El Gobierno da por bueno el consenso en el Pacto de Toledo "con o sin Podemos"

  • El gabinete de Pedro Sánchez trabaja sobre la base de que los próximos Presupuestos incluirán la actualización de las pensiones según la inflación.
Protestas pensiones ante el Congreso / EFE
Protestas pensiones ante el Congreso / EFE

"Existe un consenso mayor de lo que parece". Las palabras deslizadas este miércoles en el Congreso por el secretario de Estado de Seguridad Social, Octavio Granado, en relación al bloqueo del Pacto de Toledo en la negociación del mecanismo para actualizar las pensiones, dejan entrever lo que es opinión generalizada dentro del Gobierno: que el veto de Podemos a la solución consensuada dentro de la Comisión de que las pensiones se actualicen con el IPC con carácter general y se modulen en los periodos bajos del ciclo respecto a factores como la evolución de los salarios o el crecimiento del PIB es más cosmético que real y que tarde o temprano acabará diluyéndose.

El Gobierno, de hecho, está trabajando su proyecto presupuestario sobre la base de que en 2019 las pensiones se revalorizarán con el IPC - hay que recordar que el acuerdo del Gobierno del PP con el PNV, aún vigente, estableció una subida del 1,6% para ese ejercicio -, según han asegurado a La Información fuentes gubernamentales.

Claro que también ha trasladado a los agentes sociales en las reuniones celebradas hasta la fecha que el futuro sistema de revalorización de las pensiones incluirá también mecanismos de ajuste para cuando los vientos del ciclo económico no soplen en la dirección adecuada, al objeto de que la revalorización con el IPC no se convierta en un lastre inasumible para la sostenibilidad financiera del sistema de pensiones, según han confirmado fuentes tanto del ámbito empresarial como del sindical.

El asunto no es irrelevante ya que es la línea roja que el bloque de izquierdas ha trazado en las negociaciones del Pacto de Toledo, donde está defendiendo que las pensiones no pueden perder poder adquisitivo en ningún caso.

En Moncloa contemplan este veto con comprensión, como un elemento más en la negociación bilateral que mantienen con el bloque de izquierdas, pese a que se esté concretando en esa comisión parlamentaria en la que supuestamente se dejan a un lado los intereses políticos en aras del bien común.

Pero también aseguran que si lanzado el proyecto presupuestario la situación de bloqueo en el Pacto de Toledo persiste, el Ejecutivo asumirá la solución consensuada por la mayoría de las fuerzas parlamentarias, sea éste respaldada expresamente o no por Unidos Podemos.

La difícil situación del Pacto de Toledo

La comisión parlamentaria que estudia la hoja de ruta que debe guiar el futuro de las pensiones, y que lleva encallada en el asunto del mecanismo para actualizar las prestaciones que sustituirá al controvertido índice de revalorización de las pensiones desde el pasado mes de febrero, vivió este miércoles otro de esos episodios que invita al escepticismo: sus señorías determinaron suspender la reunión prevista ante la evidencia de que no serían posibles avances significativos en la materia que lleva meses impidiendo que la Comisión Parlamentaria emita sus recomendaciones sobre el futuro de las pensiones.

El objeto de la controversia es, sin embargo, una cuestión de matiz. Hace semanas que la práctica totalidad de las fuerzas parlamentarias aceptaron un texto que recomendara subir las pensiones con el IPC con carácter general para garantizar el poder adquisitivo de los pensionistas, con la previsión adicional de incluir una serie de factores de corrección para los momentos en que el ciclo económico decayera: esencialmente, la evolución de los salarios de los trabajadores (principal fuente de ingresos del sistema público de pensiones) y el comportamiento del PIB. 

Sin embargo, en una decisión que cogió de sorpresa a muchos diputados de la Comisión, el Grupo de Unidos Podemos - inmerso ya en la negociación con el Gobierno para perfilar el acuerdo que permita tramitar los Presupuestos de 2019 - optó por no apoyar esta solución y exigir que la recomendación estableciera la actualización con el IPC en todo caso. Como el ideal que persigue la Comisión del Pacto de Toledo es un grupo de recomendaciones aceptadas por todos, el asunto se bloqueó.

Tres semanas después el asunto no ha avanzado, pese a que desde la Comisión se traslada que no se ha dejado de trabajar para intentar un consenso hasta ahora imposible. 

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