Necesidad de trabajadores

El campo necesitará 200.000 jóvenes la próxima década para mantenerse vivo

La falta de relevo generacional es uno de los principales desafíos que encara el sector agrícola español, donde más del 40% de los jefes de explotación actuales -la mayoría hombres- se jubilará durante los próximos 10 años.

Vendimia de la uva en el Marco de Jerez.
Vendimia de la uva en el Marco de Jerez.
Europa Press / CONSEJO REGULADOR

La falta de relevo generacional, mucho más acusada en España que en el resto de Europa, es uno de los principales desafíos que encara el sector agrario, dado que más del 40% de los jefes de explotación actuales se jubilará durante los próximos 10 años. La incorporación de 200.000 jóvenes a lo largo de la próxima década será esencial para garantizar la viabilidad del campo, donde siguen predominando las explotaciones pequeñas, lideradas por hombres de edad avanzada. No es el único reto a encarar por el sector primario, que necesita dar pasos adicionales para elevar la presencia y el peso de las mujeres en la actividad y, sobre todo, para impulsar la formación y una mayor profesionalización, en línea con lo que sucede en otros países del entorno.

La instantánea que ofrece la última edición del informe sectorial Agroalimentario que elabora CaixaBank Research muestra a un sector donde más de la mitad de las explotaciones tienen 5 hectáreas o menos, siendo mayores las ganaderas que las agrícolas. Si bien la producción media alcanza los 49.600 euros anuales por explotación, en un 63% de las mismas el rendimiento no llega a los 15.000 euros por ejercicio. El documento, que adelanta 'La Información', muestra cómo el titular de las mismas suele ser, en la inmensa mayoría de los casos, el jefe de la explotación, un hombre (71%) y de edad avanzada, dado que algo menos de la mitad, el 41%, supera los 65 años. La excepción estaría en las regiones de la cornisa cantábrica, que cuentan con una mayor proporción de mujeres y con mejores perspectivas para el relevo generacional.

El análisis, que toma datos del último censo agrario del Instituto Nacional de Estadística, muestra cómo España es un país donde las explotaciones agrícolas dominan claramente en número (suponen más del 80% del total), pero apenas representan la mitad de la superficie útil y de la producción. De hecho, alcanzan los 30.128 euros por explotación de media, frente a los 135.225 euros de las ganaderas. El campo español está poblado mayoritariamente por olivares, frutales y cítricos, y cereales y leguminosas. Estos últimos, junto a ovino, caprino y bovino son, sin embargo, los que ocupan más de la mitad de la superficie total, aunque son los sectores avícola y porcino, en el caso de los ganaderos, y de la horticultura, en el agrícola los más productivos por hectárea.

Las explotaciones españolas, menos productivas

Este tema, el de la productividad, muestra diferencias notables en relación a otros sectores agrícolas en Europa, como los de Alemania, Francia, Italia y Países Bajos. Son sistemas más productivos, con una mayor proporción de explotaciones grandes y un mayor rendimiento por explotación. Eurostat, la oficina de estadísticas europea, sitúa la productividad media en 2.230 euros por hectárea en la Unión a Veintisiete, frente a 1.887 euros en España. Esta cantidad queda lejos de los 2.351 euros de rendimiento que se logra por hectárea en Francia, de los 2.812 euros alemanes, de los 4.702 euros italianos y se sitúa a años luz de los 13.683 euros de los Países Bajos. 

Aunque en el resto de Europa los jefes de explotación también son mayoritariamente hombres, como en España (el 68% en media de la UE), el relevo generacional no preocupa tanto, dado que cuentan con mayor proporción de menores de 45 años y con menos mayores de 65, salvo en el caso de Italia. A nivel territorial, las explotaciones pequeñas dominan en Canarias, Comunidad Valenciana y Galicia; mientras que las más grandes se concentran de forma mayoritaria en Castilla y León, y Aragón. Por otra parte, comunidades autónomas como Murcia, Cataluña o Aragón cuentan con explotaciones con una producción elevada, superior a 80.000 euros por instalación, que las sitúa en niveles muy próximos a los de otras economías europeas. 

Un simple recorrido por carretera a lo largo y ancho del país ayuda a dibujar el mapa de especializaciones por producto. Andalucía acumula más del 60% de las explotaciones de olivar, la Comunidad Valenciana acapara el 45% de frutales y cítricos, y las dos Castillas concentran el 62% de cereales y leguminosas. El campo en Cataluña, Galicia, Castilla y León, y Andalucía cuenta con una presencia mayoritaria de explotaciones ganaderas; mientras que algunas regiones destacan por su especialización en un único sector, como sucede con la viticultura en La Rioja.

Desde finales de los años 80 el número de explotaciones agrícolas se ha reducido cerca del 43% en España hasta el entorno de las 914.871. Este proceso ha ido acompañado de un fuerte crecimiento de la productividad. Así, el rendimiento de la superficie agraria utilizada se ha duplicado desde 1990, pasando de los 1.165 euros por hectárea útil de entonces a los 2.400 euros actuales. Esa mayor productividad se aprecia aún más en términos de renta agraria por unidad de trabajo anual (UTA), que se ha triplicado desde entonces hasta superar los 32.300 euros en 2020.

La crisis financiera, un antes y un después para el sector agrario

Sin necesidad de ir tan atrás en el tiempo, la pasada crisis financiera supuso un antes y un después para la economía española en muchos aspectos, y ese punto de inflexión se percibió también en el campo, donde la actividad se ha concentrado más. A lo largo de estos años han desaparecido fundamentalmente explotaciones pequeñas y de menor facturación. Han cerrado un 10% de las de menos de 5 hectáreas y un 20% de las que ingresan menos de 4.000 euros al año. Al mismo tiempo, las más grandes han ido ganando peso, de modo que las que facturan más de 500.000 euros anuales se han disparado en número en un 75%. 

Esto ha permitido al sector ganar eficiencia e innovación, al poder destinar más recursos y tecnologías al desarrollo de su actividad. Por actividades, desde 2009 han aumentado solo las explotaciones dedicadas a la horticultura de invernadero, a la viticultura y al olivar. El hecho de que el primero de ellos sea unos de los sectores con mayor producción por explotación explica, en buena medida, que el sector agrícola español haya mejorado los últimos años en términos de productividad.

Si bien las mujeres han ido ganando peso al frente de las explotaciones, y han pasado a representar el 29% desde el 22% que suponían al inicio de la Gran Crisis, esta sigue siendo una de las grandes asignaturas pendientes del campo. También lo es la formación de los jefes de explotación, puesto que sólo un 4,1% cuenta con formación profesional agraria (frente al 1,5% del inicio del periodo). En lo que tiene que ver con la falta de relevo generacional, que en el caso español afecta al sector agrario pero también a los transportes, el comercio, la construcción o las Administraciones Públicas, entre otros, sólo un 14% de los responsables de las explotaciones tiene menos de 45 años y el problema es más acusado en regiones como Andalucía, Castilla y León o Extremadura.

"La nueva PAC va a destinar más de 220 millones en ayudas a los jóvenes, la mayor cuantía de su historia"

En balance, el sector agrario español "está evolucionando hacia una mayor productividad, concentrando la actividad cada vez en menos explotaciones, pero cada vez más grandes proporcionalmente y con una mayor dimensión económica", sostiene el informe de CaixaBank Research. Con todo y pese a la ganancia de productividad en el sector agrícola español de los últimos años, el tamaño medio de las explotaciones es aún modesto cuando se comparan con otras economías europeas con un sistema agrario de un tamaño similar. 

"Las mayores ganancias de productividad deberían ir encaminadas a potenciar sectores con mayor presencia en el sector español, como son el olivar, los frutales, y los cereales y leguminosas, que concentran el 60% de las explotaciones agrarias españolas", añade el documento. A ello puede contribuir la nueva Política Agraria Común (PAC), que va a destinar más de 220 millones de euros en ayudas específicas para los jóvenes, la mayor cuantía para este objetivo en sus seis décadas de historia.

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