Movimiento de última hora del ministro José Luis Escrivá para intentar cerrar un pacto con las asociaciones de autónomos, la patronal y los sindicatos sobre la bocina. El titular de la Seguridad Social ha rebajado un 5% las cuotas propuestas en el anterior borrador para tratar de atraer a las partes a un acuerdo in extremis, según revelan a La Información fuentes conocedoras de los contactos que se han mantenido durante este fin de semana. Se espera que a lo largo de las próximas horas se dé por concluido y consensuado el diseño de la reforma del sistema de cotización de los trabajadores autónomos para que empiecen a cotizar por sus ingresos reales y el Gobierno sume así otro acuerdo en la mesa de diálogo social.
Según desvelan las fuentes consultadas, el ministerio ha mejorado su oferta, fruto de las discretas negociaciones a varias bandas que se han producido desde la semana pasada. En concreto, ha modificado la tabla de cuotas rebajándolas "en torno a un 5%", tanto por la parte alta, en los tramos con mayores ingresos, como por la baja, donde se sitúan los autónomos con rendimientos netos bajos. De este modo, las cuotas inicialmente planteadas de entre 245 euros y 500 euros en 2023 pasarían a situarse en unos 230 y 475 euros, respectivamente; la horquilla de entre 237 y 530 euros fijada para 2024 se reduciría hasta los 225 y 500 euros; y las cuotas de 2025 pasarían de una mínima de 230 euros y una máxima de 590 euros a 220 y 560 euros.
Fuentes de las negociaciones matizan que la tabla todavía podría sufrir modificaciones de última hora y recuerdan que el Ministerio ha ido modulando el borrador en las últimas semanas en aras de alcanzar un acuerdo. En la anterior propuesta se introducía un nuevo tramo de ingresos superiores a 6.000 euros mensuales y se reducían las aportaciones de los autónomos con ingresos inferiores a los 1.300 euros al mes, que pasarían a pagar menos que en la actualidad, mientras se elevaban las cotizaciones de aquellos que se sitúan por encima de ese nivel de ingresos. En los tramos intermedios de ingresos (entre 1.300 y 1.700 euros) la cuota se mantenía en 294 euros y al mismo tiempo, la base de cotización (de la que depende el cálculo de las prestaciones) permanecía inamovible en ese nivel de la tabla, mientras se iba reduciendo progresivamente para los autónomos en los tramos bajos e incrementándose para los que más ganan.
Escrivá ha ido moviéndose en esa dirección para convencer a ATA, que es la organización asociada a la CEOE, después de aproximar un acuerdo bilateral con UPTA, vinculada a UGT y UATAE, ligada a CCOO, el pasado mes de abril, tal y como se reveló en estas páginas. En aquella negociación entre bambalinas con las asociaciones de trabajadores por cuenta propia vinculadas a los sindicatos se barajaron cuotas mucho más elevadas para los autónomos con mayores ingresos (de hasta 600 euros ya en 2023) que se han ido rebajando después de que la patronal diera un golpe en la mesa y presentara su propia propuesta. Escrivá ha ido inclinando la balanza hacia el lado empresarial para conseguir un acuerdo que estaba comprometido con la Comisión Europea para el pasado 30 de junio.
Hay que recordar que la semana pasada el Consejo de Ministros aprobó un Real Decreto para implementar el nuevo sistema de cotización por ingresos reales de los trabajadores autónomos. Se trata de una serie de cambios administrativos que el Ministerio de José Luis Escrivá tenía preparados desde hace semanas, como se desveló en estas páginas, y con los que el Gobierno considera que cumple con el hito previsto para el primer semestre de 2022 en el Plan de Recuperación pactado con Bruselas. Es una reforma parcial necesaria para preparar el nuevo entramado administrativo del RETA y se ha puesto en marcha antes de que se alcance un acuerdo en la mesa de negociación con la patronal, los sindicatos y las asociaciones de autónomos.
Fuentes del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones explican que con el texto normativo que aprobó el Consejo de Ministros el pasado lunes ya se consideraría puesto en marcha el nuevo sistema de cotización por ingresos reales de los trabajadores autónomos, que es lo pactado con las autoridades europeas, quedando por concretar los tipos y tramos, que esperan que se clarifiquen en un próximo acuerdo con los interlocutores sociales -podría llegar en cuestión de horas- no siendo necesaria la celebración de un nuevo Consejo de Ministros. "El hito está cumplido porque ya tenemos el armazón de la reforma. Si hay acuerdo se aterrizará después en una ley para incorporar los tramos y el resto de medidas antes de 2023, pero no hace falta que se haga de inmediato", aseguran desde el Ministerio.
Y a partir de este momento, el ministro Escrivá cambia de marcha. Una vez concluida la negociación para la reforma del sistema de cotización de los trabajadores autónomos, el titular de la Seguridad Social se adentra en la segunda fase de la reforma de las pensiones, la más compleja, en la que pretende incorporar medidas tan polémicas como la ampliación del periodo de cómputo para el cálculo de las prestaciones o la subida de las bases máximas de cotización, todas ellas necesarias para ajustar el sistema tras la vinculación con el IPC y garantizar su sostenibilidad financiera a largo plazo.
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