El aumento de los precios en los productos ecológicos en los últimos meses está dificultando el crecimiento de consumo de este tipo de alimentación. A la alta inflación de los alimentos se ha sumado la crisis que atraviesa España por la escasez de agua. Este incremento en los precios ha llevado a un número creciente de ciudadanos a abandonar la alimentación ecológica en favor de alternativas más económicas.
Unido a estos dos factores, existen otros asuntos que están provocando que haya una falta de interés por productos por parte de los consumidores. Entre ellos, "la escasez de apoyo promocional por parte del Estado en los medios de comunicación", asegura Susana Andrés, promotora de proyectos ecológicos de éxito. Hace cuatro años, antes de la pandemia del coronavirus, "el consumo de productos orgánicos aumentó considerablemente, concretamente un 35%", apunta la experta. Sin embargo, a día de hoy este porcentaje "disminuye en cifras preocupantes para el sector" indica Andrés, lo que podría desembocar en consecuencias negativas para la salud del consumidor.
En un escenario en el que parecía que el consumo de productos ecológicos daba "pequeños pasos, pero firmes", el consumo mundial de este tipo de productos más aumentó apenas un 3,5%, porcentaje inferior a las cifras registradas anteriormente, según los datos que aporta el secretario general de Ecovalia, Diego Granado, a La Infomación. Este cambio de tendencia ha sido observado no sólo por parte de las Asociaciones de Productos Ecológicos sino también por las organizaciones de agricultores y ganaderos, que viven desde un primer plano la evolución de la producción ecológica y apuntan a una recesión en el consumo de estos productos: "El segmento de los productos frescos en ecológico está cayendo", asevera Andrés Góngora, miembro de la Comisión Ejecutiva de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG). La causa, una inflación histórica en el precio de los alimentos.
Los consumidores priorizan sus gastos en la cesta de la compra
El Índice de Precios de Consumo (IPC) confirmado para el mes de julio ascendió al 2,3%, lo que supone un aumento de cuatro décimas con respecto al 1,9% global registrado en julio. Pero la subida de los precios de los alimentos se situó en el 10,8%, situación que ha llevado a muchos ciudadanos a priorizar el ahorro sobre la sostenibilidad, y en consecuencia, decir adiós a la alimentación ecológica por el momento y dar prioridad a otro tipo de gastos.
A medida que la conciencia sobre un estilo de vida saludable se expande, también lo hace el precio de los alimentos saludables. Susana Andrés destaca cómo la sociedad actual está tomando consciencia de que factores como la contaminación, alimentos procesados o los pesticidas pueden afectar la salud. Sin embargo, "el precio condiciona actualmente las decisiones de compra y los consumidores responden ante productos y servicios posicionados en ahorro", indica.
Las frutas supusieron un 14% de las ventas y las hortalizas un 10%
A la hora de hacer la compra, los consumidores de alimentos ecológicos buscan fundamentalmente los productos frescos, según la asociación profesional española de la producción ecológica, Ecovalia, que analiza que las frutas supusieron un 14% y las hortalizas un 10% del total de alimentos ecológicos consumidos, una línea en la que de momento, "no se han observado frenos de consumo en unos alimentos frente a otros". No obstante, habrá que esperar a conocer los datos reportados a fin de año, recuerdan desde la asociación.
Mayor promoción y difusión del producto ecológico
El sector de la producción ecológica trabaja para que se mejore el conocimiento de los productos ecológicos y por ende, dar un impulso a su consumo. Para ello, tanto la propia Ecovalia como los expertos de los proyectos ecológicos, -entre ellos Susana Andrés-, aseguran que "la promoción es fundamental en esta marea de sostenibilidad, de sellos y certificaciones".
A pesar de que la parte de la alimentación ecológica esté "muy relegada a día de hoy", según Andrés, para aumentar las ventas "hay que concienciar a la sociedad de un consumo sostenible y que conozcan los beneficios de salud que traen los productos ecológicos". Además, que "el consumidor sepa que el alimento ecológico se identifica con un sello único para toda la Unión Europea, y que estos alimentos representan el verdadero concepto de sostenibilidad", remacha el secretario general de Ecovalia, Diego Granado.
El 42% de la población no conoce el sello ecológico
El sector necesita contar con el apoyo de las políticas públicas a la producción ecológica y la Comisión Europea ha dado un paso más tras establecer un plan de acción ecológico integral, en el marco de la estrategia 'De la granja a la mesa' del Pacto Verde. Así, ha fijado el objetivo de que "al menos el 25% de las tierras agrícolas de la UE se dediquen a la agricultura ecológica y un aumento significativo de la acuicultura ecológica de aquí a 2030". Aunque es necesario para España que se aumente el grado de concienciación en la población, a día de hoy, "el 58% de los consumidores conocen la hoja verde, el sello europeo de la producción ecológica, pero aún queda un 42% de la población con la que hay que trabajar", apunta el secretario general de Ecovalia.
En definitiva, el escenario de crisis inflacionaria y la sequía que atraviesa España junto a los riesgos del 'greenwashing' son retos a los que el sector ha de enfrentarse, finalizan los expertos. En este marco, en el corto plazo, "estimamos que el crecimiento continuará, aunque por un tiempo lo hará a una velocidad menor que la que tenía hace un par de años, pero entendemos que estamos ante circunstancias coyunturales y no estructurales", concluye Diego Granado.
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