En el último tramo del año

Las empresas avistan un frenazo de la actividad en plena pelea con los costes

El Banco de España constata un aumento en las que recortaron sus ventas hasta junio y que un 28% prevé una reducción de su negocio en el cuarto trimestre. Cepyme alerta de que los costes se disparan un 24%

España va a la guerra de la energía futura
España va a la guerra de la energía futura
Agencia EFE

Las empresas han notado ya en el tercer trimestre cómo el impacto de la crisis energética, la inflación y las consecuencias de la guerra de Ucrania se han traducido en una merma de sus ventas. No solo eso, sino que en plena pugna con el alza de costes provocada por esta coyuntura, avistan un frenazo mayor de la actividad de cara a la recta final del año. En apenas tres meses sus perspectivas han empeorado a golpe de subida de precios (la inflación tocó techo en julio en el 10,8% en tasa anual y solo se ha moderado hasta el 9% en septiembre), sobre todo en el caso de la industria, la construcción o la agricultura. La situación es más delicada para las pymes, que tratan de capear como pueden un alza de sus costes del 24% pese a que cuentan con menos margen para ello. Y todo, mientras el empleo pierde dinamismo. 

La Encuesta del Banco de España sobre la Actividad Empresarial revela que el 30,9% de las empresas recortaron sus ventas entre julio y septiembre, y constata, además, cómo un 28% asume que el cierre del ejercicio será peor. El periodo al que se refiere el sondeo, en plena temporada estival, ha dado un respiro a todas las actividades de servicios vinculadas al turismo, que se han beneficiado especialmente del fin de las restricciones por la pandemia. En su caso, la evolución de la actividad ha sido "muy favorable" en el tercer trimestre. Así, ocio, hostelería y transporte han registrado un incremento de sus ingresos. La EBAE refleja además una pérdida de dinamismo en el empleo, que aumenta menos de lo que lo hizo en trimestres previos. 

Hay un 66,5% de firmas que indican que la ocupación se ha mantenido estable, ocho puntos menos que entre abril y junio. En verano se ha incrementado en cuatro puntos el porcentaje de las que destruyeron empleo y, de cara ya al último trimestre, las empresas se preparan para el primer retroceso del empleo desde principios del año pasado. El escenario resta mucha visibilidad a los empresarios. La subida de tipos iniciada por el Banco Central Europeo para controlar la escalada del IPC está elevando los costes de financiación -el crédito, de momento, no escasea-, si bien, de momento no ha conseguido el efecto perseguido. De hecho, la inflación en la zona euro ha marcó un nuevo máximo histórico el mes pasado al escalar al 10%, según el dato avanzado el viernes por Eurostat. No es de extrañar que la actividad inversora de las empresas haya perdido fuelle, ni que ya sean más las que la han reducido (17,7%), que las que la han elevado (12,4%). 

Las presiones inflacionistas no dan tregua y casi el 81% de las empresas observan un aumento adicional de los precios de sus inputs productivos en el tercer trimestre y la mayoría prevé que estas solo se moderen de forma "muy modesta" de aquí a diciembre. A más largo plazo la visión sigue siendo pesimista, puesto que casi ocho de cada diez prevé que sus costes sean superiores a los actuales dentro de un año (un 71,6% prevé que ese alza venga de los costes laborales en concreto). De julio a septiembre un 36,5% de las empresas reconoce haber subido sus precios, un porcentaje que está por debajo del de la encuesta previa, mientras que seis de cada diez prevé tener que aplicar ese aumento de aquí a un año. 

La patronal CEOE ha venido advirtiendo de que España se encamina hacia una importante crisis económica y pone como ejemplo, sin ir más lejos, la pérdida de casi 190.000 cotizantes a la Seguridad Social en agosto que, a juicio de los empresarios, "confirma la tendencia a la desaceleración del mercado laboral". Los organismos internacionales (Comisión Europea, OCDE...) sitúan de momento a España alejada de un escenario de recesión que sí contemplan, por ejemplo, en el caso de Alemania y, cada vez más, también en el de Italia. 

Más costes y más deuda para las pymes

Los datos del regulador evidencian que la situación es más complicada para las empresas de menor tamaño. Ese diagnóstico coincide con el de la patronal de las pequeñas y medianas empresas, Cepyme. El indicador que la organización elabora sobre la situación de estas sociedades mejora levemente en el segundo trimestre por el repunte de la actividad, pero el aumento de los costes en un 24% y la reducción de márgenes y de rentabilidad sitúan dicha referencia en niveles de 2014 -y suponen que las pymes no han podido recuperar aún los niveles de actividad previos al estallido de la pandemia de Covid-.

Las ventas crecen cada vez menos, un 14,5% de abril a junio, frente al 19,8% del primer trimestre, mientras que los costes totales aumentan cada vez más. Los relacionados con el empleo se han elevado un 6,2% en el segundo trimestre, por encima del 5,7% al que avanzaron en el primero. Más sangrante aún es el 'rally' de los costes energéticos, que se han disparado un 114% en relación al mismo periodo de hace un año, y el de los insumos (que se han encarecido un 50%). La coyuntura actual, que ha sobrevenido en plena recuperación de la pandemia, ha llevado a las pymes a tener que elevar su deuda por encima del 100% de su patrimonio neto, el nivel más elevado desde 2018, lo que preocupa a la patronal por las consecuencias que pueda tener a la hora de financiarse. 

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