel apropiado y la duración de la restricción, teniendo en cuenta la perspectiva de inflación, las dinámicas de la inflación subyacente y la fortaleza de la trasmisión de la política monetaria", ha añadido en línea con el mensaje lanzado en la última reunión del consejo de Gobierno en enero. En ese encuentro, el organismo decidió mantener el tipo de interés rector en el 4,5%, así como la facilidad de crédito -la que presta a los bancos a un día- en el 4,75% y la facilidad de depósito -que remunera el exceso de reservas a un día- en el 4%.
Los tipos actuales contribuirán para devolver la inflación al 2%
Lagarde ha defendido también ante los eurodiputados que los tipos están en niveles que, "mantenidos por el tiempo suficiente harán una contribución sustancial para asegurar que la inflación vuelve al objetivo del 2% a medio plazo de manera oportuna". En cuanto a los factores que influirán en la evolución de precios en los próximos meses, la presidenta del BCE ha explicado que se prevé que el aumento de los salarios "se convierta en un impulso cada vez más importante de la dinámica de inflación en los próximos trimestres".
La presidenta del BCE ha apuntado que el monitor de salarios del BCE "continúa señalando fuertes presiones de los salarios, pero los acuerdos indican una estabilización en el último trimestre de 2023" y subrayado que el impacto de los mismos en 2024 dependerá sobre todo del resultado de las negociaciones colectivas. Estos incrementos de salarios están, no obstante, "parcialmente amortiguados por los márgenes de beneficios" de las empresas.
En est sentido, Lagarde ha señalado asimismo que, si bien la inflación subyacente ha caído gradualmente, la de los servicios "muestra signos de persistencia". Por lo que respecta a la situación macroeconómica, la máxima responsable del BCE ha añadido que la debilidad de la actividad afecta a amplios sectores y que los datos apuntan a que continuará "en el futuro próximo", aunque algunos indicadores a futuro señalan un repunte durante este año.
