Firma del acuerdo

El Gobierno prorroga los ERTE y ultima el diseño que evitará despidos masivos

Trabajo y Seguridad Social firman el pacto alcanzado con los agentes sociales para extender el esquema de protección hasta el 30 de septiembre y auguran duras negociaciones para hacer el sistema permanente.

Firma ERTE
El Gobierno prorroga los ERTE y ultima el diseño que evitará despidos masivos
EFE

Nuevo acuerdo en el diálogo social. El quinto en defensa del empleo alcanzado en esta crisis. El Gobierno y los agentes sociales lo han rubricado este jueves en un acto protocolario en el que, más allá de firmar el documento que será aprobado esta misma tarde en Consejo de Ministros, tanto el Ejecutivo como la patronal y los sindicatos han incidido en la idea de que los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) han venido para quedarse y, a partir de la experiencia de la pandemia, habrá que avanzar hacia un sistema de flexibilidad interna en las empresas que evite despidos masivos en tiempos de crisis. Se auguran duras negociaciones.

La vicepresidenta y ministra de Trabajo Yolanda Díaz, aún convaleciente tras haber recibido el alta médica esta misma mañana, y el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, han rubricado el acuerdo para la prórroga de los ERTE hasta el 30 de septiembre con los secretarios generales de CCOO y UGT, Unai Sordo y Pepe Álvarez, respectivamente, y con el vicepresidente de CEOE y presidente de Cepyme, Gerardo Cuerva, que ha participado en el acto en representación también de Antonio Garamendi, que no ha podido acudir "por problemas de agenda", según indican fuentes del diálogo social.

Los interlocutores sociales han coincidido en valorar positivamente el nuevo acuerdo alcanzado en materia de ERTE, pero han puesto las luces largas al entrar ya de lleno en lo que va a ser el nuevo esquema permanente de protección del empleo que evitará despidos masivos en tiempos de crisis. En este sentido, han destacado que los ERTE han servido para proteger a miles de empresas y millones de puestos de trabajo en esta crisis y que esta experiencia debe servir para avanzar hacia la incorporación de un nuevo sistema de flexibilidad interna en las empresas tras la pandemia.

Se trata de una medida que el Gobierno ha comprometido con Bruselas en el marco del Plan de Recuperación, que prevé la creación de un mecanismo permanente para la formación y recualificación de trabajadores en procesos de ajuste empresarial, tanto de carácter transitorio (ante caídas de demanda significativas) como estructural (ante procesos de reconversión sectorial que exijan la adaptación de los trabajadores o la transición hacia otro tipo de trabajos o sectores). Su diseño se cerrará en el marco del diálogo social y los interlocutores auguran que se avecinan duras negociaciones.

Respecto al acuerdo alcanzado ahora, cuya consecución ha estado en el aire hasta la recta final de la vigencia del actual esquema, tanto Díaz como Escrivá han valorado positivamente el esfuerzo de los equipos negociadores de la patronal y los sindicatos para llegar a un consenso. En efecto, todas las partes han tenido que renunciar a determinadas aspiraciones y aceptar otras, especialmente en el principal escollo, que eran las exoneraciones de cotizaciones sociales.

De hecho, en el asunto de las exoneraciones había división incluso dentro del propio Gobierno, pues Díaz era partidaria de mantener el esquema actual y Escrivá insistía en priorizar la reactivación de trabajadores. Finalmente, el titular de Seguridad Social ha impuesto su esquema (respaldado por la vicepresidencia económica, Nadia Calviño), si bien ha tenido que modular el nivel de exoneraciones para acercar posturas con la patronal.

Durante su intervención, Escrivá ha destacado que el nuevo diseño de los ERTE se basa en el equilibrio entre extender la protección para empresas y trabajadores afectados por las restricciones y la caída de la demanda y, al mismo tiempo, generar incentivos a la recuperación e impulsar los sectores que van a ir reincorporando progresivamente trabajadores al mercado laboral. En este sentido, ha destacado que, desde el pico de la pandemia, cuando había 3,6 millones de trabajadores en ERTE, se han recuperado un 85%, hasta los 550.000 que quedan actualmente, y ha confiado en que esos se reincorporen de forma en los próximos meses.

En esta misma línea, la vicepresidenta Díaz ha hecho hincapié en que de ese medio millón de trabajadores que siguen en ERTE, 170.000 están en la modalidad de reducción de jornada, un "ejemplo palmario de cómo incorporando herramientas flexibles no es necesario despedir a nadie", ha dicho. En su discurso, la titular de Trabajo ha destacado que el nuevo acuerdo en materia de ERTE va a permitir salvar "a miles de empresas y familias" y ha incidido en que "el futuro debe tender la mano a la flexibilidad interna".

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