Supone el 0,93% del PIB

Escrivá logra reducir el déficit de la Seguridad Social por el auge del empleo

Las cotizaciones sociales crecieron un 10% en 2021 y el déficit cerró en los 11.192 millones de euros frente a los casi 15.000 millones de 2020, un año marcado por el gasto público vinculado a la pandemia.

José Luis Escrivà
El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá.
Europa Press

La recuperación del empleo tras la crisis del coronavirus fue un factor determinante para las cuentas públicas de la Seguridad Social. El aumento del 10% de las cotizaciones sociales redujo el déficit hasta los 11.192 millones de euros, lo que representa un 0,93% del producto interior bruto (PIB). Según los registros del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, es la primera vez desde 2013 que el déficit del organismo es inferior a un punto porcentual del PIB. La cifra es mejor de lo esperado, ya que los presupuestos generales del Estado (PGE) estimaban que se situaría en el 1,2% del PIB. De igual forma, la evolución de las cotizaciones también ha sido más positiva al aumentar en más de 12.000 millones de euros (4,3% del PIB).

Desde que Escrivá asumió la cartera ha defendido varias vías para reducir el déficit de la Seguridad Social. Por ejemplo, eliminar los gastos impropios o aumentar la edad de jubilación efectiva y aunque ambas propuestas se han puesto en marcha, realmente ha sido la creación de puestos de trabajo y, en consecuencia, de afiliados a la Seguridad Social, lo que ha permitido esta mejoría en 2021. El ritmo de crecimiento del 10% supone un máximo histórico.

La Seguridad Social recibió transferencias por valor de 47.991 millones de euros, un 5,3% más que hace un año. La partida más cuantiosa es la de transferencias recibidas del Estado y Organismos Autónomos, de 36.112,31 millones de euros con el objetivo de empezar a reducir los gastos impropios y para financiar la prestación del ingreso mínimo vital (IMV). Por el IMV, la Seguridad Social realizó pagos por valor de 1.891,3 millones de euros, por debajo de los 2.988 millones que Escrivá había presupuestado.

Por el lado de los gastos, se pagaron prestaciones económicas a familias e instituciones por valor de 173.814 millones de euros, un 5,9% más que en 2020y supone el 90% de los gastos realizados por el organismo. De esta cifra, la mayoría se destinó al pago de pensiones y prestaciones contributivas. En pensiones de incapacidad permanente, jubilación, viudedad, orfandad y en favor de familiares, la Seguridad Social pagó 138.459 millones de euros, un 4,9% más que un año antes.

Las bajas por coronavirus asimiladas a accidentes de trabajo también tuvieron un impacto en las cuentas de la Seguridad Social. En total, se abonaron 1.677 millones de euros. El resto de incapacidades temporales tuvieron un coste de 12.497 millones, un 5,1% más. También aumentaron las prestaciones por nacimiento y cuidado del menor en un 16%. El crecimiento se explica por la ampliación del permiso del segundo progenitor o permiso de paternidad de 12 a 16 semanas.

Por último, las pensiones no contributivas y los complementos mínimos supusieron 9.408 millones de euros y los subsidios y otras prestaciones, 3.818 millones. En total, las pensiones y prestaciones no contributivas alcanzaron los 13.226 millones de euros, un 11,9% más que hace un año.

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